Isabel Miranda De Robles
Nunca he pronunciado un “quédate”
aunque ese fuera mi más profundo sentir,
porque sé bien
que cuando un corazón se quiere ir
no hay ejército que lo detenga.
He soltado una mano
aunque mi real deseo fuese
asirle con más fuerza,
porque sé bien que es en vano
detener un cuerpo
cuya alma y pensamiento
en otros cielos vuela…
No hay comentarios:
Publicar un comentario