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viernes, 5 de julio de 2019

IMPERATIVO LEGAL, OTRAS SANDECES, Y DEMÁS MENTIRAS


Pedro Ángel González Delgado

Dice el refranero popular dialogado “donde dije digo, digo Diego”, que se emplea para rectificar una afirmación o desdecirse, pero para los populistas afines a Podemos de Asamblea Ciudadana en el Puerto de la Cruz debe ser “donde dije digo, digo Juan Antonio”, porque lo que dicen cuando están en la oposición, y lo que hacen y dicen cuando ahora están en el gobierno, nada tiene que ver lo uno con lo otro. Ni siquiera se acuerdan de haberlo dicho. El primer ejemplo más claro, pero que ha pasado ciertamente desapercibido, lo podemos ver durante el mismo día de la toma de posesión de cargo de concejal. En el año 2015, todos prometieron el cargo “por imperativo legal”. Incluso, uno de ellos, el comunista más declarado, añadió: “hasta devolver el Ayuntamiento al pueblo”. Pero, claro, ahora había posibilidades ciertas de gobernar y, por supuesto, ya la conciencia se esfumó. Ya ninguno utilizó la fórmula del imperativo legal, no vaya a ser que se metieran en un lío y ya no pudieran entrar en el gobierno, como aquellos concejales de la CUP en Reus, tras haber declarado nula la toma de posesión el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por esa, permítase la expresión, sandez del imperativo legal.

Lo siguiente y más descarado, como no podía ser de otra manera, los sueldos. Nadie discute que merezcan un sueldo como responsables políticos, faltaría más. Lo que se le echa en cara es la desfachatez de prometer una cosa y hacer lo contrario tratando de engañar a la ciudadanía. Y es que los amigos portuenses de Podemos se presentaron a las elecciones de 2015 anunciando una reducción del sueldo del alcalde y los concejales del 41 %. Llegaban a afirmar que con ellos la ciudadanía se ahorraría 2,3 millones de euros. Los socialistas lo reducían a 400.000 €. Esa fue su propuesta económica estrella para todo el mandato que llegaron a variar entre el 30 y el 20 %. De ese modo, su primera enmienda a los presupuestos del Ayuntamiento era siempre la misma. Reducir el sueldo del Alcalde entre los referidos porcentajes. De hecho, afirmaron y defendieron que un Alcalde no podría cobrar más de 1.900 € al mes y, por supuesto, sin pagas extraordinarias. Pero nada. Lo mismo que con el imperativo. La conciencia también se les esfumó, y Marco - sin ese - González cobra la friolera de 1,06 € menos al mes que su antecesor. Podemos tomarlo de dos formas. La primera, pensar que se nos ahorramos un café al mes. La segunda, que es una tomadura de pelo a la ciudadanía. Ahora tratan de justificar lo injustificable, por no reconocer que se ha mantenido un discurso populista durante cuatro años. Era mejor pedir disculpas. Por supuesto, de renunciar a las pagas extraordinarias, también se olvidaron. 

Pero lo de la conciencia esfumada no queda solamente ahí. También el ideario y el discurso se cambia para la gestión. Con hacer un poco de ejercicio de memoria, podemos recordar como los populistas han venido utilizando hasta hace pocos días las concesiones administrativas como ariete contra el anterior gobierno municipal. Si nos preguntamos si algo ha cambiado, es únicamente que los antes gritaban desde la oposición ahora están en el gobierno. Ya parece que no hay urgencia para resolver concesiones, pues ni siquiera se nombra en la prosa del anunciado y denominado pacto de cogobierno municipal, ni tampoco han variado las competencias que el Pleno municipal ha cedido a la Junta de Gobierno. Lo único que ha variado son que los que se decían de la gente, ahora están en el gobierno. Lo que antes era sustraer del debate público, ahora es gestión más operativa. Lo que antes era una sandez, ahora se confirma que era mentira. Y, por supuesto, no hacía falta que lo fuera por imperativo legal. Ellos solos se han desenmascarados.

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