Rosario Valcárcel
Comenzó diciembre en la Casa
Capitán Quesada en Gáldar, Gran Canaria con la presentación del nuevo poemario
de Manuel Díaz García, titulado “Nostalgia del olvido”, dirigido por el
escritor Juan Francisco Santana Domínguez, Ángel Sánchez, Premio Canarias de
literatura, 2018 y el editor Anghel
Morales con su sello Aguere e Idea.
Curiosamente la raíz griega de
nostalgia significa regreso al dolor. Y eso es lo que nos presenta Manuel Díaz
el dolor que tal vez no quiere olvidar. Todo un testimonio del poeta que da fe
de su presencia, de una presencia dolida que se vuelve memoria y tristeza.
Que se vuelve poesía, una poesía
que se le ofrece como forma necesaria de volver a la evocación, a esos momentos
de interiorización, a la palabra. Entonces transita la añoranza, atraviesa su
proceso de duelo, peregrina por su propio laberinto y, nos deja poemas de su
memoria, de ese sentimiento de melancolía que es también dolor. Dolor de
ausencia o de partida. Así podemos escuchar la voz del poeta en el poema XVII:
Ácueos destellos del ayer,
donde aún brilla nuestra
estrella,
espejismos vanos de las ansias
por volver
pero el naciente se secó
y ya solo queda la muerte.
Nostalgia del olvido, es un
libro de poesía que contiene cien poemas y caligramas, todo un recuento de
actos vividos, de deseos y presencias, de retornos y sufrimientos, de volver
atrás la vista y de la experiencia del autor:
LXIII
Oxidado el ayer,
chirrían en la memoria
las tardes del estío,
en las que el tiempo parecía
eterno
y nuestros corazones valientes
vivían aquella falaz realidad
inconscientes del porvenir
-Oxiddados en el ayer, Chirrian en la memoria-, nos dice el autor en la
memoria siempre presente y ahora recobrada, en la desolación y en la
plenitud de lo vivido. Porque como
apunta el Premio de Canarias de Literatura, Ángel Sánchez, prologuista del
libro, Manuel Díaz vive en pleno campo, rodeado de un paisaje encantador...Pero
llega un momento en que echa la mirada atrás y no puede remediar el componer un
poemario de pesadumbre…Un recuento de una herida que el paso del tiempo no
consigue suturar… Y nos trae Nostalgia del olvido.
Y quizás Manuel Díaz, con esa manera
de preservar las imágenes, la ausencia de los abrazos y las despedidas. De
preservar el color de las huellas de ese paisaje interior y exterior que habita
en él, se encierra en el diálogo con él mismo y logra, al menos en la poesía, una
forma de salvar la inexorable muerte.
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