Sorpréndase, sí. Yo lo hago. Y para bien.
Me pregunto hasta dónde seremos capaces de llegar. No lo verán estos ojos, probablemente, pero tengo la certeza de que si respetamos el planeta y no nos volvemos locos de nuevo con ideologías basura y guerras aniquiladoras, nuestros hijos, nietos y futuras generaciones, convertirán la Tierra en un lugar mucho mejor para vivir y, la ciencia, siempre la ciencia, recibirá el respeto que se merece, empezando por España.
Otra gran noticia para la humanidad. El ser humano es capaz de generar en laboratorio embriones híbridos de humano y macaco, lo que viene a suponer dar un paso importantísimo en el avance del inicio de la vida, el estudio del envejecimiento y de enfermedades graves y mortales como es el cáncer, así como fabricar, como lo leen, órganos humanos en otras especies para acabar de esta manera con la lista de espera de trasplantes.
Y al frente de un equipo internacional de investigadores se encuentra un español que responde al nombre de Juan Carlos Izpisua.
Es sin duda una noticia que también pone los pelos de punta. Veamos. ¿No es inquietante hablar de híbrido humano y mono? Nuestro español y su equipo afirman que el trabajo mantuvo en todo momento el contacto con los organismos reguladores y con expertos en bioética. La respuesta fue que el trabajo responde y cumple exhaustivamente con las normas éticas y legales que están en vigor.
Por lo tanto, se confirma que la ciencia avanza que es una barbaridad, aunque hay países que se lo toman más en serio que otros. En el furgón de cola está España, pero eso no implica que seamos un territorio incapaz de aportar al mundo de la ciencia hombres capaces de liderar a otros científicos a escala internacional. ¿Cuándo la I+D+I se tomará en serio en España?
Sorpréndase, sí. Yo lo hago. Y para mal.
Sin embargo, lo que sí es capaz de engendrar un equipo de “técnicos” en Tenerife es un mapita ridículo, espantoso e insultante, en el que las maravillas de nuestra tierra se ubican al tuntún, despreciando sentimientos y sin una pizca de rigor y profesionalidad. Nadie por lo visto revisó el engendro, así que llegó la hora de la presentación y con redoble de tambores se presentó el esperado “Tenerife Sensaciones. Kilómetro a Kilómetro.”
Como soy del norte y vivo en esta parte de Tenerife, me detengo a detectar los insultos que se prodigan por el mapita coloreado.
Aquí van dos ejemplos muy graves del desaguisado que se habrá pagado, supongo, con el dinero de los contribuyentes.
La Casa de los Balcones y el Museo del Alfrombrista, dos instituciones que se localizan en la Villa Monumental de La Orotava, en el citado mapa de los horrores de Pedro Martín, gobierno insular, expertos en turismo e ilustrados prohombres conocedores de los encantos e historia de nuestro norte, aparecen situados en Güimar y en el Macizo de Teno, respectivamente.
Pero ahí no termina la cosa.
También el Puerto de la Cruz recibe lo suyo.
El Loro Parque desaparece de la ciudad. Y, claro, este error se entiende. Admitamos que el Loro Parque llevaba muy poco tiempo instalado en la ciudad turística por excelencia de Canarias. En realidad debemos saber, ¡que somos unos zotes!, que esta joya de la corona tinerfeña se ubica en La Laguna.
El Museo Arqueológico, por ejemplo, creo que pilla por Valle Guerra.
El Museo de Arte Contemporáneo, que hasta ayer era fácil de situar en La Casa de La Aduana, o sea, en el muelle del Puerto de la Cruz, ahora don bendito Pedro Martín lo prefiere en Benijos, La Orotava, lo cual no es un mal sitio, dicho queda.
Pero es que el Jardín Botánico, de los más importantes de España, ni siquiera cobra vida en el mapita de los cojones.
Y así podríamos seguir hasta terminar enfadándonos y provocar un incendio que convertiría en una simple hoguera de San Juan el provocado por Nerón en la ciudad de Roma.
Mientras la ciencia se lo curra y trabaja con escasos recursos. Mientras personas inteligentes piden limosna para avanzar en la guerra contra el coronavirus. Mientras laboratorios se caen a pedazos y los salarios de los científicos son de risa, mientras esta realidad es la que sufren quienes están llamados a hacer posible un mundo mejor, por aquí, en Tenerife, se presenta a lo grande un mapa repleto de errores y horrores, ya pagado con nuestro dinero (¿me equivoco?) ¡y con la Basílica de Candelaria en Santa Cruz de Tenerife
¿Y la refinería? Ya sé, en Guía de Isora.
Una usuario de Facebook, de los más inteligentes que me topo a diario en la red, se hace esta sencilla pregunta: “¿El Cabildo paga por esto sin que nadie revise si todo está orden y correctamente?”
Y no olviden los portuenses que el Siam Park y el Palmetum sí están, ¡de toda la vida de Dios!, ¿dónde?, claro que sí, ¡en el Puerto de la Cruz! Yo aprendí a nadar en el Siam Park y mataba ratas como leones en el Palmetum.
Qué pena que no se tenga el Teatro Leal, con la falta que hace una instalación de este tipo en la ciudad de 8,9 kilómetros cuadrados. Porque lo que tenemos muy claro es que sería una locura invertir 19 millones de euros en un auditorio municipal.
Vota pueblo, vota.
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