Antonio-Pedro Tejera Reyes
Impresionante fotografía de Puerto de la Cruz, Tenerife, con el Volcán Teide al
fondo y el Valle de la Orotava, lugar donde nació el turismo de élite en las
Islas Canarias, hoy de obligada visita para el turista que llega a la isla
gracias al mundialmente famoso Loro Parque y a su clima excepcional todo el
año. Un modelo que necesariamente debe de estudiarse para entender el
desarrollo del turismo y sus consecuencias.
DE MATURIN A
TENERIFE, ALGO MAS QUE CONTAR
COMIENZA LA
HISTORIA
Aquella mañana
era soleada como acostumbra ser en el Oriente de Venezuela, en estas épocas del
año. Emprendíamos el viaje, Maturín – capital del Estado Monagas – hasta
Tenerife, Islas Canarias, con los medios precarios que ahora disponíamos que
nos obligaba a utilizar un autobús (supuestamente de lujo) para llegar a
Caracas y desplazarnos seguidamente en taxi hasta Catia la Mar. Este recorrido
Maturín-Caracas, nos llevaría ocho largas horas – de las ocho de la mañana a
las cuatro de la tarde – en la cuales tuvimos una parada para almorzar en un
lugar intermedio llamado “Píritu”. Sin comentarios del lugar, por ser innecesarios.
Sobre lo que,
si haremos el comentario, es sobre el autobús, todo el tiempo con unas cortinas
cerradas en sus ventanillas, sin una módica luz que nos permitiera leer algo,
lo cual para nosotros se convirtió, en lo que antiguamente se conocía como “un
suplicio chino”.
Había que
pernoctar en un humilde hotel de esa zona de Catia la Mar, para el siguiente
día a las 20.30, tomar el vuelo de AIR EUROPA que nos conduciría a Madrid y
seguidamente a Tenerife, nuestro destino final. La sorpresa saltó cuando
decidimos pasar el día en el aeropuerto y desde las siete de la mañana,
decidimos arribar al Aeropuerto de Maiquetía. La cola para facturar en ese
vuelo era impresionante desde esa hora. Después de las correspondientes
averiguaciones decidimos permanecer en ella de pie, pues es la única manera de
poder hacerlo en este aeropuerto y en esa zona. A las dos de la tarde la cola
detrás de nosotros, ya era superior a la que teníamos por delante. Más de
doscientas personas venidas de muchos puntos del país dispuestos a embarcar,
cuya operación comenzó a las 15.30 horas.
Con los
retrasos habituales salimos rumbo a la capital de España, en un vuelo que dura
nueve horas y en el cual tuvimos que soportar el inconveniente de no poder
encender la luz de lectura porque era colectiva para cuatro asientos y los
demás pasajeros querían dormir. Otro suplicio.
La llegada a
Madrid tuvo también su sorpresa. Parada leve ante la policía española, por un
inconveniente judicial rápidamente solventado, sin ninguna incidencia.
TENERIFE EN
ALZA
Un aspecto
del movimiento turístico de Puerto de la Cruz, en su estampa de la gastronomía
típica junto al mar. F/ Tejera Reyes.
Puerto de la
Cruz, nuestro punto de llegada ahora, estaba en sus fiestas patronales. Toda la
ciudad era un bullicio, pero nuestra primera impresión no pudo ser mejor. Una
espléndida y acogedora velada en la Bodega de Julián, de tantos buenos
recuerdos para nosotros por las cumplidas atenciones de Julián y toda su
familia, acompañada esta vez, de sus excelentes comidas, su jamón serrano 5
jotas, y una despedida musical interpretada a tres voces con el acompañamiento
de su inimitable guitarra. Nuestros hijos anfitriones, Luis Javier y Zulay, nos
deleitaron con la compañía, y la amena charla de una pareja francesa recientemente
residenciada en la zona, él Jean-Marc cirujano odontólogo y su esposa, Marina
Fouillet, con quienes tuvimos la oportunidad de disfrutar de una auténtica
bienvenida.
En este
capítulo social nuevamente tuvimos la oportunidad de reunirnos con nuestra
historia, ante los miembros de “nuestro grupo de toda la vida “del conejo frito”, esta vez lamentablemente
con notables ausencias debido a problemas de salud, pero con la presencia de
los viejos amigos Mario Martín y Héctor Sarmiento, desplazados a Tenerife,
desde Las Palmas, precisamente para esta reunión, la cual transcurrió en el
pueblo de Santa Úrsula, dentro de la mayor camaradería y con relatos de
notables anécdotas y vivencias.
Miembros del
grupo “el conejo frito”, De izquierda a derecha: Antonio Tejera, Francisco
Gutiérrez, Ernesto Zamorano, Miguel Fajardo, Jose Manuel García, Mario Martín,
Gabriel Morales y Elviro Rebozo.
No podían
faltar los contactos profesionales con los compañeros del sector, antiguos
alumnos y profesores, tales como, Antonio Rivero, Antonio Pastor, Francisco
Almeda, Víctor Hernández, etc., con los cuales analizamos el momento actual del
turismo en las Islas Canarias, y de forma especial en Puerto de la Cruz , donde
se aprecia un notable progreso en la recepción de visitantes, confirmado en
“nuestro” Hotel Marte, con las
excelentes atenciones de siempre del amigo Santiago Rodríguez, y su bien
entrenado personal, eficiente y atentos siempre en sus diversos cometidos.
ECOS DE UNA
ACTITUD VIAJERA
Son retazos de
un viaje donde nos asaltan los recuerdos y nos motivan a la reflexión, del
“vivir es solo un sueño”, ante unos importantes acontecimientos que nos han
hecho entender el valor del profesional
dirigente del turismo, capaz de dialogar con un presidente de gobierno,
un ministro, un hombre de ciencias, o un viejo pescador, dándole a cada cual la
importancia que tienen, y que reflejan en su trato, esa calidad y conocimiento
de los hombres del turismo – esos que Haulot, calificaba como “hombres de esperanza”
– han sabido cultivar con un humanismo natural que son parte de unos principios que la vida social,
empresarial y política les ha dado, actuando de frente y de forma clara y
precisa, a favor de ese desarrollo
turístico sostenible que las Naciones Unidas, a través de la Organización
Mundial del Turismo, está exaltando este año a su mayor pódium.
La preparación
profesional y la acumulación del conocimiento y la experiencia, son los valores
más importantes que el profesional del turismo debe de tener. Lo demás son
valores añadidos, en los que hay que saber diferenciar cuales son el
“desperdicio” como dijera el Dr. Deming, en sus aplicaciones de la calidad
total.
Animación
turística en el muelle de Puerto de la Cruz, Tenerife. Islas Canarias
Son estos
profesionales, los verdaderos artífices del desarrollo de este fenómeno
turístico que está transformando al mundo. Su preparación, conocimiento y
bonhomía, son el valor fundamental que este desarrollo tiene, pese a todas las
manipulaciones que se le oponen maliciosamente en todos los lugares del mundo.
Son por los
que hemos pasado muchas horas debatiendo nuestros programas de estudios en la
Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, en esa modélica instalación,
allá, en hato El Rodeo, Ciudad Colón, Costa Rica, junto a los sabios profesores
Francisco Barahona, Felipe Matos, Gerardo Budowski, etc. algunas de las veces
ante un frugal almuerzo, símbolo inequívoco de lo que estábamos tratando de
hacer en beneficio de toda la humanidad.
EPILOGO DE UN
VIAJE INOLVIDABLE
Tenía que ser
así. Desde Venezuela nos llegaba la noticia del vuelo de regreso cancelado por
la compañía donde lo habíamos pagado íntegramente con anterioridad, en su tramo
Caracas-Barcelona.
El regreso a
Maturín tenía que realizarse con una noche de estancia en Catia la Mar, igual
que en la ida, ya que el vuelo de AIR EUROPA desde Madrid, no enlazaba con
ningún vuelo al oriente del país. Así la situación, era viajar
Caracas-Barcelona, y desde esta ciudad en un taxi viajar hasta Maturín. La
diligencia de nuestra agencia de viajes, permitió que consiguiésemos una plaza
en otra compañía, y así nos presentamos en el Aeropuerto de Maiquetía, donde
nos ocurriera un hecho impublicable en nuestra facturación, pero que, como
remate, nos llevó a comparecer ante la Guardia Nacional, por traer en las
maletas varios aerosoles ambientadores, contras insectos y desodorantes.
Identificado personalmente, así acabó la historia, sin que nada nos fueran
requisado. Un buen gesto.
Hechos y
resultados de un viajecito que por sus curiosas circunstancias resultó
inolvidable…
* (Del Grupo
de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas.
ONU)
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