Manuel
Marrero Morales
Llevamos
varias legislaturas escuchando la misma cantinela por parte del insularismo
isleño: "Somos los únicos que representamos a Canarias, tenemos voz propia
en Madrid, nuestra obediencia es a Canarias,.."
Y así,
elección tras elección, hasta la derrota final. Desde el año 1993 en que CC
obtuvo 4 diputados, que repitió en el 96 y en el 2000, ha ido perdiendo apoyo
electoral, pasando a 3 diputados en 2004, bajando a 2 en 2008 y 2011, y a sólo
una en 2015.
Mientras
tanto, durante todos estos años CC ha venido gobernando Canarias, sin ser el
partido más votado, eligiendo unas veces al PP y otras al PSOE como
acompañantes, y apoyando a uno u otro en los gobiernos del Estado.
Por tanto,
los responsables de las viejas formas de hacer política en Canarias son los
trillizos: CC-PP-PSOE. El paro, la pobreza y la exclusión social, el deterioro
sanitario y educativo, las políticas de destrucción del sector primario, el
creciente deterioro medioambiental, la corrupción, todo ello tiene unos
responsables políticos, que nos llevan gobernando desde hace décadas. Y que
ahora están de acuerdo en dar la puntilla con la Ley del Suelo del Sr.
Clavijo, para convertir a las islas en
un solar y que se califica a sí misma con las declaraciones que hacía el
principal imputado del Caso Arona (CC): "si la nueva Ley del Suelo
estuviera aprobada yo no estaría en el banquillo"...
Ante la
sociedad canaria se ha presentado Coalición Canaria como el partido "conseguidor"
en Madrid. Y han vendido su exigua representación por un plato de lentejas. Una
y otra vez, de forma reiterada, las promesas de los gobiernos del PSOE o del PP
nunca se cumplieron, pero CC tenía que seguir justificando ese papel. Los
intereses defendidos raramente coinciden con los de las personas que
conformamos la mayoría social, suelen ser grandes infraestructuras para
beneficiar al gran empresariado, la introducción del gas, los beneficios para
las eléctricas, las modificaciones del REF para que paguen menos y evadan más
los que más tienen,...
Los tres
partidos (y de manera especial CC) han ido perdiendo apoyo electoral
progresivamente. Es evidente el desgaste que han producido tantos años de
gobierno y de promesas incumplidas, de corruptelas, de favorecimiento a los
"clanes de la avaricia" en Canarias, de paseos populacheros por las
procesiones y por las romerías, pero gobernando contra la mayoría social. Esta
situación parece que está tocando a su fin.
El retroceso
notabilísimo en las pasadas elecciones autonómicas y municipales, la debacle
producida el pasado 20 de diciembre y el vaticinio del CIS que predice que no
mantenga la única diputada para las elecciones del 26-J, convierten a la
amalgama insu-nacionalista en un partido a extinguir, como el atún rojo, al que
dicen defender.
El electorado
es muy sabio y no se deja comprar con bocadillos de mortadela, excursiones en
guagua, conversión de derechos en favores o políticos disfrazados de
"magos ocasionales" demostrando cercanía en las romerías.
El pueblo
canario sabe que los trillizos que nos gobiernan son responsables de que los
servicios de sanidad sufran recortes y la atención a la ciudadanía esté
supeditada a los intereses privados del empresariado dueño de la medicina
privada y que evade capitales a paraísos fiscales.
El sufrido
pueblo canario, que hace esfuerzos para poder llegar a fin de mes, observa con
estupor cómo el "ministro canario del PP", adalid de las
prospecciones pretrolíferas en las islas, aparece en los "papeles de
Panamá".
Las cientos
de miles de personas que viven en Canarias bajo el umbral de la pobreza no dan
crédito a que el máximo responsable del PSOE en Canarias esté señalado en algún
medio de comunicación como favorecedor de empresas de su familia.
En estos
años, por los medios de comunicación de las islas nos hemos ido enterando de
continuas noticias sobre la corrupción.
La corrupción
es un estado de ánimo, que se ha instalado dentro de la Administración de forma
normal y cotidiana. Decenas de cargos públicos y empresariado señalados por
prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales
públicos, alteración de precios, cobro de comisiones ilegales, administración
fraudulenta, actividades y negociaciones prohibidas a funcionarios públicos, acciones
contra la ordenación del territorio, falsedad documental, blanqueo de
capitales,...y algún aforamiento ventajista y privilegiado. Todo un abanico de
términos legales con los que la sociedad ha llegado a familiarizarse y algunos
sectores, los corruptos pasivos, que incluso los justifican y apoyan, porque
"la política es para enriquecerse y es tonto quien no lo haga..."
Las
Teresitas, Eolo, Faycán, Arona, Varadero, Forum, Parque Marítimo, García
Cabrera, Mamotreto, Corredor, La Hondura, Casa Siliuto, Unión, Carreteras,
Simpromi, TDT, Willy, Emalsa, La Favorita, Europa, Paraíso, Reyes, Tinajo,
Stratus, Patronato, Perdomo, Arroyo, Palmera, Góndola, Los Silos, Abréu, El
Tanque, El Trota, Arico, Granadilla, Las Arenas, La Guancha, El Trompo, Mesa,
Correa, Tacoronte, Contratos, Móvil, Haroldo, Relinche, Enchufe, Punto Limpio,
Sálvame, Párking, Telaraña, Ludoteca, Tarajales, La Nao y El Pozo, Tanatorio,
Las Calcosas,...son todos ellos nombres de "casos" ligados a algún
tipo de irregularidades y sujetos a investigaciones. Muchos de ellos se
encuentran aún pendientes de juicio y correspondiente condena o absolución. Y
pertenecen a todos los partidos que nos han gobernado en las islas.
La corrupción
tiene dos protagonistas: el empresariado que compra voluntades a cambio de
favores y los cargos públicos y funcionarios que se enriquecen a costa del
erario público y hacen políticas favorables para las grandes fortunas, que son
quienes mandan. Y en medio, sufriendo el latrocinio y la gestión ineficaz, la
mayoría social que ve recortados sus derechos en sanidad, educación,
dependencia, servicios sociales,...como consecuencia del implacable saqueo de
las arcas públicas.
A esa mayoría
social, utilizando el miedo unos y las mentiras y falsas promesas, otros, se
están dirigiendo en esta campaña los representantes canarios de los trillizos
para que todo siga igual. Parece que ya no son creíbles sus propuestas y que la
población canaria no aguanta más cuentos, mentiras y falsas promesas.
Y están muy
nerviosos, porque todos bajan en apoyo electoral, mientras la única fuerza que
crece es Unidas Podemos, que llega a la política con gente que va a representar
los intereses y aspiraciones de la mayoría social de las islas. Esa sí que va a
ser la verdadera voz de Canarias, la de la mayoría social de los habitantes de
estas maltratadas islas. Nos merecemos ilusión y dignidad. Nos merecemos un
gobierno de cambio, que apueste por las personas.
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