Salvador García
Llanos
Al principio,
hasta parecía razonable la decisión del aplazamiento: trasladar Mueca, el
festival de artes escénicas en la calle, consolidado en el Puerto de la Cruz,
desde mayo a septiembre, para no hacerlo coincidir con la campaña electoral de
europeas, autonómicas y locales, era comprensible.
Mosqueaba, eso sí, que no
fuera el gobierno local (PP+CC) el que, en una nota oficial o declaración
similar explicativa, anunciara la decisión y le confiara esos menesteres a la
plataforma Cómplices Mueca.
Han pasado los
días y el asunto se ha complicado, hasta el punto de que Diario de Avisos
informa hoy de que el aplazamiento pone en jaque al gobierno municipal, el del
pacto que nunca existió pero que se ha mantenido y que por hechos más graves no
ha sufrido alteraciones. Las complicaciones son fruto de desencuentros entre el
ejecutivo local y los grupos de oposición, de falta de claridad en la toma de
decisiones en la comisión informativa y hasta de alguna contradicción, como es
que la citada plataforma no quedara plenamente enterada y, sin embargo, asume
la responsabilidad de anunciar el traslado a septiembre, con casi todos los
preparativos administrativos hechos.
El asunto,
políticamente hablando, tiene una derivada curiosa: dice el alcalde, Lope
Afonso (PP), que hoy por la mañana esperaba reunirse con la concejala delegada,
Sandra Rodríguez (CC), y analizar la situación. Rodriguez, por si acaso, se ha
apresurado a decir que Afonso fue la primera persona con la que habló sobre el
aplazamiento.
Pero el
malestar se ha desatado. Y no nos referimos al apreciado durante el pasado fin
de semana en redes sociales ni los comunicados de los dos grupos de oposición
(PSOE y ACP), sino en el sector hotelero y círculos empresariales que ya
contaban con las fechas de celebración de Mueca para timonear la tradicional
baja de visitantes en mayo y junio. Algunos establecimientos ya contaban con
reservas y sus ejecutivos han tenido que cancelarlas.
En fin, el
mandato municipal en el Puerto de la Cruz termina con otra prueba de una
gestión controvertida. No sabemos si Mueca terminará convirtiéndose en una
muesca pero que la decisión de aplazamiento pudo haberse adoptado antes, con
cómplices desde luego, es evidente. Por las fechas en que nos encontramos, se
podrá pensar que habría consecuencias. Pero no pasará la polémica de los fuegos
de artificio, ya verán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario