José Peraza Hernández
La Corona y el Casino San Agustín está muy familiarizado. A
pasado muchos años, y para muchos se ha olvidado está historia, como que, a la
fecha de hoy, estas nuevas generaciones no lo saben, por lo que quiero plasmar
de nuevo, y de esta forma también, pueda refrescar la memoria a esas personas
que, si lo vivieron, seguro, que, al leer estas líneas, le hará vivir esos
buenos, regular y malos momentos. Por lo que, adjuntamos este texto, el que
dice así:
Todos conocemos el lugar llamado por la Cruz de La Corona
en la parte alta del El Lancen, en Icor El Alto, en el municipio de Los
Realejos.
Hoy día, también se conoce por el Mirador de la Corona. De
igual manera, también se conoce, y ha sido un escenario de uno de los mayores
fenómenos sociológicos de la historia de Canarias. Se ha escrito muchos ríos de
tinta, porque en él tuvo lugar una presunta aparición mariana en el año 1992,
donde sé congregó a más de dos mil personas que se reunieron a presenciar el
acontecimiento.
El 24 de junio de 1929, un grupo de amigo bastante números
cuatro amigos de San Agustín (Los Realejos), un grupo de amigos bastante
numeroso, y aficionados a las excursiones campestres, así como a ejecutar el
deporte de la cacería y con acentuada ideología religiosa. Se dispusieron en la
vista del día de San Juan Batista a cumplir la tradición que como cada año
hacían subían a la Cruz encavada en el paraje conocido por la Degollada.
Perteneciente al extinguido término municipal del Realejo del Bajo.
Un 23 junio del año 1921, sobre las 10:00 de la noche, de
partía desde la plaza. Era costumbre de ir acompañados de perros y escopetas,
para aprovechas la caza de alguna pieza que les pudiera sorprender, al paso del
camino.
También iban, previsto de un botiquín sanitario, cosa que
es obligado, por alguna urgencia. Alimentos, vino, agua, así como algunos
instrumentos de cuerda y de aíre. Que venían muy bien estos para pasar la noche
y el día de San Juan, festejándolo con bailes que era amenizados y
destrifutando por todos allí presente. Hay que decir que muchos de los
presentes eran miembros de la Banda de Música de “La Filarmónica”, al lugar
iban otras muchas mozas y mozos, de muchos lugares, donde no paraban de bailar.
Lamentablemente después de una gran fiesta, llego un suceso
tortuoso.
Hicieron como siempre su primer descanso en la peña
conocida por la Corona y cuando se propusieron a descansar y refrescarse por el
largo camino, y el por lo que le faltaba bastante recordó para llegar al punto
de destino. Fueron interrumpidos de pronto por un disparo de escopeta, seguido
de un grito de dolor, que les dejó a todos enmudecidos, siendo momentos
desesperados como de confusión entre ellos, puesto que no llegaban a entender
lo que sucedía a sus alrededores. Al parecer un perro había tocado una
escopeta, la que caía al suelo. En medio del silencio, se oyó una voz conmovida
del lesionado, siendo don Juan González Hernández, persona conocida por (Juan
el del Cuchillo). persona que gritaba con voz melancólica, ya que estaba herido
en un pie debido la metralla del perdigón, imprevisto cartucho disparado.
A continuación, se sucedieron, varias opiniones, entre los
veteranos del grupo se encontraba el Practicante don Ramiro Rosado Iglesias.
Acudía apresuradamente hacerles las primeras curas urgencia. Una vez tomada las
decisiones fue traslado a un médico de la localidad. Visto que ya se hizo de
noche, y se había tomado las cosas bien, donde deciden de pasar la noche en el
lugar.
Se pasaron una noche bastante intensas, como una noche bien
pero bastante larga, como triste. Todo era tristeza, donde todos elevaban en
oración sincera suplica de Dios Todopoderoso, pues la intranquilidad.
El desánimo a la ulterior entereza de todos iba creciendo
el ideal común de erigir, en el mismo peñasco donde ocurrió el accidente, una
Cruz lo suficiente grande como para que se pudiera divisar desde cualquier
punto del valle de la Orotava, presidiendo ésta en vigilia por sus miradores, a
la vez como de recuerdo perenne de lo ocurrido.
Como recuerdo de lo ocurrido. Al final de la jornada,
cuantos allí estaban decidieron regresar a sus hogares a primeras horas del día
siguiente festividad de San Juan Bautista.
Transcurrido unos días, concretamente el día 2 de julio de
1921, se reunieron buena parte de los excursionista afectado en un salón de la
casa de don Rosendo Regalado, conocido por “El Pariente”, entre los que se
encontraba casi restablecidos el
lesionado don Juan del “Cuchillo”, con el objeto de dar principio a la obra proyectada y descrita
anteriormente y tras cambiar impresiones, se constituyó una Comisión Gestora
para impulsar los tramites y estudiar su
posible emplazamiento en el señalado lugar, que tuvo como resultado la siguiente:
-. Presidente: Don
Juan González Hernández
-. Tesorero: Don
Miguel Pérez Felipe
-. Secretario: Don
Vicente Siverio Bueno
-. 1º Vocal: Don
Agustín Albelo Méndez
-. 2ª Vocal: Don
Domingo Albelo Albelo- Calzadilla.
El viernes siguiente, día 8 de julio, don Domingo Albelo
Albelo- Calzadilla. don Juan González Hernández, don Miguel Pérez Felipe, se
encargaron entrevistarse con don Ramón Ascanio, residente en La Laguna y dueño del peñasco de “La Corona”, quien
después de enterado de lo acaecido, y sobre todo de los deseos de los
colaboradores de colocar un Cruz en el citado lugar, este lo vio de buen
gusto y se mostró interesado los que se
lleva a cabo tal empresa, manifestando
además que podían disponer de una huerta de 400 metros, que sirviera de
expansión, para que el día que hicieran la fiesta la noche de San Juan en dicho
lugar “La Corona”.
Por otra parte, don Vicente Siverio Bueno, unido a don
Agustín Alberto Méndez, don Antonio Hernández Estévez y don Luciano González y
González a la salida de la misa del domingo 10 de julio, se entrevistaron con
el Sr. Cura de la parroquia Nuestra Señora de La Concepción don Manuel
Hernández Reyes, a quien le pusieron en conocimiento hasta el momento,
mostrándose muy satisfecho y manifestándose que estaba muy dispuesto a
colaborar, para llevar a feliz término tan original idea. Asimismo, les dijo
que en caso de prosperar lo previsto, el día indicado para la inauguración,
debía de ser la delo propio aniversario, ese día el 24 de junio de cada año. Él
se encargaría de la celebración de los actos religiosos.
Más tarde se acordó como primer paso el solicitar
autorización del Sr. Obispo, entonces rey Redondo, para levantar una Cruz en el
indicado lugar.
Emplazamiento
El día 10 de julio del mismo año 1921, una comisión formada
por el cura don Manuel Hernández Reyes, el Alcalde del Realejo Bajo don Domingo
Albelo- Calzadilla, don Juan González y González, don Vicente Siverio Bueno,
don Miguel Pérez Felipe, previa autorización
de audiencia, se trasladaron a la
Laguna y recibido, que fueron por el
Señor Obispo, tras explicarle todos los por menores , solicitaban la colocación de una Cruz y además, la
autorización para celebrar en ese lugar
destinado a una Misa el día de la inauguración y en años sucesivos , cosa que
vio con muy buen agrado, dando confinación
al párroco del y los recitaba por el aceptado gesto.
El domingo 25 de julio, se reúne la mayoría de los
excursionistas en la casa de don Rosendo “El Pariente”, donde sería informado
de las labores realizadas. Una vez aceptadas, dieron Vº Bº. nombrara a don
Vicente Siverio Bueno, don Luciano González y González y a don José Albelo
García, para que se encargara del replanteamiento del lugar ideal para el
emplazamiento.
Hubo también ofrecimiento de madera de Tea, la realizar la
Cruz. Así como colaboración en los trabajos de construcción de una Capilla.
El 15 de agosto, la Comisión encargada, hizo el
replanteamiento, cuyas características aconsejaban hacerlo circular con un
diámetro de 4:00 metros a aproximadamente.
Más tarde, vista las medidas tomadas, fue diseñado un
templete hexagonal, para albergar la Santa Cruz, por el conocido ya don Manuel
“El Lagunero”, que así se conocía.
Posteriormente, el día 8 de mayo de 1982. Comienza los
trabaos en la colaboración de la primera piedra, dirigido por don Luciano
González y González
, acompañado por su colaboradores don Francisco García
López, don Benigno Rodríguez y Rodríguez, don José “El Niño”, otro personaje de
la época.
Destacar que, el reparto se llevó a cabo en esta primera
fase, que constituía, el refilado del piso y las bases del asiento, Los
trabajos fueron realizado en unos quince días. Los materiales y manos de obra,
ascendieron a 405 pesetas con 65 céntimos.
Según don José Hernández González, “El del Convento “de los
que, mejores presento la oferta, fuel, en cuanto a la madera que se encontraba
en el convento, la que era centenaria que aprovecharon del desaparecido
Convento de San Juan Bautista.
Fue el propio maestro Lagunero quien labro la propia madera
y confecciono la Cruz, en un salón dela plante baja de la casa de don Domingo
Albelo, está mide 4:00 metros de altura, de los que se encuentra enterrados un
metro y medio en la base., donde cada brazo mide 60 centímetros cada uno. Fue
terminada el día 10 de junio después de pintarla de verde, la que termina con
dos perillas en cada brazo, las que son pintadas de blanco.
Una nueva reunión se celebró el domingo siguiente, pero
esta vez, en la casa de don Agustín Albelo Méndez, cono conocido por “El
míster”, donde se puso definitivamente el de celebrar la fiesta de inauguración
para el día 24 de junio, festividad de San Juan Batista.
En esa fecha colaboraron también con la donación del
sudario y mantelería, doña Isabel Siverio Hernández, que dono en compañía de su
hija Amparo García Siverio, y es el que se encuentra conservado hasta el día de
la fecha. También don José Alberto García, contribuyo con su juego de velas
decorativas.
Faltaba ya 15 días para poner todo apunto, para su
inauguración. Esperando que todo saliera con gran esplendor.
El día 24, festividad de San Juan Batista, fue ofrecida una
Misa en honor del Santo Madero que se hallaba expuesta en la iglesia de Nuestra
Señora de la Concepción, i en la que intervino como orador sagrado don Heraclio
Sánchez, actuando como padrino de la ceremonia don Juan González Hernández y
como mayor domo don Agustín Albelo Méndez. Terminada la Santa Misa, salió en
procesión asía el Aserradero de Tigaiga acompañada del Clero, Banda de Música y
numerosos fieles y devotos.
El itinerario recorrido fue el de las vueltas de Icod El
Alto, hasta llegar a donde sería colocada finalmente. Durante el trayecto no
cesaron los cohetes ni las plegarias al todo poderoso, hasta llegar a su sitio,
continuando con el inicio del Santo Rosario. Terminada esta ceremonia, los
romeros o devotos que le habían acompañado., de dispusieron a acompañar bien
entrada la noche. Durante las fiestas, se acostumbraba hacer unas rifaba, una
imagen de San Juan Batista.
La festividad de la Cruz, después de la inauguración, a
continuando, donde participan jóvenes y no tan jóvenes, donde no faltan los
ventorrillos típicos ni las parrandas de la tierra, todo en un gran ambiente
muy cordial.
El lunes 9 de marzo de 1925, se procede a la construcción
de la segunda fase del templete hexagonal ya proyectado, en el que
intervinieron los vecinos del Lance de Icod El Alto, y el mismo equipo de
trabajo de la primera construcción. Donde el material era trasportado en una
especial mula de don Fernandino Regalado Chávez Estrada, entonces situada en la
calle El Terrero”, hoy del Generalísimo Franco. El coste de esta segunda fase
ascendió a 6.109,60 pesetas. Distribuidoras en 2.350 pesetas de material, y de
mano de obra y de 3660 pesetas de trasporte.
Fue el año 1932, el día 23 de abril, festividad de San
Jorge, Patrón de los Exploradores de España, cuando salía la agrupación local
del Realejo de Abajo con dirección al paraje conocido por La Corona, para
sembrar en esas inmediaciones de la Cruz un total de 45 pinos de los que aún se
conserva una docena de ellos. al mando de la Expedición estuvieron los Jefes de
las tropas don Miguel Hernández Linares, don Antonio Hernández “El inocente” y
don Domingo Albelo Hernández.
Pasados algunos años y durante los días 1,4,11, y 18 de
junio de 1972, para conmemorar los 50 aniversarios de la colocación de la Cruz, un grupo de amigos y
descendiente de los fundadores de la
obra narrada compuesta por don Miguel
Pérez y Pérez, don Vicente Siverio Hernández, don Cipriano Rodríguez González,
don José León García , don Julio Hernández y Hernández, don Manuel Hernández
Hernández, y don Francisco Hernández
García , se dispusieron a restaurar el
templete cubriéndolo de tejas del país y
organizando los actos propios de la festividad para el 24n de junio. También se
colocó una baranda de protección para los visitantes.
En ello colaboro, y, de hecho, ayudo a que revistieran
mayor expedidor los actos, el reverendo Padre José Siverio Pérez cargo de quien
estuvo la parte religiosa, ofreciendo la Santa Misa y en la humilla gloso el
significado de la Santa Cruz, dedicando palabras de elogio para aquellos que
tuvieron la idea de erigirla en tal original lugar desde donde permanece como
vigía delos moradores de todo el Vella de La Orotava.
En la última restauración, se invirtió un mayor volumen del
dinero con motivo del incremento del coste de la vida. El que ascendiendo los gastos
a un total de 41.720.50 pesetas.
La historia fluye inexorable. En este caso, también así,
llegamos al final de un relato singular en su especie y tal vez por pocos
conocidos, cuyo principal argumento de base.
De unas Generaciones en el tiempo, de hombres llenos de ilusión y
vitalidad, en su empeño por afianzar una herencia tradicional de cuidado y
preservación de la Santa Cruz y su entorno, iniciada en la tibia madrugada del
24 de junio de 1921.
Hemos encontrado otros textos que escribió en su día el
Ayuntamiento de este municipio realejero, que dice así:
AYUNTAMIENTO DE LOS REALEJOS
Corría el año 1923. La Fiesta de la Cruz de La Corona.
«Con extraordinaria animación se están preparando los
festejos que, en honor de la Cruz de la Corona, se celebrarán en este pueblo
los días 23 y 24 del corriente mes de junio.
Día 23, a las doce de dicho día saldrá de Realejo Bajo la
agrupación Musical «La Corona», organizada por varios músicos de la Banda de
este pueblo e inaugurada el año último en la festividad de la misma Cruz y para la cual el director de
esta Banda, don Agrícola E. García, ha hecho varias composiciones. Dicha
agrupación partirá de la plaza de la Iglesia, con la bandera presidencial, al punto de destino, tocando en dicho
trayecto alegres pasacalles.
El sitio donde se celebrará esta festividad es una parte
muy alta de la sierra que rodea nuestro Valle de Orotava y de donde se destaca
una preciosísima y admirable vista del mismo; en dicho sitio se está llevando a
su terminación un artístico y elegante kiosco de cemento armado, donde será
colocada la Santa Cruz y en cual se ha hecho en condiciones para que dicha Cruz
sea visible desde estos Realejos.
Por la tarde y toda la noche del ya mencionado día 21 habrá
música, cucaña, libreas, iluminación de la mencionada sierra con mechones,
fuegos artificiales y bailes típicos del país. El día 24 a las cinco de la
mañana y según costumbre empezarán a llegar gran número de jiras a contemplar
desde dicho sitio la pintoresca salida del Sol, A las 9, habrá solemne misa, en
la cual predicará el Magistral de Tenerife y elocuente orador sagrado, doctor
don Heraclio Sánchez Rodríguez. Terminada este acto, tocará la mencionada
agrupación varías piezas de música de su repertorio, organizándose acto seguido
las típicas comidas de las jiras y demás concurrentes, donde habrá gran
derroche de alegría; y a continuación se organizarán alegres bailes en la plaza
Se está llevando a su terminación un artístico y elegante kiosco de cemento
armado, donde será colocada la Santa Cruz para que sea visible desde estos
Realejos
VÍSPERA SAN JUAN BAUTISTA
A la Corona subimos por junio, San Juan divino La víspera
de la festividad de San Juan Bautista, día 23, enciende el pueblo en múltiples
hogueras con la intención de «quemarle las barbas al Santo»; son las fogaleras
que chicos y grandes se ocupan de preparar días antes, reuniendo los objetos
inservibles más dispares. Ese mismo día es tradición el ascenso hasta el monte
de La Corona, magnífico mirador natural desde donde se aprecia la plenitud del
Valle de Taoro. Antes de la proliferación de vehículos de motor, la costumbre
era reunirse la familia y recorrer a pie los estrechos senderos que separan el
macizo de la carretera; algunos pernoctaban y permanecían arriba todo el día siguiente,
disfrutando del entorno y participando en los actos religiosos y de regocijo,
en honor al Santo.
El Santo Madero sigue celebrándose durante este mes, y así
nos encontramos con las fiestas de la Cruz de la Corona, que desde un
privilegiado mirador domina todo el Valle de La Orotava. Una tradición que se
remonta a 1923, cuando fue colocada la Cruz en promesa por haber salvado a unos
cazadores de la muerte. Unos kilómetros más arriba de este punto se ubica la
Cruz de Fregel o de la Degollada, a unos 1.400 metros sobre el nivel del mar y
dentro del Parque Nacional del Teide; fiesta de enorme participación en el
pasado. Pero las fiestas a la Cruz tienen también su protagonismo en el Tanque
Arriba o la Sombrera, allí se festeja en los días cercanos a la fiesta del
Bautista; en la Cruz del Agua de Icod el Alto y la Cruz de la Callita en la
zona de Viera y Clavijo, donde encuentros familiares, comidas de fraternidad y
la música son los ingredientes de unas fiestas del inicio del verano.
González y González. Gaceta de Tenerife 20 de junio de 1923
RECORDANDO LA CREACIÓN DEL CASINO SAN AGUSTÍN LOS REALEJOS
EN SUS 90 ANIVERSARIO
En esas reuniones, de los preparativos para la noche de San
Juan en La Corona, deciden crear un lugar de ocio y esparcimiento en San Agustín
y fundan lo que fue Casino Realejos, (posteriormente tomaría el nombre actual
de “Sociedad Cultural y de Recreo Casino Realejos”. Toman la sede, en un primer
momento en un cuarto de la casa de Andrés Toste, colindante con el actual
Casino. También tuvieron la sede en el Convento de San Andrés y Santa Mónica
(que luego se quemaría, pasando a ubicarse donde hoy, en día está la iglesia
del Carmen). Finalmente, se ubican en una casa antigua, con patio y balconada,
pasando a ser propiedad de dicha Sociedad años más tarde.
A principios de los años 1970, la Junta Directiva que lo
presidía, decide demoler el edificio y construir el que actualmente está en
uso.
Adjuntamos imagen de la demolición. y otra en la que se
puede ver el patio y parte de la balconada.
Mil gracias a todos los que han aportado su granito de
participación, pata darle luz después de tantos tiempos. También me emociono,
como realejero, y poder conocer con claridad, está bella historia. La que estoy
seguro que esto lo van a conocer estas nuevas generaciones como las venideras.
Gracias al presidente Sociedad Cultural y de Recreo Casino
Realejos, don José Antonio, por contarme está bella historia, así, gracias por
esas imágenes.
Muchas personas, cuando nos despedimos, decimos mil gracias
de corazón. Peo, si lo analizamos bien, el corazón es cebo o musculo, y eso no
piensa. Creo, que mejor, es decir: “Mes despido con mi humilde celebrito, y con
mis mejores deseos”.
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