Salvador García Llanos
Han celebrado en el Puerto
de la Cruz el Día Vecinal, una convocatoria con la que cohesionar la
convivencia y resaltar la aportación de personas que, en sus respectivos campos
profesionales o en el ejercicio de sus responsabilidades públicas, destacaron -casi
siempre de forma desinteresada- en su tarea de cultivar y atender la vida
comunitaria.
Los antecedentes habría que
encontrarlos en 1999, cuando la Confederación de Asociaciones de Vecinos de
Canarias (CAVECAN) quiso hacer coincidir en el Puerto de la Cruz el mandato
municipal recién comenzado con un impulso a los afanes vecinales que
mantuvieran encendida la llama de una inquietud que había sido determinante en
la vida local de nuestras islas. Después, en 2008, hubo otra celebración
similar. Ahora, ha sido el Grupo Municipal Socialista el que propició un
acuerdo plenario para reactivar esos afanes y conceder en honor del vecino una
celebración modesta y desenfadada pero que contuviera la voluntad de reconocer
de algún modo su papel.
Así, siguiendo una metodología
participativa, desde el Ayuntamiento -por cierto, ¿dónde estaba el alcalde en
el momento de entregar las distinciones?- desarrollaron un trabajo coordinado
desde una mesa específica, abierta a grupos políticos y asociaciones, que
habría de representar un reconocimiento al vecindario portuense. Se trataba de
difundir por medios de elaboración propia las características de los núcleos de
población del término municipal y de distinguir a personas que en su ámbito
territoral y social acreditaron una aportación valiosa, ayudaron al desarrollo
del sector y participaron activamente en tareas sociocomunitarias. Quizá la
fecha sea lo de menos: lo importante es aprovechar bien las enseñanzas del
proceso, cualificar las sinergias creadas y propiciar un clima de buena
sintonía con las asociaciones vecinales, venidas a menos, según testimonio
coincidente. A propósito, a ver si logran que haya concurrencia activa en esos
períodos de exposición al público de actuaciones y proyectos, principalmente
aquellos que tienen que ver con el patrimonio y la cultura portuenses. No todo
se va a agotar en cuatro o cinco mensajes dejados en las redes sociales.
Después de varias
actividades, la jornada de convivencia, este Día Vecinal, culminó con el acto
de entrega de reconocimientos, austero y hasta accidentado pues Juani Carrillo
del Pino, una de las distinguidas, sufrió una lipotimia y hubo que aguardar a
su traslado en ambulancia. El calor hizo mella, vaya que sí, pero, por fortuna,
la cosa no pasó a mayores. Junto a ella, quedaron consignados los nombres de
Carmen Virginia Hernández Rodríguez, Cándida Rosa González Perdigón, Ángeles
Bello Bethencourt, José García Guillén, José Expósito González, Andrés Gómez
Delgado y Melecio Hernández Pérez como bienhechores de la causa vecinal.
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