Antonio-Pedro
Tejera Reyes
“Expresamos
nuestra voluntad de promover un orden turístico mundial equitativo, responsable
y sostenible, en beneficio mutuo de todos los sectores de la sociedad, en un
entorno de economía internacional abierta y liberalizada” Del preámbulo del
Código Ético Mundial para el Turismo, de la OMT.
Puerto de la Cruz, Tenerife. Pueblo pesquero
donde nació el turismo en Canarias.
UN AUTENTICO
LABORATORIO DE EXPERIENCIAS
Del hambre y la
miseria, a la prosperidad y la alta calidad de vida, son caminos que la vida
nos trajo en este escenario de las Islas Canarias, para que hoy podamos
calibrar, reconocer y considerar el valor del movimiento turístico mundial. No
son historias, ni leyendas de un pasado, sino vivencias en primera persona,
desde que en las estribaciones de los años cincuenta del pasado siglo una
curiosa ocasión, nos permitiera en nuestros tiempos juveniles participar, de
forma muy marginal, en los preparativos de un congreso mundial de la
Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), que se celebraba en Santa
Cruz de Tenerife.
Nuestro interés
por el desarrollo del turismo y sus consecuencias había despertado desde ese
entonces. Ahí se selló nuestro proyecto de realizar una guía turística de la
isla de Tenerife, con el estímulo inolvidable de mis jefes los ingenieros Juan
Amigo de Lara y Fernando Ascanio Montemayor, más tarde – ya en el servicio
militar – el comandante José Ramírez, sería una pieza fundamental en la
consecución de esa guía “Tenerife Maravilla del Mundo”, que marcaría nuestra entrada
en el mundo de esta actividad, orientada al sector educativo, que culminó con
nuestra llegada por la puerta grande a la Universidad para La Paz, de las
Naciones Unidas, en el año 1996. Era una consecuencia de la perseverancia, la
constancia, la honestidad y la honradez.
Histórica fotografía de la “I Asamblea de
Turismo de Canarias”, celebrada en la isla de La Palma, en el año 1961, con la
asistencia de las primeras autoridades de todas las islas, delegados del
gobierno nacional, empresarios y medios informativos. Una bella estampa para el
recuerdo, que las nuevas técnicas nos permiten ver ahora en color.
En el
transcurso de esos años, la organización mundial Rotary Internacional, nos
daría la clave del porqué esa evolución, aclarándonoslo con su lema: “Servir es
mi ocupación”
CANARIAS
LABORATORIO TURÍSTICO
Con estos
antecedentes, trabajando de lleno en el desarrollo del turismo insular en el
aspecto promocional como activo comentarista y colaborador en cuantos
acontecimientos relacionados con el tema se desarrollaron en el archipiélago,
llegamos a 1965, con la fundación de las escuelas de turismo en las islas. El
apoyo incesante de autoridades, empresarios y entes sociales ayudaron a crecer
un proyecto que llegó a la más alta cúspide mundial, sin nada que le hiciese
competencia, y con unos reconocimientos interna-cionales de alto valor debido a
la eficacia de su función, el entorno desarrollista del turismo en las islas, y
toda una panorámica que le daba una categoría mundial que permitió alcanzar cimeras
latitudes.
Canarias se
hizo presente en la UIOOT – antecesora de la Organización Mundial del Turismo –
y más tarde su voz y sus logros se exponían y discutían en su Consejo Mundial
de Educación.
Nuestros
escritos, estudios y reflexiones, han sido todos estos años un canto a la
profesionalidad en el turismo, la necesidad de un adecuado conocimiento, y como
culminación, la creación de una maestría asesorada y concordada con la
Universidad para La Paz (UPAZ) organismo de las Naciones Unidas, en el cual
reposan los originales de los trabajos que se realizaran conjuntamente con
nuestro instituto, en la sede de la Villa de la Orotava, con el apoyo
irrestricto de su consejo municipal, hecho incontrovertible que marca
definitivamente una labor que consta ya en los anales de la historia de las
enseñanzas turísticas mundiales, cuyos ecos en nuestra América – ese sueño de
todos los canarios – que llegan – como ahora mismo, cuando escribimos estas
líneas – hasta la propia Patagonia Argentina, pasando por todos los países de
este vasto continente.
La Universidad para la Paz, de las Naciones
Unidas, es uno de los valores mundiales defensores de la ética y de la lucha
contra la corrupción. Sus enseñanzas llegaron a principios de este siglo a ser
impartidas en las Islas Canarias, dirigidas desde la Villa de la Orotava En su
sede – Ciudad Colón, Costa Rica – se encuentra el Monumento al Trabajo, al
Desarme y a La Paz, una creación de la escultora cubana Thelvia Marín, de madre
canaria; algunas de sus obras están también entronizadas en estas islas
atlánticas.
LOS CAMPOS DE
UNA ACTUACIÓN
Es en ese
acontecer que hemos querido reseñar para el recuerdo, nuestra actuación ha
llegado – como decimos – a la más alta cúspide en algunos de sus sectores
claves, muy en especial en cuanto a la profesionalización, el conocimiento, la
ética y la calidad…
Comentaremos
por su actualidad sólo algunas de sus incidencias como es el caso de los
estudios del Comité de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial del
Turismo (OMT), donde se acordó, revisar el concepto que define el “turismo
sostenible” que fue publicado en el año 1995, en su Programa 21 en el mundo de
los viajes y el turismo.
Dice la OMT en
el enunciado de ese tratado que “las directrices y las prácticas de gestión del
desarrollo sostenible del turismo son aplicables a todas sus formas, en todos
los tipos de destinos, incluidos los del turismo de masas y los diversos nichos
turísticos existentes. Los principios de sostenibilidad se refieren a los
aspectos ambientales, económicos y socio-culturales del desarrollo turístico,
habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones
para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.”
En base a
esta declaración, en el aspecto ambiental, la OMT concreta: “Dar un uso óptimo
a los recursos ambientales que son un elemento fundamental en el desarrollo
turístico, manteniendo los procesos ecológicos esenciales y ayudando a
conservar los recursos naturales y la diversidad biológica.”
Parecen
reflexiones elementales para quienes estamos acostumbrados a los estudios
comparativos del desarrollo del turismo mundial en todas sus variables,
ilustrados en selectos campos del conocimiento de su imparable proyección,
donde se visualizan con meridiana claridad transcendentales modelos, llegándose
a consumados análisis de hechos y situaciones que marcan el desarrollo del
mundo, como en el caso de estas islas atlánticas donde tenemos ejemplos para
todo habiendo partido de cero, laboratorio reconocido según se puede apreciar
visiblemente, inclusive por la propia OMT, sobre los problemas del conocimiento
y de la gestión en los destinos turísticos.
ANALIZANDO LAS
CONSECUENCIAS
De las líneas
anteriores, su valor fundamental está en las experiencias recibidas. El valor
histórico de un conocimiento que ha ilustrado esas largas y fecundas
experiencias y las consecuencias de las mismas. Algo que el mundo tiene para
observarlo en vivo y directo como se diría coloquialmente.
Insistimos en
la actualidad, pasando a considerar unas dimensiones que descansan sobre la
revisión que la propia Organización Mundial del Turismo (OMT), realizó sobre la
definición del concepto “turismo sostenible”, en los aspectos sociales y
económicos del turismo, y que define de la manera siguiente: “Asegurar unas
actividades económicas viables a largo plazo, que reporten a todos los agentes
unos beneficios socio-culturales bien distribuidos, entre los que se cuenten
oportunidades de empleo estable, y la obtención de ingresos y servicios sociales adecuados, para las
comunidades anfitrionas, que contribuyan a la reducción de la pobreza.”
“El desarrollo
sostenible del turismo exige la participación informada de todos sus agentes
relevante, así como un liderazgo político firme para lograr una colaboración
amplia y establecer un consenso. El logro de un turismo sostenible es un
proceso continuado que requiere un seguimiento constante de los impactos, para
introducir las medidas preventivas o correctivas que resulten necesarias
adoptar.”
“El turismo
sostenible debe reportar también un alto grado de satisfacción a los turistas,
así como representar para ellos, unas experiencias significativas que les haga
más conscientes de los problemas de la sostenibilidad, fomentando en los mismos
unas prácticas turísticas adecuadas.”
Portada de
nuestro primer trabajo turístico, en el año 1959, origen de toda una larga
historia de publicaciones, en aquella época del despegue turístico de las Islas
Canarias.
Incide todo
este planteamiento en la necesidad urgente de la búsqueda de una capacitación
profesional de la más alta especialización, en todos los dirigentes del sector,
en cuya dirección se mueven actualmente las instancias mundiales, apoyándose en
unas experiencias inexistentes en los años sesenta, pero que hoy son
escaparates de resultados de buenas y malas gestiones, muchas de ellas
consolidadas con sus más puras esencias, y otras equivocadamente maltratadas
por caprichosas ideas, o falsas ilusiones progresistas, que han acabado con sus
indispensables señas de identidad, las
que quedarán sólo en el recuerdo de aquellos turistas de los pasados años, como
una añoranza de emblemáticos lugares que los responsables de ellos no supieron
conservar, confundidos con su “mentalidad doméstica” intentando imitar las de
otras regiones del planeta, de todo lo cual tenemos, además, las más tristes
experiencias.
*Del Grupo de
Expertos de la Organización Mundial del Turismo.
Honorable Embajador de la Organización
Latinoamericana del Turismo.
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