Agustín Armas
Hernández
…Mucho se ha
escrito acerca del Puerto de la Cruz, de su historia y de sus hijos más
ilustres. Se han homenajeado a los más distinguidos y muchas de las calles
portuenses llevan sus nombres, para perpetuarlos. Mas no están todos los que
debieran estar para que fuera completa
la lista de estos insignes personajes de nuestro querido terruño ni se les ha
otorgado homenaje alguno.
Veamos lo que
dejo escrito un querido y apreciado portuense, incansable investigador y
escudriñador de la historia de nuestro pueblo. Su titulo:<< El Puerto de
la Cruz en 1804>>. Su autor: D. Antonio Ruiz Álvarez: <<Hace ya
algún tiempo, encontrándome en la Biblioteca Municipal de nuestra Capital copiando
unos documentos, encontré un cuadernillo manuscrito y sin foliar fechado en 11
de febrero de 1804 cuyo título era <<Descripción del Puerto de la
Orotava>>.
De dicho
cuadernillo se desprendía el importantísimo papel que nuestro Puerto desempeño
en el pasado tinerfeño, por su categoría comercial, por su situación
estratégica, por la riqueza de su zona –a pesar de ser entonces muy reducida-,
por su ventajosa situación climática y por su excelente producción vinícola que
le hacía figurar en el extranjero como el pueblo más floreciente y próspero del
Archipiélago. Así lo hace constar el anónimo autor del citado cuadernillo al
<<Excmo. Sr. >> a quien lo dirige, al decir que el <<Puerto
de la Orotava es el segundo de las Islas Canarias, no precisamente por su
población>> -aunque ya el Puerto, por esta fecha, tenia 4.000 habitantes
y unas 800 casas, <<sino por el grande comercio que hacen lo vecinos con
los vinos de la circunferencia. Todos los años se acopian en el Puerto de cinco
a seis mil pipas de vino, con cuyo fruto se logran de Inglaterra muchos
artículos de primera necesidad, de convivencia, y de placer. Estos vinos
puestos en pipas que tengan igual medida que las de la isla de Madera, los
ingleses los beben como si fueran de aquella isla, pues también los disfrazan
para lograr buena venta>>.
Yo me imagino
al entonces floreciente y prospero<< Muelle Viejo>>, abarrotado de
toneles de exquisito mosto, mezclado con la guinda del país y el agua ardiente
de Francia y de Borgoña, suavizado con otros ingredientes para hacerlos más generosos
y me imagino, también, la hermosa bahía del <<Limpio>> llena de
bergantines, de goletas, de grandes naves de recortada belleza y de diferentes
nacionalidades ó, quizás, aquellas que servían para hacer los viajes a lejanos
países y que eran propiedad del naviero portuense don Matías Domínguez. Sí; me
las imagino arribando a puerto para transportar la preciada carga, los vinos de
Malvasía y del Malpaís; los vinos tinerfeños, los vinos de Orotava, embarcados
por su Puerto.
Pero sigamos a
nuestro anónimo escritor en su interesante descripción: <<No hay un
pueblo en las Islas de Canaria, donde se fomente el Comercio, donde los
Almacenes estén provistos, y donde las casas comerciales sean más ricas y más
sólidas>>.
<<Los
vecinos son por lo general tan dedicados
al comercio, que en las mujeres cargan encima de la cabeza unas canastas de
ropas, y efectos extranjeros, y caminan 5 ó 6 leguas por sierras y barrancos a
los lugares más infelices a vender sus efectos y así vive un número de personas
que de otro modo sufriría muchas privaciones>>.
<<Es
lugar pedáneo sujeto a la jurisdicción de la Villa de la Orotava y esta calidad
hace poco honor al pueblo que merecía por descontado tener la consideración de
Villa exenta de jurisdicción con su Alcalde Ordinario>>.
<<No se
conoce en él fábricas, pero si son muchos los adelantos que ha hecho en
preparar los vinos para que tengan mejor despacho en el Norte>>. Por este
tiempo escaseaba demasiado el agua y varias calles estaban aún sin empedrar:
sin embargo veamos como todo esto era fácil de solucionar, pues el documento
nos dice: << Si S.M. se dignarse hacerle la merced de Villa con
jurisdicción exenta, entonces tomarían los alcaldes otro interés en su fomento;
pues hasta por el medio de subscripción emprenderían obras útiles según me han
asegurado algunos pudientes>>. En
este año de 1804 se empedró la calle de Quintana y se llevaron a cabo algunas
reformas en la pendiente Calzada de Martianez, el rico genovés don Luis Lavaggi
edificó su casa de la calle Blanco que antes había sido propiedad de don Manuel
Álvarez y en la cual nació, en el año 1796, nuestro eximio historiador don José
Agustín Álvarez Rixo.
El
Ayuntamiento lo componían los siguientes señores: Alcalde Real, don Bernardo
Cologan Fallón; diputado de Abastos, don Antonio Negrín Sarmiento y personero
sindico, don Tomás Cullen.
En este mismo
año de 1804 se registraron dos hechos importantes: el fallecimiento, el día
veinte de julio, del célebre escribano don Nicolás de Curras y Abreu, que fue
enterrado en la capilla de los Lindos o de Animas (hoy de la Virgen del Carmen
– Parroquia Matriz), a quien sustituyó su pariente don José Álvarez de Ledesma,
y la visita pastoral que en diciembre nos hizo el obispo Verdugo, quien se
alojo en la casa que en la calle de la Oposición poseía don Dionisio O´Daly
(hoy Agustín de Bethencourt).
Dejemos estos
datos y sigamos la lectura del interesante documento: <<También cuenta el
Puerto de la Orotava con algunos labradores que han roturado, y están roturando
tierras de la jurisdicción que estaban
abandonadas, y por las que paga un canon perpetuo al Ayuntamiento de La Laguna,
que servirá de obstáculos a la mejora de las tierras mismas, si no se adopta el
plan que se propondrá al tratar de los propios de La Laguna>>.
OTRAS
CURIOSIDADES DEL PUERTO DE LA CRUZ DE AQUELLOS AÑOS: Un teatro y un cine
existían en el Puerto de la Cruz en los años 50:<< El teatro
Tophan>> y el <<Cinema Olimpia>>, ambos pasaron a mejor vida.
El primero destruido para hacer un hotel, y el segundo para edificar un centro
comercial. ¿Quién no los recuerda? Por
el escenario de Tophan pasaron las mejores compañías de zarzuelas de España, y
en su sala se efectuaban aquellos magníficos y elegantes bailes de blanco y
negro, que se programaban en las fiestas de julio.
En El Olimpia, además de proyectarse los
mejores films, se llevaban a cabo los bailes llamados popularmente de
<<baños turcos>>. Hoy esta forma táctica no se estila, puesto que
han cambiado los tiempos. Una sola piscina había en el Puerto de la Cruz, que
ubicada en la playa Martínez, ostentaba su mismo nombre. En sus instalaciones
se podía, además de zambullirse en el refrescante líquido, disfrutar de un
selecto bar restaurante donde se servían las mejores comidas y bebidas, tanto
nacionales como extranjeras; saciar el apetito y la sed no era problema en la
popular e inolvidable piscina de Martiánez. En sus amplias terrazas también se
organizaban grandes y divertidos bailes
de tarde- noche, amenizados por la estupenda, y también recordada,
orquesta Manigua.
Dos eran los
restaurantes más famosos y distinguidos del Puerto de la Cruz de aquella década
ambos de grato recuerdo: << El Rancho Grande>> y el
<<Miramar>>. Estaban muy cerca el uno del otro, a poco más de
cincuenta metros, en el paseo San Telmo, aunque el Miramar tenía la entrada
principal por la calle Corales, ¿lo recuerdan? En el popular Rancho Grande,
también se hacían fiestas bailables, muy amenas y divertidas. Este restaurante
ha sido reconstruido y lo rigen en la actualidad unos alemanes. En cuanto a
Miramar, desapareció del mapa, y en su lugar surgió un edificio de
apartamentos. ¡Qué pena que se perdiera aquel y otros pintorescos riñones del
antiguo Puerto de la Cruz!
Tres farmacias
cubrían las necesidades de la población portuense de aquellos años de mis
amores. A saber: la de D. Luis Espinosa (<<Estrada>>), ubicada en
la calle Esquivel número de teléfono 120. La de doña Asunción Curvelo, en la
calle de San Juan. Y la de San Felipe, cuyo número de teléfono era el 64. A esta última farmacia, mencionada, le tocó hacer la guardia en las
fiestas de julio del año 1954.
Los centros
culturales que existían en la misma época, en la cuidad turística, eran los siguientes:
Colegio de Formación Profesional, ubicado en la calle Pérez Zamora, hoy
restaurada y convertida en “Casa de la Juventud”. Museo de Arqueología Canaria
y Arte Contemporáneo, en la calle Quintana número 12, y el Instituto de
Estudios Hispánicos, en la misma calle e igual edificio.
En este
cultural Instituto, de todos conocidos, además de exposiciones de pintura y
escultura, etc., se siguen impartiendo los famosos cursos de invierno para
extranjeros, que en combinación con la Universidad de La Laguna, han cosechado
muchos éxitos. También en la sala de este importante centro cultural se siguen
ofreciendo conferencias, sin y seguidas de coloquios, donde el conferenciante,
después de exponer el tema, pasa a la disertación y al coloquio con los
asistente. Ejemplo de ello eran, <<La tertulia de los Iriarte>>.
Hoy, no sé por qué razón, no se imparten.
No quiero
dejar pasar este articulito y la oportunidad que me ofrece este distinguido
rotativo EL DIA, para felicitar y agradecer al presidente y directiva del
Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, (I E H C) por el magnífico ciclo
de conferencias que nos ofrecieron hace algún tiempo , titulado: <<El
legado cultural de España al siglo XXI>>. En dicho evento intervinieron
la flor y nata de la intelectualidad
española. Veamos sus nombres y temas tratados por cada uno de ellos: Dr. José
Luis Pinillos (profesor emérito de Psicología), << El legado cultural de
España en un mundo postmoderno>>. Dr. José María Jover Zamora (profesor
emérito de Historia Moderna de España y de Historia Universal Contemporánea),
<< La civilización como objeto de conocimiento histórico>>. Dr.
Fernando Chueca Gaitia (arquitecto y académico de la Real de Bellas Artes de San Fernando), <<La arquitectura: del historicismo al
racionalismo. Dr. José Manuel Pita Andrade
(profesor emérito de Arte Moderno y Contemporáneo), >> La pintura
luminista>>. Dr. José Manuel Alvar López (profesor emérito de Lengua
Española), << La poesía de Luis Rosales>>. Dr. Domingo
García-Sabell Rivas (presidente de la Real Academia Gallega), << La
aportación literaria de Galicia>>.
Para todos
ellos: conferenciantes y organizadores, mis más sinceras felicitaciones.
Posdata:
espero que a estos conferenciantes, por sus mentes lúcidas e inteligentes
y una facilidad de palabra
impresionante, vuelvan a deleitarnos con
nuevas conferencias…
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