Antonio-Pedro Tejera Reyes
LAS
FIESTAS DE NAVIDAD Y DE FIN DE AÑO-AÑO NUEVO
En
la gráfica, a la derecha, el insigne recordado, Sixtilio Dalmau, creador de LE
CORDON BLUE - modelo de escuela de gastronomía mundial - en Lima, Perú, junto
al autor de este reportaje y la profesora María Teresa Betalleluz (q.e.p.d..)
en un encuentro del mundo de las enseñanzas turísticas.
“Conservar
las tradiciones ancestrales y las señas de identidad de los pueblos, son un
potente atractivo para el turismo cultural que viene creciendo de forma
espectacular en todo el mundo.”
UNAS
BIEN ORIENTADAS ESPERANZAS
Comentábamos
en nuestro anterior reportaje relacionado con esta fiestas, las peculiaridades
del fin de año-año nuevo, en la recordada y querida Viena, así como las míticas
costumbres de las festividades navideñas en nuestra Venezuela, exaltando sus
potenciales como un buen ejemplo para el desarrollo del turismo mundial, lo que nos trae a la pregunta que, allá en la
República Dominicana, en un congreso destinado a los estudios del turismo, nos
hacíamos conjuntamente con nuestro recordado y querido amigo, Sixtilio Dalmáu (q.e.p.d.) ex director para
las Américas de la Organización Mundial del Turismo – antigua UIOOT – y cuya
pregunta era más que significativa: si las paisajes y los lugares no fueran
diferentes ¿Viajaría la gente?. La pregunta era así de sencilla, y habría que
recurrir a los estudiosos en sociología profunda, para descubrir una respuesta
más o menos exacta.
La
variedad y la multicidad de los lugares, paisajes y costumbres, son hoy – y lo
serán mañana con más fuerza – el potente atractivo para provocar el viaje,
donde “la batalla la ganarán las naciones, los pueblos, los lugares…en donde se
dé la prioridad a la conservación del medio ambiente y a sus “señas de
identidad”, para lo cual es imprescindible adquirir los conocimientos
necesarios para valorar esas diferenciales, a la hora de realizar una buena y
exitosa promoción. Estas son unas notas tomadas en el mes de Diciembre del año 2006, en una exclusiva reunión en el
Hotel Los Delfines, Lima, Perú, viendo a estos enormes escualos navegar en la
monumental pecera sobre nuestras
cabezas, con la que esta unidad hotelera ponía su seña de identidad en el mundo
del turismo, lo cual rematamos con la recomendación – también referida en la
citada reunión – de la Cumbre de La Tierra (Río de Janeiro, 1992): “Hay que
pensar y estudiar el desarrollo turístico globalmente, para poder actuar localmente”
El
increíble panorama que se disfrutaba en el HOTEL LOS DELFINES, de Lima, un
detalle excepcional dentro de las infinitas variedades que se podían disfrutar
en el sector hotelero mundial, hoy desaparecido debido a las sociedades
protectoras de animales. Como si no hubiese otra cosa que hacer. Sin
comentarios Tenemos demasiadas experiencias. (Internet)
Hechos
y realidades que hoy nos viene a la mente ante esa esperanza mundial del
desarrollo imponente del turismo, que ya deja atrás las más ventajosas perspectivas,
llevándonos a la esperanza de que el mismo sea capaz de acabar con los graves
disturbios mundiales producto de seres demenciales que nada aportan a la
sociedad, y que enturbian ese rumbo hacia la esperanza de la paz mundial que el
turismo está expandiendo por todo el mundo, bajo ese clarificador mensaje de la
Organización Mundial del Turismo: el turismo es riqueza para la persona, para
la familia, para la comunidad, para el mundo entero.
El
mensaje que las Naciones Unidas envía al mundo declarando 2017, “Año del
Desarrollo Turístico Sostenible”, es más que esclarecedor, ya que demuestra la
toma de conciencia sobre el valor del movimiento turístico, algo que su valor
económico ha catapultado hacia límites increíbles hace solo unos pocos años,
pero que en su fondo conlleva el aumento de la prosperidad mundial de la
sociedad, creando millones de empleos con unas características humanas
íntimamente relacionadas con la propagación ilimitada de la cultura, ya que
para actuar alrededor del turismo se hace necesario tener unos amplios
conocimientos desde todos los aspectos que mueven al mundo, hasta sus
exclusivas y remotas historias, todo
ello junto a una preparación esencialmente vinculada a las buenas relaciones
humana, públicas, con un norte bien definido como es el pertenecer a ese mundo,
donde, como está muy bien definido en los objetivos de Rotary Internacional, se
aplique “la buena fe como norma en los negocios y en las profesiones, el
aprecio a toda ocupación útil y la dignificación de la propia en servicio a la
sociedad”, valores intrínsecos con los que el buen profesional del turismo está
demostrándole al mundo su excelente preparación, muy especialmente los que han
tenido la oportunidad de formarse al amparo de las rigurosas y serias experiencias ocurridas en este
imponente movimiento de la sociedad, donde las tradicionales festividades de
Navidad y Fin de Año-Año Nuevo, están siendo un auténtico escaparate para
mostrar todo el contenido interpretativo que los pueblos del mundo ofrecen.
EL
MUNDO QUE NOS RODEA
Estamos entonces sobre una de las fechas el ámbito
mundial , más propicias para calibrar hasta donde llega el poder del
conocimiento y la profesionalidad del dirigente mundial del turismo, ya sea
político o empresarial, sobre cómo aprovechar estas ilusionantes efemérides
para generar el bienestar social y económico de la sociedad, en lo cual se
muestran sofisticados programas llenos de ingenio y conocimiento del tema, donde la oferta está
acorde con el poder adquisitivo del entorno, en algunos casos del mundo entero,
como es el caso del famoso Kaiserball o el Concierto de Año Nuevo, donde hemos
tenido la oportunidad de conocer a personajes de remotos lugares del mundo,
desplazados a la ciudad de Viena, atraídos por estos brillantes acontecimientos,
un marco que ha dado lugar al desarrollo a una acción cultural donde se ha
revalorizado la historia y se ha desarrollado una mística que difícilmente se
puede igualar ya que sus reliquias son única. Algo que todos los lugares tienen
pero que difícilmente sepan valorar sin los conocimientos suficientes para
ello, los cuales solo se obtienen estudiando exhaustivamente donde la
experiencia, el conocimiento, la sabiduría y la honestidad en sus principios,
estén al servicio de las generaciones actuales y futuras, pese a las infinitas
difícil.
Espléndida
visión del Concierto de Año Nuevo, en la Sala Dorada del Multikverein con la
Filarmónica de Viena - este nuevo año dirigida por el venezolano Gustavo
Dudamel - un evento mundial que
presencian millones de personas ,de más de setenta países, que bien podría
tener un acompañamiento en tierras hispanas de América, donde sus compositores,
músicos, estrellas de la canción o virtuosos del instrumento, pueden hacer
posible un acontecimiento similar para prestigio del lugar capaz de
organizarlo.
Tardes
que se encuentran creadas por quienes ven en el inmovilismo la seguridad de sus
estatus propios sin interesarles para nada eso del “disfrute de las
generaciones futuras” …
Aciertos
sin límite, rodean toda una larga serie de programas para estas festividades
donde las empresas del ocio, gastronomía, parque de atracciones, excursiones
marítimas, etc., agudizan su ingenio para despertar el interés y el deseo del
futuro cliente con los más elaborados de sus programas.
¡FELIZ
2017!
Testigos
apreciables de una actividad excepcional, las celebraciones navideñas de los
cientos de graduados en turismo procedentes de Iberoamérica, que seguían
estudios profesionales, en las Islas Canarias, en nuestro centro internacional,
en la primera década de estos años 2000, una actividad por desgracia
lamentablemente desaparecida.
A las
puertas ya de este nuevo año, la ilusión nuestra traspasa los hechos
desastrosos que hemos tenido que soportar, y nos coloca en la senda del
optimismo como la razón fundamental de una existencia lleno de éxitos y grandes
y buenos recuerdos que contrastan con los que hemos padecido donde la envidia,
el engaño y la infidelidad, han puesto su mano, con el apoyo y la complicidad
de muchos actores que solo merecen el olvido, la compasión, y alguna que otra
vela encendida.
Hoy
más que nunca celebremos la salida del año, soñando con un 2017, lleno de
justicia y paz, donde el turismo y todo su hermoso contenido sea el panorama
que cambie el mundo para que la insolencia, la ignorancia y la maldad – esa que
hemos comentado está bajo el sol – desaparezcan de la faz de La Tierra, y que
ella sea el lugar donde – siguiendo los comentados objetivos de Rotary
Internacional – se fortalezca la inteligencia, la buena voluntad y la paz entre
las naciones por el compañerismo de sus
habitantes, unidos en el ideal de servicio honesto y honrado… “Amaos los
unos a los otros”: Palabra de Dios.
¡FELIZ 2017!
*Del
Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones
Unidas, ONU.
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