Lorenzo Soriano
El pasado fin de semana tuve la oportunidad de
tener una extensa charla con un experto Fiscal de probada reputación,
preparación y altura en conocimientos. De tendencia Liberal, y en espíritu
colaborador positivo, sin afán recaudatorio y opuesto frontalmente a la
Hacienda confiscatoria, me expuso sus opiniones muy sesudas y elaboradas. Fue
un placer departir con él, en la senda de la "Hacienda amiga y el
Contribuyente Feliz". Todo lo contrario, a la fiscalidad que se nos aplica,
y del modo que se nos aplica. Yo, más pesimista al ser empresario, veía
"imposible" una reconducción fiscal de este país. Al menos que
tuviera tiempo de disfrutarla dada ya mi madurez en años.
Fue reconfortante el oírle afirmar, que la
reconducción, no solo es imprescindible, sino que también es posible.
Nuestra elefantiásica fiscalidad, es fruto
especialmente del despilfarro autonómico, grosero, nefasto, de amiguismo,
parentelar y de compinches plagado. El Mega Estado clientelar es imposible de
alimentar con una fiscalidad rigurosa y que permita crear riqueza y
prosperidad, ser justa y adecuada a nuestro país, a sus posibilidades y a las
de sus gentes. La falsa cantinela de que tenemos la fiscalidad muy baja, no
solo falta a la verdad, sino que es de bochorno e insultante el escucharla.
Tenemos una fiscalidad que supera a cualquiera de nuestro entorno, siendo un
país, con muchísimas limitaciones. No solo por cultura sino también por
recursos, preparación y otras causas. Ocurre que, muchísimas obligaciones
recaudatorias, obligatorias y sancionables, no figuran en los parámetros que se
usan para los índices de presión, por lo que la fiscalidad publicada, es de lo más
torticera. Y además tenemos la Seguridad Social, que cumple todos y cada uno de
los requisitos de un impuesto. No garantiza nada, es obligatoria, cambiante y
aleatoria, además de previsible, pero siempre en contra del ciudadano, que
nunca sabe a qué tiene derecho.
A Casi nada, por cierto. Lo publico en General, en
España, es un fracaso, un desastre absoluto y de donde nacen las mayores
corrupciones ya que es donde único los Funcionarios o Políticos
"abrevan" su podrida ambición. y nos atracan.
Si ya Linde, el Capo del B d E, nos lanza que, si
tenemos piso propio y pagado, lo de las pensiones es demasiado pedir, nos
tenemos que poner en prevengan. No hay correlación con lo aportado y lo
recibido, en ningún caso, y los criterios de solidaridad o el incremento del
gasto Púbico gira de la mano del Politicastro de turno. Sin rigor ni
escrupulosidad, sin respeto ni consideración alguna a nuestra calidad de
ciudadano y de contribuyente. Esta circunstancia, se da de una manera perversa
y convierte al ciudadano en Rehén de un Organismo para el que todo gira a su
favor y para quien todo vale, dejándonos en el más absoluto abandono y en la más
oprobiosa Indefensión.
Lo de las "ganancias patrimoniales"
sobre bienes no realizados, lo de las Herencias, lo de El IRPF a las pensiones,
lo de las notificaciones Telemáticas a los pequeños empresarios, tanto si las
abren o no, tanto si las reciben o no, tanto si se están muriendo o no, en un
País donde aún ni en muchos años será, en lo de Internet y la informática aún
queda por surcar y plantar.
Ni España puede ni los españoles tampoco, dado que
la riqueza y valor añadido de Nuestro país es bien poco, permitirse una
fiscalidad confiscatoria y oprobiosa. Que incita al fraude por incumplible y
elimina la competitividad que la baja productividad disminuye.
Un país como este, con la abstención que permite,
las Leyes laborales desnortadas que rigen, los manumitidos, liberados y demás
parásitos y parasiteadores del sistema que fomenta, permite e ignora, y donde a
cualquier atisbo de avance o recuperación, la fiscalidad ocupa el hueco y la
absorbe, jamás podrá avanzar. Además, que campa por las relaciones sociales la
dificultad y obstaculización gubernamental, lo que impide que las empresas
consoliden y que los beneficios sean repartibles y haya generosidad entre empresarios
y trabajadores sin miedos a los picos y valles. Es un entregarse a las
políticas nefastas de "izquierdas", totalmente experimentadas y de
resultados catastróficos, solo por la "corrección política" de miedos
y electoralismo. La reconducción es absolutamente necesaria pero hoy en día
inaplicable por la falta de Hombres de Estado que miren más allá de sus tempos
electorales. Y, sin embargo, si recondujeran, en fiscalidad y en otras materias
como la laboral, España podría situarse en los puestos de cabeza de los países
industrializados y se crearía una riqueza repartible inmensa.
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