Rosario Valcárcel Quintana
En este mundo acelerado en que vivimos, cada vez se nos hace
más necesaria la forma de lectura que exige poco tiempo, textos literarios
breves como cuentos, relatos o la novela corta. Textos para leer en una tarde
de lluvia o en días soleados.
A través de la literatura siempre ha habido narraciones
breves, un registro que se consolidó en el siglo XIX con autores como Chéjov,
Wilde, Poe, Kafka, composiciones que no desmerecen de los trabajos de mayor
extensión, porque si la obra está bien llevada puede poseer los atributos de lo
inmenso como ha ocurrido con Raymond Carver, uno de los mejores escritores de
relatos de la segunda mitad del siglo XX, o la escritora Alice Munro, Nobel del
2013, considerada la maestra del cuento contemporáneo.
O convertirse en un placer como la nueva edición de relatos
de Blanca Quesada titulada “El color de su voz” Un libro que ya su título hace
alusión a los afectos. A la cotidianidad mezclada con momentos ficticios, a ese
oleaje continúo que recorremos día a día, al tiempo que nos devora.
Un libro que muestra la mirada a las raíces familiares, las
emociones de la adolescencia y la vejez. A esos seres que el mundo contempla. A
la muerte, al destino final de los humanos que irremediablemente llega a
cumplirse. Temas sobre la vida real en el que la autora no juzga ni interfiere,
sino procura difuminarlos, vestirlos de una forma ingenua, tan poética que nos
deja un poso de placidez y de luz.
En “El color de su voz” encontramos una decena de relatos
cortos para todas las edades, heterogéneos, escritos con una prosa intimista y
un hilo común: lo cotidiano. Relatos que son como una fotografía reciente,
retratos que hablan de “nuestras vivencias”, escritos que nos envuelven, que
rezuman poesía y color.
O composiciones que le da rienda suelta a su imaginación y
se nos escapa una sonrisa como en el relato titulado “Las llaves” y escuchamos
la voz de la autora:
…La mujer del bolso era realmente maravillosa. No me acuerdo
de su nombre, pero su mirada era de color caramelo y tan tierna… Sentí que en
cualquier momento podría desaparecer.
Me gustan esas personas, son plumas que se escapan de las
manos, tiernas, espuma de mar, es como un olor, apenas un poco de aire llega a
mí.
Por supuesto que la ayudé a abrir el bolso y volcamos sobre
la mesa lo que había en él: un pájaro muerto, un espejo roto, lentejas que
corrían y las llaves…
Ella necesitaba tirar el espejo al mar, enterrar el pájaro
debajo de un árbol y meter las lentejas en una bolsita, la ayudé a hacerlo….
Blanca Quesada nació en Lanzarote aunque desde los dos años
su familia se trasladó a Gran Canaria. Ha vivido largas temporadas en Madrid y
en Berlín en donde impartió clases de español y talleres de autoestima para la
integración de la mujer latina en Alemania. Ha publicado en revistas catalanas,
(hoy desaparecidas) y en el Canarias 7.
“El color de su voz” se publicó por vez primera en la
Editorial Turquesa 2007 en una versión español-francés. Ahora lo presenta el
sello de Cam-PDS Editores SL, 2016 en versión trilingüe con la traducción al
francés y al árabe de Patricia Ghobril. Una edición muy cuidada con una
atractiva portada. Una pequeña colección de cuentos y relatos, que no es
exactamente lo mismo como afirma el prologuista, Ernesto García Cejas.
Y tiene razón, aunque creo que Blanca combina un poco las
formas tradicionales del género, y escribe breves textos de ficción con finales
abiertos, inesperados o sorprendentes, repletos de un realismo convincente que
ahondan en la esencia misma de la humanidad y nos adentra a los rincones de
nuestra imaginación. Un gusto para los amantes de los libros, una tarea de
magias y delicias que deseamos a la autora que sean fructíferas.
Una escritora, Blanca Quesada, a la que no hay que perder de
vista, y si no tiempo al tiempo.
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