Antonio-Pedro
Tejera Reyes
EL
TURISMO Y SU EXPANSIÓN
Un
reciente debate sobre la evolución y la posibilidad del aumento del turismo en
determinada nación suramericana, nos trae a la memoria muchas realidades
vividas alrededor del tema, no solo del aumento del turismo receptivo en un
país, sino las de la afluencia a las más determinadas empresas turísticas, todo
ello íntimamente relacionado con la amplia visión que tenemos del conglomerado
de estrategias que se pueden emplear en un determinado plan de marketing.
Un
marketing de estudiosos es el tema, y de entidades y personas serias, no como
aquellas que venden sus “estudios” en el campo internacional, actuando sobre
unas bases más o menos obsoletas, a las cuales les cambian el nombre del lugar
para aplicar el del nuevo cliente, e incluso las imágenes de los logos como es
el caso de las flores, algo sobre lo que podíamos contar muchos hechos
“anecdóticos”, por no emplear otras denominaciones más acordes con el tema.
Según
tenemos un constante conocimiento a través de la Organización Mundial del
Turismo, el turismo aumenta diariamente de una forma impredecible aún en las
más optimistas previsiones.
El
que podamos aprovechar este impresionante movimiento de la comunidad mundial,
está íntimamente relacionado con todas esas claves del éxito que nos instruye
un buen conocimiento en la aplicación de los medios promocionales, junto a la
calidad del producto que queramos impulsar en el mercado.
Cuando
se trate de un lugar – llámese país, ciudad, pueblo, etc. – lo primero que
tenemos que hacer es tener preparado un amplio programa de las estructuras
internas del lugar, para que nuestro trabajo no sea “pan para hoy y hambre para
mañana”. Es decir, debe tener continuidad en el tiempo y el espacio, y que el
turista que nos visite sea un auténtico propagandista de nuestra empresa por
las excelencias que le ofrecemos, procurando en todo ello aplicar nuestras
verdaderas “señas de identidad”, sin caer en la perogrullada de ofrecer playas
en Río de Janeiro, o altiplanicies en Bolivia, algo muy frecuente en esos
aludidos “estudios“ que comentamos
realizados por empresas “prestigiosas” posiblemente amparadas en esa
manipulación de comisiones políticas, tan de moda actualmente, para escarnio de
todos nosotros.
Se puede imaginar la credibilidad de un marketing que ofrece playas en
Copacabana en Rio-de-Janeiro
Se
puede hacer un estudio y pronosticar adecuadamente las posibilidades seguras de
un desarrollo activo del turismo en un país, una ciudad, un pueblo, etc.,
partiendo del elemental principio de encargarlo a quienes sepan hacer ese serio
estudio del problema.
La
larga serie de circunstancias que hay que tener en cuenta, es otra cuestión. La
inversión que haya que hacer para conseguir estos fines es también otro cantar,
y no nos referimos a lo que vaya a costar el referido estudio, estamos tratando
del arreglo del territorio, la adecuación del personal, la seguridad, y todo
ese entramado que hace que un lugar sea todo lo ansiado posible como destino
turístico.
Recursos
históricos, geográficos, calidad ambiental, vías de comunicación, etc. etc.,
son elementos a los que hay que aplicar toda la atención para que cumplan con
su función de atracción turística. El trato personal y la profesionalidad de
sus actores es fundamental en todo este proceso.
Reunión para aborda los problemas de tráfico de Boca Ratón
Nos
referimos entonces, a nada que se parezca a una utopía. Es posible aumentar el
flujo turístico hacia un determinado lugar teniendo, como tenemos, las
herramientas necesarias para ello si de verdad poseemos los recursos que generen
esa atracción para provocar la afluencia del turismo.
Ocurre
que la realidad, muchas de las veces, se enfrenta con decisiones políticas
equivocadas, o con apetencias personales inconfesables, que no permiten ofrecer
el final feliz que una gestión seria y eficaz hubiese producido, frente a lo
cual la fórmula ideal está basada en la honestidad, la honradez y el
conocimiento, algo que sí, sin lugar a dudas, es insuperable.
Unas
líneas que sumo a esa súplica – vamos a llamarla así – de la Organización Mundial
del Turismo, en su Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo.
Servir
es mi ocupación.
*(Del
Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, OMT).
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