Evaristo
Fuentes Melián
Nos esperan dos semanas más bien poco
santificadoras, a pesar de estar la Semana Santa de por medio. Las elecciones del 28 A son una semana después
de la Semana Santa, y vamos a vivir una experiencia, entre música celestial,
cornetas y tambores entreverados con una campaña electoral chillona,
estridente, llena de algunas verdades, pero también de innumerables falacias.
Una importante empresa de las dedicadas a
la prospección del voto popular ha dado cifras que han pasado bastante
desapercibidas para el grueso de la población, pero que, en cuanto nos paremos
a analizarlas, son muy desmoralizantes para quienes piensan tomarse en serio
esto de la campaña electoral, las votaciones y las urnas.
En dicha encuesta ya publicada, los partidos
se reparten un porcentaje de votos cada uno, pero, ojo, hay dos cifras o
cantidades muy llamativas en cuando a la posibilidad (democrática, por
supuesto) de abstenerse, de no ir a votar. Una. - El treinta y dos por ciento
(32 %) de la población encuestada se muestra POCO interesada en la campaña
electoral; y Dos. - el 26 por ciento (26 %) dice no estar NADA interesada en
esta campaña, y por tanto no va a acudir a las urnas ese famoso y fatídico 28
A.
Ó sea que, si juntamos las dos cantidades
de marras, casi el sesenta por ciento (60 %) de la población con derecho a
voto, piensa ‘pasar’ de votar, le importa un pito el acto de ir a las urnas y
menos aún el resultado que pueda salir de esas urnas.
Espectador
No hay comentarios:
Publicar un comentario