Teresa
González
Ayer te vi
tapando las tristezas
con mi llegada
Tu cuerpo
más pequeño y
apagado
revelaba la
fatiga de los años
y esa
desesperanza alojada
entre las
secuelas de tu llaga
Me dolían tus
lágrimas no derramadas
tu
desasosiego, tu abandono, tu silencio
Me dolía tu
mirada diciéndomelo todo
callándomelo
todo… por amor
Me dolía la
respiración
la impotencia
intuitiva
destapando tu
alma
que se
desvanecía sola,
ocultándose en
un cuerpo
que también es
mi cuerpo, mamá
Mi alma te
envolvió
en balsámicas
palabras
quebrando tus
miedos, tus angustias
bombeando mis
arterias tus arterias,
fundiéndose tu
soplo en el mío,
mirándonos sin
vernos,
asombradas
en la comunión
de nuestras vidas, unidas
para volver a
vencer… la soledad.
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