Carmen Lidia Robles
No es fácil hablar de sí
mismo, salvo decir que estoy siempre a medio camino de alcanzar mis sueños con
la rebeldía que me caracteriza y la serenidad para tomar decisiones… soy una
especie de salvaje apacible. Hace poco regalé libros ya leídos, me deshice de
ropa vieja y de los amigos oportunistas como una forma de aligerar mi viaje por
la vida.
Cuando todo parecía ya
trazado, me di cuenta que como el caballero de la armadura oxidada que me había
olvidado de mi… así que… allí en mi
habitación recordé que “soy una mujer” en busca de vivir intensamente y para
ello aprenderé a volar si es necesario, pero con los pies en la tierra. Soy un
tanto propensa a la melancolía, esa que parece acompañar a los músicos
callejeros. Defensora de las causas justas como única herramienta de cambio
social, y amante de los pequeños detalles. Siempre tratando de aprender cosas
nuevas, de sonreírle a la vida y dar lo mejor de mí.
Esa es la mujer que soy… una
mujer que para ser alcanzada debe ser amada, la dignidad y el orgullo no me
vienen de fuera los llevo en mi…
Puedo parecer fría, gélida… …
pero tal vez porque no te detuviste a ver que no soy una mujer como todas, soy
ese tipo de mujer singular, única, que proyecta seguridad, con sentido del
humor, con clase… esa misma mujer que a veces dice una que otra barbaridad y
aunque no pueda definirme con un solo adjetivo no soy una mujer complicada pero
si fabulosamente compleja y multidimensional… no, no soy perfecta… la
perfección puede resultar tan aburrida que cuando crees que la alcanzas te das
cuenta que terminas pareciéndote a los demás que pasan por tu vida fingiendo
serlo.
Pero soy esa mujer que sabe
que enamorar por las cualidades es fácil, pero es a través de los defectos y a
pesar de estos como realmente se llega a amar, aquella mujer clara y valiente
que no tiene ningún inconveniente en andar sola por la vida si en el camino no
ha encontrado alguien que la valore tal y como siente que lo merece…una mujer
que no asume la soledad como una enfermedad… la que no se arruga ante nada, la
que sabe reírse de sí misma y si le place lo hace a carcajadas…Y ahora qué ha
pasado los cuarenta entiende perfectamente que la belleza no es cuestión de
talla sino de armonía, la que no tiene inconveniente en bailar sola si le provoca,
la que sabe cuidarse sin excesos, sin sacrificar los pequeños gustos que todas
en esta vida ( un helado de vainilla con crema chantilly, uno chocolates)…
puede sonreír y hacer bromas a pesar de estar en un trancón espantoso, a la que
le fascina la música y cuando suena su canción favorita no tiene ningún
inconveniente en cantarla a todo pulmón … amable pero recia cuando tiene que
serlo, a la que no le preocupa que la lluvia le dañe el peinado y agradecerá el
momento mágico como lo es sentir las gotas caer y se agarrara el pelo con un
improvisado recogido y seguirá s camino como si nada hubiera pasado… la mujer
que sabe que su poder está en serlo, sin tener que imitar al sexo opuesto, sin
renunciar a su maravillosa condición de ser mujer, la que amara con locura y
sufrirá con la misma intensidad con todo acabe, pero que sabe que no debe
llorar por que se terminó, si no que sentirá felicidad por lo que vivió, es la
que sabe que el amor esta en todos lados y viene en todas formas, por ello no
le apuesta a una sola, esa que no hará una escena de celos si no tiene certeza
,la que no saldrá con alguien que no la haga sentir amada, la que tiene la capacidad de sorprenderse con
las pequeñas cosas que le ofrece la vida… la que sabe que es el respeto, por
eso lo exige para ella misma y lo da a manos llenas, una mujer informada, sin
pretender ser una sabelotodo, la que opina si sabe de lo que habla y si no, no
tiene ningún inconveniente en admitir que no sabe, preguntar, callar, escuchar
y así aprender… una mujer que así no viaje por el mundo, lo tiene en la cabeza
y vive acorde con su visión de este... la que no le teme a vivir sino que el
tiempo no le alcance para hacer todo lo que quiere hacer con su vida…
Y así, es esa mujer que
intenta recordar su sueño cada día: vivir intensamente disfrutando y
aprendiendo de cada instante y de cada personaje que se cruza en su camino y
que deja algo mágico tatuado en el alma….
Si eso me hace una mujer
fría… pues viviré con ello…
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