Lorenzo de Ara
Conozco a
gente en el Puerto de la Cruz que clama por la llegada de un mesías. Gente
convencida de que los actuales gobernantes son inmunodeficientes. O sea, que
están incapacitados para ejercer esa gran responsabilidad que ostentan desde
hace ya casi cuatro años.
Pero el mesías
no es él. Y él lo sabe. Ni siquiera llega a ser un apóstol de un supuesto
mesías. Es más, las siglas del partido al que representa, con un suelo
electoral envidiable, podrían perfectamente sustituir al hacedor de milagros
(trucos de mago de tercera división) por un burro volador, por un cangrejo
doctor en economía, por un escarabajo pelotero enviando mensajes prometedores
desde Marte.
Ese opositor,
mesías y ganador/perdedor de elecciones en el Puerto de la Cruz, se carga de
emotividad (tan cursi) y de anacrónicos menajes que camuflan su endeble
estructura como líder. ¡Es el mesías de los fariseos y saduceos!
El 26 de mayo
sería muy bueno dejarlo en el desierto de la oposición.
Este domingo
28 de abril votaremos. Yo lo haré. Espero que tú también.
Si no quieres
que España termine como Venezuela, si eres un demócrata sin miedo ante la
marabunta extremista que sale de las cavernas y es hija del comunismo, deberías
levantarte de la cama y votar.
Hay tres
fuerzas constitucionalismo que pueden salvar España de la catástrofe.
No hay una
cuarta.
La fotografía
que ilustra esta columna es una prueba del horror que se ha instalado en
Venezuela. Es dura. Amarga. Dolorosa.
Mi ABC la
elige como portada.
La mala
política es capaz de eso y de mucho más. Y el voto equivocado.
Vota sabiendo
lo que nos jugamos.
Vota con la
cabeza.
Deja las
tripas en casa.
España te
necesita. Más que nunca.
Vota en
libertad, pero también con inteligencia.
Ciertamente
son elecciones anómalas. Pero tú y yo sabemos que el horror tiene nombre y
apellidos.
¡Adelante,
vota!
No hay comentarios:
Publicar un comentario