Esteban Domínguez
El tiempo pasa y todo sigue igual, todos queremos más
todos no podemos aguantar algunas cosas que suceden en el día a día es
imposible seguir aguantando. Esto es ley de vida, y no está en nuestras manos,
solucionarlo.
Que nuestras autoridades sean más honestas y que
presten un poco más de atención a nuestros vecinos, pues vivimos en unos
tiempos nada gratos.
Algunos viven mejor que otros, y creo que es
cuestión de adaptarnos a las circunstancias sin remedio alguno.
Otros se empeñan en saberlo todo, y hasta ahí
hemos llegado: repacemos la historia, y después que hablen los autorizados a
decir la verdad, De nada vale mirarse al “ombligo”, y la mente se nos empaña-
Los Realejos es un pueblo afortunado, dado que
existen muchos inteligentes últimamente. Pero no yodos estamos preparados para
decir lo que pensamos y por consiguiente, no quiero cometer errores, otros lo
hacen con total facilidad, y algunos se lo creer…
La vida sigue, no todos pesamos igual; no todos
somos profesores, ni catedráticos. La diva está hecha de un barro que muy
sencillamente se rompe, y en cualquier momento ese “faro luminoso” se funde.
“Querer es poder”. Un mundo sigue: unos nacen y
otros mueren, pero la realidad es muy distinta. No todos pueden llegar al final
de mes… la miseria existe. Qué duda cabe.
Hoy reanudamos aquellos comentarios, y que desde
hace cuatro meses había aparcado a un lado. Espero que volvamos a ocupar codo
desde hace tiempo, un espacio en estas páginas del Diario del Valle.
Opinar no es un derecho constitucional, al cual
todos tenemos derecho, y decirles de paso a nuestras autoridades, que aun en
pleno siglo XXI. Aún queda gente que padece hambre. Simplemente así. Su deber
es atenderlos, solucionar nuestros problemas, y hacer de este municipio sea
adecuadamente atendido en la medida de lo posible.
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