Antonio-Pedro Tejera Reyes
UN
MARAVILLOSO PAÍS, QUE EL TURISMO HA REVALUADO
La espectacular visión del PRESIDENTE
INTERCONTINENTAL, en la Ciudad de México, uno de los hoteles más lujosos y
prestigiosos del mundo, que mencionamos en este reportaje.
RECUERDOS Y AÑORANZAS
Pasada la tormenta de una fuerte situación anímica
negativa, una de nuestras fuentes de inspiración, el gran amigo Guillermo
Valencia Velázquez, nos escribe desde la Intercontinental Hotels Group, en
Ciudad de México trayéndonos el recuerdo de su estancia en la isla de Tenerife,
donde acudió a graduarse en turismo hace cuarenta y cinco años, en la escuela
de turismo, que el año 1965 habíamos fundado allí, hoy Medalla de Oro de la ciudad,
sin que se haya nombrado para nada la gesta de su fundación, salvo el
apoderamiento de dicho hecho por un personaje que ni siquiera en aquella época
figuraba en el staff de sus integrantes. Ver para creer.
El caso de Guillermo Valencia – General Manager
del Presidente Intercontinental, México City – lo comentamos en un amplio
reportaje (EL DIA-LA PRENSA 19 mayo 2007) por tratarse de uno de nuestros más
destacados alumnos a niveles internacionales, donde ha sobresalido con altas
cotas por su profesionalismo, después de los tres años de estudios en Santa
Cruz de Tenerife, y sus trabajos prácticos en la Residencia Franpérez (hoy.
Apartamentos Park Plaza) en Puerto de la Cruz…
Año 2011. El autor, junto a Guillermo Valencia
Velásquez, destacado profesional, alto directivo de la Intercontinental Hotels
Group, graduado en la Escuela de Turismo de Tenerife, en los años 1970.
Realidades que es justo recordar y destacar de una
gesta que ha tenido un excepcional valor, en el emporio turístico de Canarias,
donde sus huellas son los cientos de profesionales turísticos que ha dado al
mundo, desde esas lejanas fechas, donde ya en 1973 encontraríamos su valor con
la sorprendente presencia del ex alumno Antonio Ciro Brito Dorta, en el Hotel
Casa Grande en las playas de Guarujá – Sao Paulo – de Félix Felipe, en el Hotel
Intercontinental de Río de Janeiro, o Mercedes Manchado, en Viena, por nombrar
solo estos recordados señalados ejemplos.
Más tarde, en los años 2000, recibiríamos en
Canarias, decenas de alumnos mexicanos de diversas universidades, atraídos por
nuestros estudios profesionales, programados junto a la Universidad para la
Paz, de las Naciones Unidas, dentro de lo que se configuró como el inicio de la
instalación de un laboratorio experimental de enseñanzas turísticas mundiales.
Vienen estos hechos a la palestra, como un
preludio para ensamblar este canto a México, que es una continuidad de lo que
venimos escribiendo desde hace muchos años, cuando un congreso de la
Confederación de Organizaciones Turística de América Latina (COTAL) nos llevara
a Acapulco, desde aquel entonces un destino incomparable del turismo
internacional.
ACAPULCO, EL DE AQUELLAS NOCHES…
Las playas de Acapulco y todo su hermoso
contenido, un recurso turístico tradicional de México, donde hoy se aproximan
ya a los 30 millones de turistas anuales.
Referirnos al Acapulco de aquellas memorables
fechas, es escribir sobre lo que publicamos entonces de un destino emergente
que ya tenía su nombre consolidado en el mundo, con una estupenda imagen, en la
cual destacaban en toda su ribera las espectaculares mansiones de los famosos
personajes de la época como Mario Moreno (Cantinflas), María Félix, etc., y la
organización de un movimiento turístico cuya atención estaba signada por la
presencia de esa innata amabilidad del mexicano, sus mariachis y su tequila,
dados ya a conocer al mundo por sus inolvidables películas. ¡México lindo y
querido!
Ahí, en ese espectacular marco nacería la célebre
canción de Agustín Lara, MARIA BONITA, esa mítica estampa donde la diva
mexicana se columpiaba sobre las olas en una de sus espléndidas y famosas
playas, de las más hermosas del mundo… ¡México lindo y querido!
MARIA
FELIX, esa mítica estampa inolvidable
El paseo por la bahía en sus embarcaciones cuyo
fondo era transparente, era una novedad que no podía nadie despreciar conocer,
y el ambiente festivo dentro de las mismas, estaba animado por las
explicaciones de unos guías – con el sonido de su impactante música tradicional
– que derrochaban simpatía y conocimiento en el deseo de servir y convivir con
quienes asistíamos a ese congreso de la COTAL mencionado, dentro del cual –
como si se quisiera perpetuar su celebración – se creó la Carta de Acapulco de
la recién nacida CLAPTUR, en la cual tuvimos el honor de participar, y que
recogía en sus estatutos la participación en ella, de periodistas y escritores
de turismo de toda América, en la que se eligió presidente al insigne
periodista venezolano, Abelardo Raidi y como asesor internacional al
suscribiente, en ese entonces vice-presidente de los Miembros Afiliados de la
UIOOT, hoy Organización Mundial del Turismo.
Las doradas arenas de las playas de Acapulco, junto al espectacular entorno del paisaje, fueron los más relevantes motivos de los atractivos turísticos de México en los años setenta del pasado siglo, hoy consolidados como uno de los destinos turísticos más importantes del mundo.
Acapulco sigue siendo un destino preferido de ese
México que hoy conocemos bastante más, con unos estrechos vínculos nacidos, por
el contacto directo con sus profesionales y estudiosos del turismo, nuestros
largos viajes por sus bien cuidadas carreteras, y todo ese conglomerado de
hechos y situaciones que hemos tenido la memorable ocasión de estudiar en
nuestras aulas de Canarias, sin ningún complejo que nos atara a viejas
gestiones y actuaciones políticas, tal como debe de ser en el mundo del
desarrollo del turismo, valorizando las señas de identidad de los pueblos sin
ningún impedimento ni taras políticas que lo cuestione.
OAXACA, OTRO RECURSO TURÍSTICO MEXICANO
De un lado al otro. En este inmenso México, todo
tiene un gran valor para su desarrollo turístico. Este nuevo capítulo es parte
de lo que escribimos años pasados, que prometemos reproducir próximamente en un
par de series debido a la gran amplitud de la experiencia recogida en uno de
nuestros placenteros viajes.
Toma aérea del mítico Monte Albán, en la ciudad de Oaxaca, donde pasamos unos inolvidables días, recorriendo uno de los muchos recursos turísticos históricos de México, con las atenciones de la familia Ríos-Ramírez, entonces presidente del Rotary Club de la ciudad, cuya componente, la profesional del turismo, Alina, fue una de nuestras destacadas alumnas en Canarias.
“La carretera que nos llevara hasta Oaxaca (se
dice Oajaca) desde Puebla, era algo impresionante. Las tres horas y media de
recorrido, eran una continua sucesión de paisajes con espléndidos panoramas de
erguidos cactus durante varios kilómetros, para pasar a profundos barrancos y
altas trincheras con los más insólitos colores en sus laderas… blanco, azul,
verde, rojo… todos llenos de matices que nos hacían entender que estaban
combinados todos los colores posibles que La Naturaleza pudiese dar. A ciento
cuarenta, o ciento cincuenta, kilómetros por hora, se podía apreciar toda esta
belleza ya que las rectas parecían interminables en aquellas autopistas, y las
curvas apenas se notaban en la mayoría de las ocasiones.
El Puente Calapa, límite entre el Estado de Puebla
con el de Oaxaca, es una impresionante obra de ingeniería moderna, digna de
figurar en los mejores manuales.
Un viaje perfectamente acompañado por las hermanas
Ríos Ramírez, de las cuales, Alina, había sido una de nuestras alumnas en
Canarias. Sus padres, el médico Fernando Ríos y María del Carmen, fueron
especiales anfitriones nuestros en esta inolvidable visita. No era una
casualidad que fuesen los presidentes del Rotary Club de Oaxaca-Antequera.
Allí, en su bella casa, rodeado de esos exuberantes jardines de nuestra
América, con el trinar de sus pájaros y el dulce clima del trópico, degustamos
nuestra primera comida oaxaqueña, con su famoso chocolate y sus exquisitas
frutas tropicales.
El Monte Albán era una de nuestras metas. Veníamos
preparados para visitar esta joya de la civilización que existió más de 500
años A.C., pero todo comentario sobre ello se nos quedaría corto para
referenciarlo. Acompañados de un extraordinario guía y de la familia
Ríos-Ramírez, disfrutamos de unas documentadas y amplias explicaciones, que más
de una vez nos dejaba transportados en el tiempo, llevándonos a través de su
hermosa vegetación – como el árbol palo negro, o sus esplendorosos laureles –
hasta sus increíbles ruinas históricas como los grabados en piedra de figuras
humanas que fueran
El Parque Nacional de Tulum, (Quintana Roo, México) fue una ciudad amurallada de la cultura Maya, hoy uno de los valores histórico-turísticos de México, visitado por miles de turistas. En la gráfica el Dr. Luis-Javier Tejera García, en su visita al lugar.
Reproducidos en fibra de vidrio para hoy ser expuestos al visitante, realizados, en el año 1995, por el artista Pedro Dávalos…
Inmensas extensiones llenas de construcciones
piramidales, perfectamente simétricas y con amplios espacios kilométricos de
vastas llanuras, nos daban noticias de la cultura zapoteca, en este
sorprendente lugar del que aún se dice quedan más de cien kilómetros de ruinas
arqueológicas por descubrir.”
EPÍLOGO
¡México lindo y querido! Los cientos de hermosos
recuerdos que tenemos de este querido país, nos iluminan un pasado en el cual
están presentes situaciones inolvidables, unidas a presentes que tenemos distribuidos
por todos los rincones de nuestra vivienda. Desde las caracolas del Cancún de
los años sesenta del pasado siglo, hasta las talaveras de Puebla, todos
recuerdos tangibles de un pasado lleno de vivencias, presidido por un mítico
ejemplar de un alebrije, esa misteriosa escultura de Oaxaca, que no se sabe
bien en que está inspirada, pero que marca el simbolismo del México de las
leyendas que almas creadoras han intentado escenificar y que nos dejan casi sin
palabras como nos ocurriera ante al árbol del Tule, las ruinas de Tulum, o la
magnificencia de la imponente pirámide de Chichén Itza… ¡México lindo y
querido!
Una muestra de la cerámica Talavera, original en Puebla, y un misterioso ejemplar de alebrije, dos hermosos recuerdos de los muchos presentes que recibimos de nuestros alumnos mexicanos.
Una muestra de la cerámica Talavera, original en Puebla, y un misterioso ejemplar de alebrije, dos hermosos recuerdos de los muchos presentes que recibimos de nuestros alumnos mexicanos.
*Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial
de Turismo
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