“Preocupa
el poco o nulo mantenimiento, la inaccesibilidad ante posibles incendios y los
impedimentos al sector de la caza”, indica el edil realejero
El alcalde de Los Realejos, Manuel Domínguez, ha vuelto a
mostrar su malestar por el estado en el que se encuentran algunas pistas
forestales de la isla y el hecho de que “el Cabildo, de manera unilateral, haya
optado por su cierre, sin poner sobre aviso al ayuntamiento del municipio por
el que discurren”. El edil, que ya se había pronunciado en este sentido, se
suma a los últimos argumentos de su homólogo en El Tanque, el socialista Román
Martín.
“Nos preocupa el poco o nulo mantenimiento que han llevado
estas pistas forestales de competencia insular durante los últimos años, lo que
unido a la instalación de barreras genera cierto peligro añadido e
incertidumbre en la capacidad de reacción ante posibles incendios, además de
los impedimentos que supone al amplio colectivo realejero y tinerfeño dedicado
al sector de la caza”, resalta Manuel Domínguez.
Dos ejemplos de pistas bloqueadas en término municipal de
Los Realejos son las de acceso a El Cabezón o la de Roque del Peral, “que a día
de hoy no permiten el paso ni a quienes tienen la autorización para la recogida
de pinocho, ni a los medios de seguridad y emergencias de ámbito municipal que
podrían tener opción de actuar en primera instancia en un suceso que lo requiriera,
ni a los cazadores que con licencia vigente participan en la campaña de control
cinegético anual”, apunta.
Según el alcalde de Los Realejos, “no estamos en contra de
la campaña y programación contra incendios por parte del Cabildo, pero consideramos
que estas medidas pueden compatibilizarse con otro tipo actividades en el
entorno forestal y no optar por el cierre sin más de las pistas sin alcanzar,
ni siquiera intentar, el consenso con otras partes implicadas”.
“Los Realejos es uno de los municipios con mayor riesgo de
incendios de toda la isla, pero el cierre de pistas forestales y su falta de
mantenimiento no suponen la solución más coherente y preventiva, pues las
dificultades de acceso y la proliferación de maleza no son precisamente medidas
que reduzcan los niveles de peligrosidad”, puntualiza Manuel Domínguez.
“Del mismo modo que Román Martín, al que no se le han caído los anillo
al criticar a su compañera de partido, la consejera insular de Medio Ambiente,
Ana Lupe Mora, apoyo el control y regulación de los accesos al monte, pero
rechazo la instalación de barreras que bloquean el paso totalmente, la falta de
comunicación a los ayuntamientos y el hecho de que muchos colectivos como el de
la caza, incluso el turístico, se vean afectados por ello”, sentencia.
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