Pedro A. González
Algunos, enemigos declarados de la Iglesia Católica, realizan prácticas que, afortunadamente, ésta ya desterró hace mucho tiempo. Así, como si de Cardenales Nepotes se tratara, los que se colaron en la vida política española defendiendo que venían a limpiarla, no han dudado en colocar en puestos de diversa índole a parejas, ex parejas, familiares, amigos y todo aquél que les pareciera.
¿Qué hubiera
pasado si la mujer de Mariano Rajoy Brey hubiese sido la portavoz del Partido Popular en el
Congreso de los Diputados? ¿Qué hubiese dicho la izquierda de este
país al respecto? Seguramente, algo muy distinto a lo que se
refleja en los medios de comunicación con respecto al ascenso de
Irene Montero, pareja de Pablo Iglesias como portavoz de
Podemos en la mencionada Cámara Baja. No se trata de discutir si es
valida o no para dicho puesto, sino si es ético o no que la novia
del secretario general de un partido político sea la portavoz
de dicho partido en el Congreso, sobre todo si la ex novia
del referido político, Tania Sánchez, también es diputada en
él. Y no sirve como excusa el manido tópico que se trata de un
ataque machista, pues no estamos en eso, sino en reflexionar
sobre qué hubiese pasado si alguna persona relevante de un partido político de derechas hubiera tenido en el mismo hemiciclo
a su actual pareja y a su ex pareja. A buen seguro muchos
medios de comunicación no hubieran hablado de otra cosa.
Y es que el
nepotismo en Podemos es parte de su ADN, ya que muchas veces dudamos si nos encontramos en supuestos que
llaman la atención de la prensa rosa (también conocida como del corazón), o de noticias políticas, pues estamos más
pendientes de los celos que Irene pudiera o no tener de Tania cuando
ésta pasa por delante de Pablo, o de las vendettas que Pablo
sufre de Tania. En fin, y ellos mientras tanto haciendo dudar de
si es un problema real o, por el contrario, como es aconsejable
creer, una campaña orquestada para obtener réditos electorales
porque, al final, siempre se habla de ellos.
Pero el amor y el
desamor no cesa en Podemos, pues siempre nos encontramos en cualquier Administración Pública a la
que acceden, a parejas y ex parejas que ocupan puestos. Y no,
no es machismo, es nepotismo o, en palabras llanas, enchufar a
mi compañero de cama. Eso es lo que ha sucedido con Ada
Colau, quien a escasos diez días de ser nombrada Alcaldesa de
Barcelona contrató a su novio Adrià (Adrián) Alemany como
responsable de relaciones políticas del Ayuntamiento.
¿Qué hubiera
pasado si el Alcalde de Puerto de la Cruz hubiera nombrado a su mujer responsable de cualquier puesto en el Ayuntamiento de
dicha ciudad?
Sin embargo, como
era de esperar, el amor no solamente triunfa en Barcelona, también lo hace en el Ayuntamiento
de Madrid, en el que la ex novia de Iñigo Errejón (número 2
hasta hace poco de Podemos), Rita Maestre, conocida por asaltar
una capilla con el torso desnudo, fue nombrada portavoz del
grupo municipal de Ahora Madrid (Podemos) en el Ayuntamiento de
la capital. Desde esa portavocía pudo observar desde primera
fila como su padre, Luis Maestre, a la sazón ex suegro de
Iñigo, era ascendido al poco tiempo de dirigir Podemos el
Ayuntamiento.
¡Qué bonito es el amor! Es más, es tan bonito, que el
Concejal Guillermo Zapata Romero, también de Podemos por supuesto, contrató como asesora del barrio de Fuencarral a su ex
novia Nuria Sánchez Díaz. También en Madrid, el Concejal de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno
Abierto, Pablo Soto Bravo, contrató igualmente como asistente a su novia
Irene González Martínez. Estos dos, Pablo e Irene, son también
novios y trabajan juntos en la misma Administración Pública
donde él la colocó a ella, pero no son los mismos Pablo e Irene que
los del Congreso, aunque, eso sí, son del mismo Partido, el
Partido donde el amor triunfa o, al menos, sale económicamente
rentable.
Pero el amor de
Podemos no solamente es entre parejas, también lo es, cómo no, entre familiares, de modo que
Eduardo Garzón, hermano de Alberto Garzón, secretario general de Izquierda Unida (integrada en la coalición Unidos
Podemos), también ha sido colocado en el Ayuntamiento de Madrid,
para así hacer gala de la fraternidad que existe entre todos los comunistas que, además de amor, también comparten tareas
de gobierno como hacen Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, y el niño de sus ojos, José Mª González
Santos,
“Kichi”, Alcalde de Cádiz.
Es evidente que
con esto del amor se lo han montado muy bien aquellos que venían diciendo que eran la nueva
política, ya que, hablando mal de todos los demás, los nuevos
comunistas han hecho creer a sus votantes que eran buenos y, una vez
colocados en las Instituciones, poco han tardado en colocar
igualmente a sus medias o ex medias naranjas, mientras siguen
desviando la atención gritando constantemente lo mal que lo hacen los
demás.
Por último, a
Podemos le ha salido un competidor aventajado en esto del amor y el enchufe, Pedro Sánchez, que ha
instaurado un nuevo socialismo en el que no solamente le basta con
colocar a todos los suyos en todos los puestos sino que, cegado
de amor, nada más llegar a la presidencia del Gobierno, se ha
colocado a su mujer Begoña Gómez, como responsable del Centro para
África por el Instituto de Empresa. ¿Qué hubiera pasado si … ?
En fin, sobra preguntar y responder, ya que todos conocemos la
pregunta y la respuesta, incluso, los que no quieren reconocer
esta nueva forma de hacer política basada en el amor.
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