José Peraza Hernández
Creo que sabemos que el municipio de Tacoronte, desde esos
años lejanos es la cuna del nacimiento de las familias que más han elaborado en
esta isla de Tenerife, y que aún hoy, están con el mismo rodaje, elaborando y conservando
el tradicional oficio del turrón variado, oficio que viene desde muchas
generaciones atrás.
Me cuenta la protagonista de hoy, quien lleva por nombre Pilar
Hernández López que, ella viene de familia bien reconocida, en el tradicional
oficio hay muchas, pero de su familia hay ocho familias, con varias raíces
dedicas a este menester, donde hoy días, en este siglo XXI, te recomiendas y
exigen estar al día, como tener carnet reconocido.
Hoy parece algo extraño, ver a las tradicionales turroneras
de toda la vida de en las fiestas de muchos municipios de esta isla, donde se
recorren cada uno de nuestro rincón, con su estándar y con su techo de sabana,
aunque hoy ya son toldos de plástico.
En aquellos tiempos se podía ver como dormían en el
interior del mismo de la misma turronera despachando toda clases de turrones. En
cada fiesta había varias turroneras de varas familias, en la parte baja del
mostrador era donde en aquellos años, se dormían y calentaba y hacían la cómoda,
en la noche una vez recogido, se dormía en lo bajo, cerrando todo con una sábana
etc.
Bueno, dando una vuelta por el Centro La Villa Alcampo,
encontré a la protagonista de esta entrevista. Aquí la podemos ver en esta
imagen. Y me narra el camino desde esos años, y que bien conservando la
tradición que les enseño sus padres, Urbano Hernández González nació 1935 y
Maribel López 1938. Todos naturales del municipio de Tacoronte.
De este matrimonio hubo un fruto de tres hijas, dos gemelas
a quienes le pusieron por nombre Mari y Tere, a la tercera le pusieron Pilar.
Pilar, me comenta que todas nacieron y se alimentó bajo las
turroneras de sus padres. Donde la llevaban de fiesta en fiesta, ya una vez
mayorcita, recordaba, que sus padres alquilaban una furgoneta, para que los
llevara a tal municipio, donde llevaba, comida para tres días. Y luego venían a
recogerlos, o bien iban a llevarlos a otros lugares, para coger el puesto.
En esta imagen podemos ver a las nuevas generaciones, hijas
de Pilar, de izquierda a derecha:
Alba Guanche Hernández y Eirá Guanche
Hernández. Me comenta que ellas se identifican, en el caso de las turroneras
por el toldo amarillo y blanco.
Tiene una variación de turrones como puede ver expuestos.
-. Almendras garrapiñadas ese chocolate o ese coco, turrón como el turrón de yema hay que destacar que han sido reconocida por el Cabildo
insular donde ha declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) para las
turroneras tacoronteras, también por el ayuntamiento.
Como había comentado, esta tradición se ha mantenido entre
las familias turroneras
La familia de Maribel López sirve de inmejorable botón de
muestra de esta tradición tan dulce. Nada menos que cinco generaciones, desde
su abuela a sus nietos, han hecho las delicias de infinidad de clientes, a los
que les están enormemente agradecidos por su fidelidad, algunos de más de 50
años. En su casa del número 5 de la calle Waque, en la muy tacorontera zona de
El Cantillo, Maribel, su marido, sus hijas, cuñados y nietos, no sólo elaboran
esos turrones, chocolates, almendrados y dulces de cocos que ponen la nota
golosa en las fiestas y ferias locales, sino que, además, lo hacen de una forma
única en Canarias: con un horno de leña.
En este caso, la tradición se mezcla por partida doble, ya
que se trata de la unión de dos familias turroneras:
Hay que decir qué que las hijas Maribel, han estado enseñando
y explicando la desarrollo por los colegios e institutos de muchos municipios
de la isla, con el fin que los niños y niñas, conozca más la tradición y conozcan
este el trabajo, que llevan desarrollando muchas familias y generaciones. Ya
que de este oficio han vivido y siguen en esa línea.
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