José
PerazaHernández
Corrían tiempo duros en 1947 en
Los Realejos, la mayoría de la gente trabajaba en la agricultura, donde convivía
la platanera, la papa, el millo, entre otros. Los agricultores no tenían
horario, y empezaban sus faenas al amanecer hasta prácticamente el atardecer;
incluso para algunos, los medianeros, no había ni domingos ni festivos; ya que
tenían que atender a los animales todos los días.
Para el agricultor, el agua es
fundamental para sus cultivos. Por eso, muchas veces se hacen estanques, para
no depender sólo de las estaciones de lluvia, y también para evitar las
sequías.
El barranco Godínez, que divide al
Realejos Alto y Bajo en dos, era un barranco que llevaba muchas agua en los
tiempos de lluvia. Generalmente, esta agua se perdía en el mar. Por eso se
decidió, construir una charca en el propio Barranco Godínez, bajo el antiguo
Cementerio de Realejo Alto (hoy plaza La Unión).
En el Valle de La Orotava, se
habían construido muchos estanques o estanquillos, pero una charca significaba
una ingente cantidad de litros para el riego. De las Charcas más conocidas, se
halla la de Familia Ascanio, construida en el Barranco de La Arena para el
cultivo del plátano, concretamente en la zona del Quiquirá. Dicha obra
comenzaba alrededor de 1912, y después de diferentes problemas, fue terminada
en 1927. La altura de esta charca era de 30 metros de profundidad, y su
capacidad de 700.000 pipas.
Una obra no tan grande como la
Charca de Ascanio se realizó en Los Realejos, La Charca en el Barranco Godínez
de Los Realejos. Dicho proyecto fue realizado por la familia de don José Iglesias,
junto al Barranco Godínez”, bajo La actual Plaza La Unión. Hemos entresacado la
siguiente información del Archivo del Ayuntamiento de los Realejos, en la Actas
del propio consistorio:
“ACTA. FOLIO: 162 Vto. ASUNTO:
Charca de Godínez. En la Casa Consistorial de la Villa del Realejo Alto, Siendo
la hora de las veintitrés, del día veinte y cuatro de septiembre de mil
novecientos cuarenta y siete, se reunieron bajo la presidencia del Sr. Alcalde,
donde Miguel Cedrés Borges, y los Sres. Gestores don Domingo García Hernández,
don Isidro Hernández Siverio, don Joaquín García Acevedo Pérez, don José Méndez
García, don Nicolás Hernández González, al objeto de celebrar reunión ordinaria
en segunda cita. Abrió la sección diese lectura, al acto de la sección la que
fue aprobada por una unanimidad. Posteriormente, se dio paso, a diversos
puntos: Edicto sobre la Construcción de una charca: El Ayuntamiento quedó
enterado del edicto del Sr. Ingeniero Jefe de obras Públicas, por el que se
abre información, respecto al aprovechamiento de las aguas discontinuas del
Barranco Godínez para un embalse que va a construir doña Manuela Ascanio de
Iglesias, en el lugar denominado El Cuarto”.
Para la edificación de la charca
se construyeron muros desde sus cimientos, con distinta altura, según el distinto
relieve del terreno. La Capacidad de la Charca era 1.000 pipas, bastante
modesta si la comparamos con la Gigantesca Charca de los Ascanio. La obra
sirvió para el riego de las distintas fincas de la zona.
Hagamos un pequeño comentario
sobre cómo era el lugar alrededor de La Charca Godínez. Al comienzo de La Calle
de Las Cañitas, y junto a la carretera, se encontraba una casa y una gran finca
que pertenecía a don Salvador Iglesia Domínguez. Finca de plataneras, donde
también se sembraba todo tipo de hortalizas, variedad de árboles frutales, con casa
de medianeros. Abarcaba desde una de las curvas más cercanas al Realejo de
Arriba, lugar donde se encontraba la Charca Godínez, y recogía agua para el
riego de dicha finca. La misma terminaba lindando con la calle La Alhóndiga, y abordaba
todo el barranco de Godínez.
La Charca de Godínez tenía forma
de media calabaza o media guitarra. Y en la misma se hallaban unos escalones para
bajar al fondo de la charca por si existía cualquier avería en las bocas de
riego.
La Charca pertenecía a una de las
fincas mayores del Realejo de Abajo, lindando desde la mencionada charca, en
dirección a la casa de los dueños, continuando por el callejón de Las Tenerías,
hasta llegara a la calle Alhóndiga, y a continuación, siguiendo por todo el
borde del barranco de Godínez hasta llegar a la misma Charca.
En la calle Alhóndiga, se
encontrada otra casa de Medianero, donde residían con su familia don Pedro
Gonzáles, conocido por Pedro el del Barranco y su esposa doña Carmen la del Barranco.
Él trabajaba en la finca, y fuera de horas atendía a sus animales. También se hallaba
otro Medianero, de nombre Baldomero, el cual no vivía en la finca, pero tenía el
beneficio a medias del ganado, y cultivaba huertas de papas o de verduras,
mayormente.
Alrededor de 1950, la carretera
general subía de San Agustín, la Cascabela y entraba en una carretera que se
adentraba en el Barranco Godínez o zona El Cuarto, y que pasaba muy cerca de la
Charca de Godínez, dicha carretera tenía doble sentido. La Carretera comunicaba
San Agustín con el Realejo Alto.
Alrededor de principios de 1980,
en La Cruz Santa-Zamora, se utilizó el Cráter de la Montaña de La Gañanía o Granadillar
para construir el Embalse de la Cruz Santa, en la Línea del Plan de Balsas del
Norte de Tenerife (1980-1990) del Cabildo Insular de Tenerife.
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