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sábado, 7 de mayo de 2016

EDIFICIOS Y MAMOTRETOS


Evaristo Fuentes Melián 

El mal llamado mamotreto, aparcamiento de Las Teresitas diseñado por el arquitecto Perrault es un edificio plano, es todo menos un mamotreto. Pero un concejal chicharrero, que antes era del grupo de gobierno de Bermúdez, parece tener una obsesión patológica que le embarga los sentidos y está empeñado en demolerlo.

Vamos a otra cosa. Hay una foto de un partido de baloncesto del año 1955, en la cancha de tierra de la plaza del Charco, Puerto de la Cruz. En dicha foto se ve al fondo la vieja sucursal del Banco Exterior, que estaba en el costado Este, junto al llamado Canal de Suez, que es la escalinata que sube hacia San Francisco. Pero la última sucursal del Banco Exterior estuvo situada al lado Norte de la referida plaza, en un edificio que es en la actualidad una de las mejores edificaciones y de más calidad arquitectónica de la etapa contemporánea (1960 hasta hoy) de la ciudad turística dentro de su zona urbana tradicional.

Este edificio del Puerto de la Cruz se hizo al mismo tiempo que el entonces nuevo Banco Exterior de La Orotava, calle Calvario frente al cine Orotava, ahora Sala Teobaldo Power. Pero este de La Orotava es un edificio mamotreto incalificable, insoportable, inadmisible en una deseable armonía de fachadas. Ambos edificios se construyeron al unísono en los primeros años setenta del siglo XX.  

Pero el de La Orotava es un mamotreto horroroso que se construyó por presiones de la entidad bancaria desde Madrid. No compagina ni tiene armonía con el resto de la calle Calvario en esa acera; y tampoco por la fachada trasera de la calle Rosales. Para colmo, está la pequeña casa terrera del recordado bar Almeida, hoy en semi ruina, en cuyo bar el camarero Copelio servía aquellos exquisitos combinados con el borde del vaso adornado con granitos de azúcar. Una exquisitez bebestible en los inolvidables años sesenta. Cabría preguntarse si el Dios Baco, Dios del Vino, también patrimonialista las bebidas blancas…


Espectador

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