Después de ver
con emoción contenida el partido del siglo---Villarreal-Barcelona, martes 2
abril, Liga Nacional de Futbol de Primera entre semana---se me ocurren un par
de ocurrencias, valga la redondancia:
El partido
fue, en efecto, el partido del siglo,
con fases muy diferenciadas; el Barça iba ganando por 0-2 y luego,
milagrosamente, el Villarreal mete cuatro goles, cuatro, y se pone en 4-2. Si
no lo veo, no lo creo. Al final, el Barça se rehízo parcialmente y marcó,
rozando el minuto noventa, su gol número 3, que fue de los de Messi, un libre
directo magistral, que rebotó hacia adentro en el poste derecho, muy cerquita
de la escuadra. Y en el tiempo añadido por el rubio árbitro lanzaroteño
Hernández Hernández, minuto noventa y pico, Luis Suárez ‘ageitó’ un chut obús que entró en la portería como
una exhalación: 4-4.
Pero, además
de hablar del partido en concreto, quiero hacer la pregunta del millón: ¿Por
qué el Villarreal se mantiene en Primera División y el Orotava (un municipio
similar en número de habitantes que Villarreal) no sale del ostracismo de una
quinta categoría mal llamada Preferente?
Respuesta: Yo lo achaco a dos principales motivos: A.- Villarreal está
ubicada en una zona industrial levantina, región próspera dentro de la España
comunitaria; mientras que nosotros estamos en una isla lejana (somos “de una
islita en medio del Atlántico”, según escribe el veterano futbolista Colo
Santaella en el libro de sus memorias, pag.82); el número de espectadores que
pueden acudir a un estadio isleño
siempre será limitado. Y B.- somos una población, la canaria, aplatanada, lenta
y socarronamente desconfiada. En mi opinión, el clima (del que vivimos gracias
al turismo), el ADN heredado en parte por carne de emigrantes, y una
preparación en EGB deficiente, nos
sitúan en inferior puesto del escalafón nacional. Ya sé que es muy fuerte lo
que acabo de decir, pero ahí queda.
Y termino
estas líneas con el comentario que el presidente del Villarreal hizo a la TV al
final del partido del 4-4: vino a denunciar (sic), las circunstancias sobre
cómo los grandes clubes del fútbol nacional y también extranjero se llevan cada
año a las jóvenes promesas que destacan en las filas de equipos provincianos,
periféricos. Lo mismo, por cierto, que
pasó con Messi ‘capturado’ por el Barça en Argentina en edad juvenil.
En fin, eso es lo que hay y yo lo quería
comentar.
Espectador
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