Lorenzo de Ara
Pedro Sánchez no se precipita al presentar una
moción de censura. Pedro Sánchez hace lo que tiene que hacer un hombre que
cuando depende de las urnas es humillado y vapuleado por el pueblo español. Es
un político acorralado por el fracaso electoral. Rajoy lo es por la corrupción
del pasado que se hace presente y no muere nunca.
Sánchez y el PSOE aprovechan la existencia de una
herramienta democrática para intentar apoderarse del poder. Asaltar el poder es
la palabra clave, sobre todo cuando el PP de Rajoy ha sido mal herido por la
justicia y, torpemente, intenta zafarse de la realidad a través de borregos
pagados para defender lo indefendible.
La corrupción es una lápida que entierra el buen
hacer de mucha gente que representa al PP en muchos ayuntamientos. Acabados,
mal heridos, compungidos. Ellos se saben indefensos, pero no tienen nada de lo
que arrepentirse. Trabajan, son honrados, están cerca del vecino y cumplen con
la palabra dada. Se pueden equivocar, pero no roban.
El PP de la Gürtel es el peor enemigo de esa gente
luchadora y buena, sobre todo buena.
Mariano Rajoy pasó de vivir un día grande con la
aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, gracias al voto afirmativo
del PNV (¿algún día no muy lejano el PSOE contará también con el voto favorable
de HB-Bildu para sacar adelante una moción de censura?).
Sin embargo, en pocas horas pasó de la
satisfacción plena a tener que experimentar el dolor supremo. Una sentencia
inmisericorde volvía a poner a “su” PP en el lugar que ocupa.
Los que intentan medrar en la política son los que
hoy pueden yacer enfermos. Los otros, concejales y alcaldes del Partido Popular
que lo único que han hecho y seguirán haciendo es trabajar, no tienen por qué
agachar la cabeza, ni pedir perdón, ni por supuesto dejarse avasallar por los
cantamañanas de turno. Ellos son lo mejor que tiene el centro derecha
democrático en España.
La regeneración del PP (¿llegó la hora de buscar
otro nombre?) descansa en las manos de inocentes que también vomitan ante
tantísima corrupción y descomposición institucional.
Ah, que si el PSOE, partido que ya fue condenado,
cree por un segundo que está legitimado para lanzar piedras contra el PP,
entonces la democracia española está condenada a fenecer.
Si la cosa va de inocentes, que Pedro Sánchez
calle para siempre. Bien está que se aleje de las urnas, pero que no predique
que el PSOE es un partido limpio de culpa.
La supuesta honradez del PSOE es un cuento chino.
No es un hombre de Estado. Es un tipo taimado que vive alimentándose del rencor
y desprecia la idea de una España unida y fuerte.
Elecciones generales, sí. Moción de censura para
alimentar el ego de un fracasado, rotundamente no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario