Esteban
Domínguez
Notamos como
nuestros políticos se olvidan de lo que prometen. En primer lugar, deben de
poner más cuidado en las siguientes calles, como son la calle Achimencey y la
de Mencey Acayno, ya que necesitan una capa de asfalto, pues hace años que lo
seguimos notando.
También les recuerdo que para que el Realejo
de Abajo mejore, deben de plantar, variedad de flores desde la plaza de San
Sebastián, al puente de Barroso, y así evitaremos el mal aspecto que presenta.
Anteriormente,
esta calle que aún no tiene nombre, estaba muy mejorada, pues recuerdo que los
jardineros del ayuntamiento, cuidaban celosamente, de las plantas, y daba gusto
ir por esta zona bellamente, atendida.
Y si de calles hablamos, no olvidemos que,
desde San Agustín, a la Plaza de Tigaiga, hay muchas cosas que mejorar, ni
nuestros políticos se ponen de acuerde. “Pues cantar es una cosa, y dar trigo
es otra”
Los Realejos
no pueden perder de ninguna manera nuestras tradiciones y costumbres heredadas
de nuestros antepasados que muchas veces, cuidar sus jardines, les costaba
dinero y trabajo.
Hoy nuestros políticos realejeros se han
olvidado de sus obligaciones, y es lógico que los ciudadanos se lo recuerden.
Anteriormente
la plaza de San Sebastián, alegraba de alguna manera, aquel entorno. ¿Lo
recuerda algún político actual?, yo creo que no.
En Los Realejos quedan muchas cosas muy
pendientes que deben de resolver nuestras autoridades.
Me alegro que
don Antonio González y Viera y Clavijo, se hayan hecho algo por recordarlos,
con esas bellas pinturas que todos admiramos.
Finalmente,
recordar a un gran amigo que ha fallecido recientemente en Santa Cruz, y que,
por muchos años, fue gobernador civil de Santa Cruz de Tenerife.
Me refiero
claro está a don Ángel Martín Delgado. Aquí su madre tiene una calle dedicada a
ella, ya que en tiempos remotos realizó un gran servicio por la educación, no
solo en su casa, sino además en el antiguo convento de San Andrés y Santa
Mónica, durante muchos años.
Esta familia
tenía gran devoción por la Virgen del Carmen, por la de Los Afligidos, y por
San Vicente.
En una
ocasión, y siendo gobernador civil, me comento en s despacho en una visita que
le realice, las siguientes palabras: “Esteban, yo prefiero primero ser alcalde
de Los Realejos, que gobernador civil, a ver si se acaban los problemas, entre
el Realejo Alto y El Realejo Bajo”.
Pero el
destino de la vida es así. Estuvo muchos años de gobernador civil, y nunca de
alcalde.
Era muy amigo
de don Domingo Luis Estrada, otro hombre que, gracias a él, la Virgen del
Carmen tiene hoy para alegría de todos su Santuario.
Amigo Ángel
derramar por su ausencia una lágrima, se evapora, ponerte unas flores, se
marchita. Y lo mejor para tu alma, es rezar, por tu alma, y la de tantos buenos
realejeros que realizado, muchas cosas buenas por este pueblo, sin pedir nada a
cambio, como lo realiza por tu estimada e inolvidable Madre.
Ángel, tu
sabes muy bien, el afecto que por tu familia le tenemos muchos de los
realejeros. Y que tu alma y de todos los fallecidos, gocen por siempre en el
seno de Creador. Descansen en la PAZ DEL SEÑOR.
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