Javier
Lima Estévez. Graduado en Historia por la ULL
Hay
trayectorias que marcan por diversos motivos, tal y como ocurre con el nombre
de José Estévez Méndez (1924-1998). Hasta mi persona ha llegado en numerosas
ocasiones referencias respecto a un ser que perteneció a mi familia,
prolongándose en el tiempo los testimonios de admiración y respeto por cuantos
le conocieron y trataron. Se cumplen veinte años de su muerte y consideramos de
importancia recordar algunos rasgos de su trayectoria a través de una vida que
podría llegar a estructurarse en tres apartados: la infancia y juventud como
marco de formación; la labor educativa y política en el ámbito canario y
nacional y, por último, la retirada y los actos de homenaje y reconocimiento
del pueblo a su persona.
Sus
años iniciales tienen como escenario educativo el municipio de La Orotava.
Hemos localizado interesantes referencias sobre tal etapa redactadas por el
profesor Bruno Juan Álvarez Abreu, refiriéndose a ello en su Blog “Efemérides”.
Además, aporta datos sobre el contexto que marcó los años iniciales, recordando
que fue hijo del matrimonio formado por Pablo Estévez López y Concepción Méndez
Lima. El joven orotavense se llegaría a licenciar en Química en la Universidad
de La Laguna. Contrajo matrimonio con Carmen González Hernández, teniendo seis
hijos. En nuestro recuerdo permanece el profesor de Antropología de la
Universidad de La Laguna, Fernando Estévez González (1953-2016), que destacó
por sus investigaciones en la Historia, la Museística, el Patrimonio Cultural,
el Turismo y las teorías antropológicas.
La
huella de Estévez Méndez se prolongó en numerosos campos. El arquitecto, doctor
en periodismo e investigador Evaristo Fuentes Melián, señala ampliamente en su
obra La Prensa y la Educación en el Valle
de La Orotava, 1966-1996 numerosos detalles asociados a tal proceso. De esa
forma, muestra que la inquietud de Estévez Méndez por la educación se inicia a
los 14 años. Logró abrir una pequeña escuela en El Ramal, donde ofrecía clases
en horario de tarde y noche, siendo curioso observar que, con posterioridad,
tras inaugurar el Colegio Santo Tomás de Aquino alguno de esos primeros alumnos
acudieron con sus hijos al nuevo centro educativo para proceder a su
matriculación. En el mismo libro también se llega a recoger la impresión del
Colegio por parte del que fuera su impulsor años después de iniciar el
proyecto, afirmando que “salían los fines de semana de visita a todos los
pueblos de la isla, se hacían ejercicios prácticos, luego se instituyeron unas
becas con el nombre de algunos de los hijos, para estudiarlos, entrelazando
todas las enseñanzas para dar una preparación integral a los alumnos”. Un
proyecto pedagógico a destacar por su constante implicación en el proceso de
enseñanza/aprendizaje. Sin embargo, la preocupación del profesor orotavense no
quedaba ahí y, probablemente consciente del contexto en el que se encontraba
llegó a ser autor de un bello manual de matemáticas que consultamos hace
algunos años en la Biblioteca de la Universidad de La Laguna.
Tal
vez por su implicación y conocimiento de la realidad educativa y el compromiso
social con los ciudadanos trasladó su ámbito de inquietud a la política, siendo
reconocido por su compromiso social durante su mandato como alcalde de la Villa
de La Orotava, ocupándose de diversos problemas en un municipio que miraba al
futuro con numerosas cuestiones a resolver. Posteriormente, junto a otras
ocupaciones, llegaría a ser Consejero en el Cabildo Insular, logrando elevar su
papel político como Gobernador Civil en Valladolid y, posteriormente, en
Málaga.
Evaristo
Fuentes también advierte de Estévez Méndez los reconocimientos que obtuvo en
vida, llegando a ser poseedor de la Gran Cruz del Mérito Militar, la Encomienda
de la Orden de Alfonso X el Sabio e incluso Socio de Honor de la Real Sociedad
Económica de Amigos del País de Tenerife. Distinciones que, en definitiva, se
sumaban a otros reconocimientos por una intensa vida de trabajo.
Numerosos
artículos también tendrían como finalidad recordar, tras la muerte del político
y profesor, los rasgos que definieron su obra y las acciones en pro de los
demás.
Dos
décadas después de su fallecimiento su legado aún sigue presente, prolongando
además La Orotava su recuerdo con una vía en su nombre.
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