Teresa del Bosq
Suelen llegar
se paran en la punta del rencor olvidado
los fantasmas
Quieren patio
en el ostracismo
de una loba de diferente color
Que le aulló al ocaso de la sangre olvidada
por letal
Que venció
con las flechas que llegaron
al arte de sus manos
endurecidas
para no morir…
Que barrió
con escoba nueva
los tiranos del alma
heredados
Que se metió en la cueva del sol
Cortó el hilo rojo del pulpo de víboras
que mordieron su controversial soledad
Ahora no quiere escuchar
los lamentos del limbo
metido en sus bocas distantes
que vuelven y se paran a hurgar el vacío
en la lejanía del dolor.
2017
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