Rosa Dalila
Bretón Escoto
¡Gracias
Señor, Por Este Nuevo Día!
Desde que
tengo uso de razón, el café ha sido un integrante especial y codiciado en todos
los lugares donde habita el ser humano, tanto en el ambiente familiar, como en
lugares de trabajo, estudios, restaurantes, cafeterías, etc. Es una bebida
exquisita que nos gusta saborear desde que iniciamos el día y en todas las
comidas subsiguientes. Pero este también juega un papel muy interesante en el
arte de la pintura, y les cuento.
Antes de
entrar en materia, conozcamos un poco de sus orígenes: “Existe una leyenda
sobre el surgimiento del café y es la de que un pastor de Abisinia (actual
Etiopía), llamado “Kaldi”, observó el efecto tonificante de unos pequeños
frutos rojos de arbusto, en las cabras que lo habían consumido en los montes, y
vio renovarse en ellas sus energías. Sus semillas de cafeto atravesaron mares,
océanos y épocas históricas, hasta convertirse en la bebida por excelencia tal
como se mantiene actualmente.
El uso del
polvo de café para hacer obras de arte es algo que me ha encantado descubrir,
pues les confieso que no había hurgado en el tema. Para pintar con café se
utilizan: espátulas, pinceles, brochas, plumillas, palillos de madera, la yema
de los dedos, etc. El lienzo preferido es el papel grueso, para evitar que se
arrugue, aguante la humedad, no se formen mohos; el secado con un secador de
pelo y nunca al sol. El polvo se disuelve en agua caliente, y su espesura
depende del color que quieras dar a la pintura. Se recomienda usar “café
expresso” con poca agua.
Se han
destacado varios pintores con esta Técnica, la cual usan como si fuera pintura
o acuarela; aunque no necesariamente tienes que ser un pintor experimentado
para realizarla, si no gustarte el arte. Para realizarla escogen diferentes
figuras: hojas, flores, animales, paisajes, el fondo de una taza, platillos,
etc.; entre ellos nombramos a Karen Eland, Dirceu Vega, Giulia Bernardelli
(italiana), la que además de usar la Técnica del polvo de café, se inspira en
otros alimentos: semillas, frutas, mermeladas, palomitas de maíz, rábano, hojas
verdes entre otros.
Con el polvo
de café se dibujan y pintan obras “monocráticas” (colores o tonalidades de un
solo matiz o tono) que suelen ser marrones o colores ocres, así se juega con la
luminosidad y oscuridad de tono, lo cual puede variar según las características
del polvo de café empleado.
Hay otros
pintores que como les comenté en párrafos anteriores, se han destacado en el
arte de pintar con café, usando diferentes técnicas; pero ahora quiero
referirme al artista Steven Mikel, norteamericano, quien lleva décadas dedicado
a las acuarelas, pero que en el año 2008 desarrolló una forma diferente a
partir del café. Tomó como punto de partida evitar el desperdicio del café
aprovechando con un miembro de su familia que acostumbraba a hacerlo; luego
contactó con empresas del sector cafetalero, y creó un sistema que convierte el
café en una resina parecida a la pintura, que se prepara con el polvo del café
que no se puede vender, por considerarse caducado. Realiza pinturas abstractas
y realistas, logrando un color “sepia”, que al final lo hace parecer como si
fueran fotografías antiguas.
Existe otra
técnica de café utilizada para trabajar la “psicomotricidad fina” en educación
inicial, a estos menores se les enseña manualidades con: café, agua, pincel,
resistol (adhesivo vinílico), dibujo o silueta, cartón, tela, recipiente para
mezclar los ingredientes. Además, se les enseña a decorar con granos de café en
diferentes objetos.
El arte de
café actualmente está siendo degustado en lugares diseñados para esos fines
llamados “coffeelovers”, atendidos por personal entrenado (baristas o
especialistas en la preparación de bebidas sofisticadas a base de café); a una
de esas técnicas se les llama “Arte Latte”, consistente en hacer dibujos o
diseños sobre la espuma del café expresso.
Es importante
destacar que se han hecho estudios sobre una sustancia llamada “Acrilamida”
considerada cancerígena, que se produce cuando el grano de café es tostado a
altas temperaturas (120 grados), utilizando azúcar, sea este natural o
Torrefacto (semillas de café sometidas a este proceso, pero que muchas veces no
son de buena calidad). Otros estudios realizados por la Agencia Española de
Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), publicó un informe
indicando que los resultados de dichos estudios no son concluyentes, debido a
que la investigación solo se ha hecho con animales(ratones).
Deseo un resto
de semana de Paz, reflexión, recogimiento, a todos los seres que amo, los que
se relacionan conmigo y a los que no conozco.
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