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domingo, 31 de agosto de 2014

PREGÓN DE LA XV SEMANA CULTURAL DE LA CANDELARIA DEL NORTE DE LA VERA, DEL SECTOR DE LA VILLA DE LA OROTAVA

Pregonero: Gregorio Dorta Martín
Sres. Autoridades, presidentes y directivos de la asociación, vecinos y amigos.
Buenas tardes noche:
Aquel que conoce mi trayectoria profesional de la cual  he trabajado y he estado en muchos medios y por muchas empresas de la comunicación, debe de estar pensando que para quien les habla es muy fácil presentarme aquí ante todos ustedes como pregonero de esta semana cultural de estas parte de este precioso barrio y de estas fiestas de la Virgen de Candelaria de la zona de la Orotava. La verdad que tengo la sensación antes este micrófono de aquel día cuando me enamore por primera vez, muy cerquita de aquí,  que los nervios se apoderaron de mí e hizo brotar aquel efecto de aquellas mariposas que rebotaban en mi estómago y mi cabeza le daba mil y una vueltas. Porque pese a llevar ya sobre mí un largo tiempo de muchos años enfrentándome a un micrófono en la radio, a una cámara de televisión o escribir en numerosos medios que ya con los años y la veteranía es un grado, es el pan de cada día y debería de estar tranquilo, sin miedo, aquí entre los buenos vecinos. Sin embargo, hoy me siento como en esa primera vez, aquí ante este pregón de las fiestas con inquietud y con ganas de poner el punto y final por ver o conocer si les ha gustado mi pregón de esta semana cultural. En una palabra que estoy como un flan, vamos muy nervioso.
¿Cómo comienzo este pregón?, fue la primera pregunta que se me vino a la cabeza, cuando el presidente de la Asociación Gregorio García me hacía llegar mi nombramiento. Me gustaría remitirme a las palabras que siempre suelo dar cuando alguien fuera de este barrio me pregunta: ¿De dónde eres?, aunque haya vivido en Santa Úrsula, La Orotava, en Los Realejos y en Puerto de la Cruz donde lo hago actualmente, siempre suelo contestar con mucho orgullo: SOY DE LA VERA y no vean la cara de asombro que ponen mucha gente, de Buenavista, Icod de los Vinos, La Laguna,  Santa Cruz o del sur de la isla, cuando le respondo que soy de este barrio que me vio nacer, jugar, crecer, amar, rezar, sufrir, estudiar, progresar, mis buenos vecinos, mis grandes amigos de infancia y de mi excelente familia. La verdad cada vez que me preguntan de dónde soy lo digo con tanto orgullo que el que hace la pregunta, se queda pensativo y con cara de tonto ante mi respuesta y es que tengo la sensación que piensa de la gran  fama que tiene mi barrio fuera de sus fronteras, no lo consideran un buen lugar, todo lo contrario, es decir,  popular de ser muy problemático, complicado, complejo, atarugado. ¿Qué creen? que vivimos en un distrito de esas ciudades suramericanas donde si te mete en el mismo va a salir con muchas dificultades, si es que vuelves a salir de ese lugar. Vamos en una frase aquí el que pase o entre por nuestras fronteras, piensa que damos tiros, matamos a diestro y siniestro, somos grandes vendedores de esas sustancias que tanto daño hacen a nuestra juventud. Que somos gente muy rara, poco trabajadora, poco sociable, que estamos todos los días bebiendo en los diferentes bares de la zona. Que nuestros hijos están todos los días en la plaza y en los bares del territorio, que no van a la escuela, colegios o a la Universidad. Vaya error de la gente de fuera que no conocen nuestra idiosincrasia, vaya concepto más equivocado tienen esa gente de nosotros, de nuestros vecinos, de nuestro barrio. Aquí se puede decir aquello de que unos tienen el provecho y otros la fama. Que quieren que le digan a toda esa gente que aún creen que la Vera es un mal sitio para vivir, que están completamente equivocados, que no tienen ni la más remota idea de lo que hablan y de lo que dicen. QUE SI DIOS CREO ESTE PARAISO DEL VALLE DE LA OROTAVA, el corazón del mismo está en el centro de esta misma vaguada. Está en el interior de este vergel que es el Valle. Tenemos el mejor clima del mundo, aquí no hace ni mucho frío, ni demasiado calor que seguro tenemos a las mejores gente, los mejores vecinos. EN SERIO, viva donde viva siempre digo aquello con mucho orgullo y respeto a esa pregunta: Goyo. ¿De dónde eres?  SOY DE LA VERA, CON MUCHA DIGNIDAD y CON MUCHO ORGULLO.
Cuando recibí la invitación de mi tocayo y presidente de esta gran asociación de vecinos de  la Candelaria del Norte.  GOYO GARCIA, para mí el hijo del Tete, más conocido por el Canario o el tinto, gran aficionados a la UD. Las Palmas y que en paz descanse. Bueno, para ser pregonero de la Semana cultural para este año 2014, inmediatamente se mezclaron en mí sentimientos de sorpresa, ilusión, alegría y, sobre todo, de responsabilidad. De responsabilidad ante la duda de ser la persona más idónea para dirigirme a mis vecinos del barrio y de estar a la altura de lo que realmente merecen. Espero al menos intentarlo y a ellos y todos ustedes principalmente les dedico estas palabras. Este pregón.
Es para mí un privilegio y un gran honor poder dirigirme a todos ustedes como pregonero y hablar de nuestra SEMANA CULTURAL y de nuestras costumbres, sin olvidarme de toda nuestra gente, de los que vienen y se quedan; de los que se marchan, de los que han ayudado y siguen ayudando a nuestro barrio pasando en muchas ocasiones desapercibidos; y también de todos aquellos que ya no están con nosotros pero que contribuyeron a que nuestro barrio fuera un ejemplo de cohesión comunitaria.
Dicho todo esto ahora tengo claro, que mi intención es hacerles recordar con nostalgia nuestras vivencias e intentar trasladar, algunos aspectos del pasado a la actualidad. Prometo no extenderme demasiado, de hecho, me lo exigieron así los que me conocen y los que me han contratado. Porque la verdad, de este magnífico barrio y de sus gente, escribiría un libro tan gordo como los de PETETE.
Me viene a la memoria la época de mi infancia, de mi grupo de amigos y amigas, conocidos y conocidas, cuando no hacía falta ponernos de acuerdo para salir, ya que la calle era nuestro punto de encuentro, no existían los teléfonos móviles, por lo tanto no utilizábamos ni Whatsapp, ni mensajes para quedar, sabíamos que siempre había gente en el banco de cemento allí donde Don Miguel Pérez y Doña Ángela que en paz descanse, tenía su venta, su comercio entre el puente que divide prácticamente la Vera del Puerto y de la Orotava muy cerca del cine, y si no otro punto de reunión era la plaza de la Iglesia, el mismo templo o el club que estaba junto a la parroquia y que le llamábamos FUERZA NUEVA o incluso el propio barranco. También para aquellos que nos gustaba mucho el fútbol nuestro viejo campo del Salvador Ledesma, era los puntos de coincidencias de todos nosotros.
La Vera por suerte, según como se mire es un lugar que pertenece a tres municipios, Los Realejos, Puerto de la Cruz y La Orotava, con esto los que vivíamos en algunas zonas del barrio, que lindaba un pueblo con otro, disfrutábamos en aquellos tiempos de los mejores servicios de la etapa del  franquismo. No había otro lugar como el nuestro, en ningún lado,  por ejemplo la recogida de basura pasaba por la mañana y la tarde, de la Orotava y Puerto de la Cruz, si vivías en la parte de la Orotava y tu número de teléfono comenzaba con el 38, no con el clásico 33. El cartero que importante era este señor para el barrio: DON PACO pertenecía al Correo de la ciudad turística y te podían enviar las cartas por los dos municipios. Es decir que daba igual poner Puerto de la Cruz o la Orotava que las cartas siempre te llegaban. El nombre de PACO era muy popular en aquellos años en nuestro barrio, Paco el cartero, que tocaba en la puerta de la casa: recuerdo sus gritos, Doña Nieves, María, Blanca, Caya, Lala o Chona, BUENOS DÍAS y la madre metida en sus labores, le contestaba desde la cocina, sin mala intención, claro: DON PACO METEMELA POR DEBAJO DE LA PUERTA.
Y luego estaba el otro PACO, el electricista del barrio, la manita de aquella etapa. Lo arreglaba todo, la cocina de petróleo, la radio, algún cable que se quemaba,  la bombilla que no funcionaba, los plomos que saltaban...y muchas cosas más de aquella etapa.  Cada vez que el barrio se quedaba sin luz todos corrían a Paco, se subía o trepaba para llegar a las grandes líneas de alta tensión. Este hombre enseñó a bastante vecinos a conducir los automóviles cuando no existían aún las autoescuelas y tanto que muchos de aquellos años comentaban que no poseía la carne de circulación. Algo raro había bueno había en él...
Más gente del barrio, la lista sería interminable, un hombre muy conocido, fue Don Indalecio que incluso por este lado hay una calle a su nombre y creo que si la memoria no me falla fue el que puso a disposición del obispado un local para poner a nuestra Virgen de la Candelaria hasta que se construyera la nueva iglesia. ¿Quién no conoció las peripecias y las maniobras del DON PEDRO EL CURA?, era para aquella época un cura diferente, distintos un cura singular y aún perdura en nuestros días y ojala dure muchos años entre nosotros. Son muchas los datos curiosos de Don Pedro, cuando había una boda era el primero en ser invitado, no solo por la amistad que tenía con los novios o los padres de los mismo, siempre decía que “si” pero luego todos la Vera sabían su afirmación positiva: por el “vaso de vino “y siempre contaba como pareja a Melchor que no se si era monaguillo, sacristán o amigo también de buen vaso de vino. Que era un párroco diferente eso lo sabíamos todos que fuimos sus monaguillos, quien no se acuerda cuando llegó en ropa interior a decir una misa porque le robaron la misma mientras se daba un buen baño en la Playa del Socorro. Y en otra oportunidad en la fiestas cuando la Virgen de Candelaria entró a la iglesia a altas horas de la madrugada y encima lanzaron fuegos que retumbaron en todo el valle. Fue noticia en los medios a nivel de canarias.  Creo y pienso que sin exagerar  un auténtico récord GUINES.  Al fin era buen cura, con sus peculiares cosas, junto con Don Esteban, el “cojo” que era director de coro de la iglesia, otro de nuestros personajes más significativos. Estaba una señora que procedía de la Orotava, Doña Domitila todo un genio de organizar con la gente joven, rondallas y  grupo para cantar villancicos. Doña Domitila era de esas mujeres directas que no se andaba por las ramas cuando te tenía que decir algo. Y a muchos de nosotros nos puso muchos apodos o motes. Algunos de los amigos o amigas del grupo, te decía por el tamaño de su orejas le llamaba “orejudo” a mí por la altura “grandullón” a otro, por las piernas largas “larguiducho”  y  porque su padre cobraba el agua “aguacero” y al que su padre cobraba la luz, “lucero” así suma y sigue esta señora. En aquel grupo de villancicos del barrio, que recorríamos todos sus rincones en esas fechas de navidad, íbamos en busca de la sorpresa y cuando visitábamos a la gente más pudientes, a sus ricos, ella se pensaba que estaba ante la misma MONCLOA o el PALACIO REAL, chicos no hagan ruidos que este es el chalet de un hombre muy poderoso, nos comentaba, de puntillas ante aquel hermoso edificio, pero ella no contaba que entre nosotros había algún “golfillo” de le época que le gustaba mucho la broma y todos por fuera de aquella hermosa Villa, con la máxima ilusión de cantar un villancico. ¡¡Ssssss..! Empezaba Domitila...1, 2,3....y saltaba nuestro amigo “el listillo” miau, miau, miau...no veas la que se armaba, todos nos reíamos, otros se sorprendía y el chalet que tenía toda sus luces apagadas se encendía al unísono y los perros comenzaban a ladrar con tanta furia como si nosotros de ladrones se trataba. Muchas veces tuvimos que salir corriendo con los instrumentos en la mano y con DOMITILA con cara de Margara Tacher o la dama de hierro, porque no había recaudado nada.
Habían muy buenos negocios en el barrio, bueno negocios por decir algo, aquello eran establecimientos de ONG, por la ayuda que nos prestaban,  estaba la Venta de Don Juana, con sus cuatro sacos de azúcar, sal y café, sus ristra de chorizo de perro y verduras y su sonrisa, con sus guapas hijas, luego la venta de DOÑA CONCHA CANTARE, como antes todo era fiado de palabra, esta señora sus números eran redondeles, según la cantidad iban creciendo y nunca llegó a equivocarse, luego estaba la venta de Don Miguel Pérez y doña Ángela, Marrero en el Ramal de la Vera, la venta muy cerca de nosotros de Irene y Gregorio El chonguito, más negocios, Boro el de las flores, el Estanco de las chicas también en el Ramal,  más los bares de la zona Bar Tinerfe, Bar Felipe, Bar Juanita que hacia unas papas con carne que te chupaba los dedos. Incluso, recuerdo a los cobradores de la luz Eugenio o del agua Teodoro. La gente era seria, muy seria, no hacía falta nada para que te dieran un fiado o un aplazamiento. Teníamos incluso un molino de gofio, el de Pepe el Molinero. Además, estaba como barbero Mandinga que también era un hombre muy especial, una vez mi padre estaba muy enfadado conmigo porque mi pelo estaba muy largo, era la etapa que me gustaba mucho el grupo inglés LOS BEATLE, mi padre le dijo a MANDIGA de broma. ¿Córtale el pelo a cero a este melenudo de hijo? Ni corto ni perezoso el barbero me dejo sin un solo vello sobre mi cabeza, eso en esa etapa era algo muy difícil de llevar y de asimilar y estuve mucho tiempo sin salir de mi casa hasta que me creció algo el pelo. Y hablando de barbería también estaba la de Manuel Bello el marido de América que también contaba con una pequeña venta de alimentos, más barbero en  la Guina contaba con Domingo el padre del Guaza. Que bella era la vida con esta gente y esos comercios, recuerdo en mi casa cuando por primera vez mi madre a instancia de todos mis hermanos quería comprar una televisión que para aquella época era todo un lujo y me envío a mí con mi hermana al negocio de Don Miguel Pérez y de doña Ángela y la señora, hablaba con mi hermana largo tiempo, preguntaba por mi padre, por mi madre, por la familia. Era más importante para ella la vida familiar y su cariño por nosotros que su propio negocio, en el buen sentido de la familia que formaban todo este núcleo de vecinos.¡¡QUE BUENA MUJER ERA DOÑA ANGELA” Luego, le dejaba algo de adelanto a la compra, lo apuntaba en la libreta y le decía a uno de sus empleados más fieles “Pedro, luego baja y le lleva la televisión a casa de Felipe el caraqueño”, cuantos favores hicieron estos comercios a nosotros y a todos los vecinos. Hubo también muy particular frente al Cine la venta de Don Manuel y sus hijos y la tienda de ropa la de los Cubanos. No había tarjetas bancarias, no existía el papeleo de los préstamos, éramos tan felices con tan pocas cosas. Por ello, no vi nunca como hoy en día gente con stress, depresiones y cosas o enfermedades actuales.  Aquello era vida natural y muy sana.
Eso era nuestros lindos negocios y en deporte, lo mejor que teníamos a un equipo como el CD. Vera. Mira que tiene historia este club que ahora nos representa con dignidad en la Tercera División. Quien les habla fui portero de la base del Vera, llegue a juveniles, mis padres apretaron mucho para que estudiara y mi fútbol, mi club, mi deporte lo dejara a un lado. FUI PORTERO de los malos, de los que pensaba debajo de aquellos tres largos palos que el gol, el rival no tardaría en meterme un tanto. Incluso un aficionado como DOMINGO EL GUAZA me puso el nombre de JUNQUERA que esos años fue portero del Real Madrid. Mi equipo, el Vera era una piña, estaba como laterales, Juanito el tatilla e Ignacio, por el centro de la zaga Goyo Báez y Pepe “el manco”, en el centro del campo los de la montaña El Torrita y Lalo el capitán, más adelante Miguel Ángel que en paz descanse, con Bernardo (Pele), como único punta. Hubo muchas historias con este equipo, no nos podemos olvidar gente como Chano Pérez, el carrero un gran presidente, lo dejo todo por el club e incluso su familia,  su secretario Manolo Álvarez y los directivos Popea, Pedro “el mandarria” y Tete el tinto, entre otros.  Seguro que me dejo en el tintero a muchos que lo lucharon por el deporte de este barrio a José Manuel el hermano de Israel o Perico muy aficionado al Real Madrid. Por ejemplo en este tema quiero recalcar un dato muy significativo, porque en la Calle que nací y viví, muy pocas calzadas pueden presumir de contar en ese trozo tan pequeño de lugar que va desde su comienzo arriba hasta el chorro o hasta la esquina, con dos vecinos deportistas que llegaron muy lejos, orgullo de nuestro barrio, MANOLO DOMIGUEZ que jugo en el Español y la de DIEGO RODRIGUEZ que luego lo hizo entre muchos equipos el Sevilla y Betis. Además, hubo deportivamente hablando alguien que paso entre nosotros sin tanta fama fuera de nuestras fronteras. El discapacitado Orlando, que fue presidente y entrenador del Infantil Vera, que vivía también muy cerca de este polideportivo donde nos encontramos. Orlando, fue un genio y figura, conduciendo su “silla de rueda” muy particular, exagerando un poco, lo hacía mucho mejor que el actual corredor de Fórmula Uno, Fernando Alonso. Orlando y su coche, igual te lo encontrabas en el Campo viejo del Salvador Ledesma, en la Higuerita, en el camino Cordobés, en la Plaza del Charco o en el Campo del Peñón, en el Estadio Los Cuartos o en la Plaza de Anita comprando pachangas a todos sus amigos. A cualquier hora tanto de día como de noche. Fue un auténtico DIOS, estaba en todos los lados.
La Vera de aquellos años tenía mucha vida social, recuerdos las tertulias los días de fuerte calores de nuestros veranos en aquello camapé de cemento. Refrescando la memoria de aquellos veranos, me acuerdo del cine La Vera con sus trabajadores y sus datos curiosos que los tuvo mucho. Les cuento en una oportunidad dieron la película “La cabaña del tío Tow” y Nazario que en paz descanse el padre de Pepito el flaco, puso la cinta del final al principio y no nos enteramos nunca de que iba la película. Comenzó con actor principal de color enterrándolo y luego por arte de magia resucito. Vaya lío, pero hubo muchas anécdotas que seguro llenaríamos un libro y estaríamos muchas horas. Estaba palco y gallinero arriba, dentro del mismo hubo fuegos artificiales,  amigos que “metían” mano a las chicas por entre sus sillas y que se formaba cada algarabía de padre y señor mío.
Por últimos en aquellos veranos calurosos llegaban aquellos famosos circos de payasos y cantantes de boleros y flamencos. Para los jóvenes de nuestro barrio era la gran oportunidad de ver alguna dama de aquella en su ropa interior. Me explico los circos eran de lona que los cubría y por debajo entre el suelo y la lona había unos centímetros de separación y nos agachábamos y podíamos ver cosas que ahora mismo vemos en la playa o en el Lago. Incluso, recuerdo alguna famosa canción de aquellas admirable chicas que decían:
Yo tengo un colchón en mi pared.
En mi pared, yo tengo un colchón
y gritaba la hermosa cantante a todos nosotros. ¿Señor pintor...?
Y nosotros los jóvenes y algunos hombres no poníamos las manos en nuestra parte y nos levantábamos de las sillas gritándole: “voy con la brocha” Era un auténtico escándalo en aquellos años de dictadura con muchas cosas muy vetadas por parte de nuestras autoridades.
Bueno, estamos celebrando esta SEMANA CULTURAL, comienza con participación vecinal, y debo mencionar la importancia de la unión en todos los actos, ya que espero que sean un ejemplo de la capacidad organizativa, estas son fiestas para los vecinos, lo importante es que los vecinos salgan de sus casas, se diviertan, que compartan una buena conversación con los otros vecino, son fiestas en donde nos implicamos cada uno de nosotros, echando una mano, comprando números, o donando las aportaciones que buenamente podamos, que viene a significar que seguimos interesados en lo que pasa en el barrio, y sobre todo, en potenciarlo entre los más jóvenes.
Aprovecho como Pregonero para decirles que tenemos muchos motivos para estar orgullosos de ser vecinos de la Vera. Deseo que cuando termine este acto, compartamos una copa, una sonrisa, un saludo, que seamos dichosos porque tenemos la suerte de vivir en este barrio con una identidad tan significativa. Y que ustedes no se acomplejen cuando le pregunten donde vives. ¿Soy de la Vera?, un gran barrió.

Para terminar que mejor que dedicarles una poesía:

MI Barrio Querido de la Vera.

Con tiempo en mis manos,  y nada que hacer.
Opté por viajar a lo que fue mi ayer.
Me subí en las alas de la imaginación
Llegué hasta mi barrio de la Vera, al que amé con mucha pasión.

Recorrí sus calles sedientas de asfalto
Me llegué a la esquina, la de la división
Y junto a mis viejos amigos de infancia
A coro cantamos canciones de amor.

Pareció que el tiempo detuvo su andar
Nadie había cambiado, éramos los mismos
Con las mismas faltas, con los mismos sueños
Los mismos anhelos, de un barrio mejor.

Subí a las rocas del barranco en donde jugué,
Por horas sin cuenta, sin tiempo que hacer
Y llegó a mí el eco de viejos pregones
Los cuales me hicieron querer responder.

Mi Vera querida que mucho te extraño,
Tal vez el progreso ya te eliminó
Pero sigues vivo igual que en antaño.
Mientras tenga vida siempre LA VERA te recordaré

AMIGOS Y VECINOS DE ESTA SEMANA CULTURAL CANDELARIA DEL NORTE, ES HORA DE DISFRUTAR DE NUESTRAS FIESTAS, DE OLVIDADARNOS DE LOS PROBLEMAS Y DE PENSAR CON POSITIVIDAD EN EL FUTURO, FELIZ SEMANA CULTURAL DE ESTE BARRIO Y DE ESTA ZONA DE LA OROTAVA.

MUCHAS GRACIAS.

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