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lunes, 10 de junio de 2019

MALDAD BAJO EL SOL (III)


Antonio-Pedro Tejera Reyes

“Cuanto mejor es el hombre,
más difícilmente sospecha la maldad
de los demás” Cicerón.

Seguimos teniendo ante nosotros, el célebre artículo que hemos comentado varias veces en diversos medios de comunicación impresos y digitales, aparecido en la prensa de Santa Cruz de Tenerife, el domingo 25 de mayo del año 2003. con el título LA ENVIDIA COMO RE-CURSO, bajo un portal que dice: EL SILENCIO NO ES RENTABLE, Honoris Causa.

Volvemos a traer el tema a la actualidad, debido a varios pasajes que han ensombrecido el ambiente en que nos desenvolvemos en unos críticos momentos que vivimos en Venezuela.

Varias comunicaciones sobre nuestros anteriores artículos bajo este titular de Maldad Bajo El Sol, nos animan a profundizar algo en el tema, en unos momentos en que el mundo entero está sumido a un auténtico cataclismo, precisamente debido a esa maldad que nos tiene a todos pisoteados hasta en nuestros más íntimos entornos.

No estamos tratando solo de las faramallas que vemos todos los días en los medios informativos locales, nacionales e internacionales, que ya casi sobrepasan todos los límites conocidos donde la corrupción ocupa el número uno de la maldad, estamos tratando de sacudirnos de nuestro entorno las malas secuencias que disparatadas y malignas acciones provocadas por la envidia y la mala educación, y que ensombrecen nuestra vida cotidiana, arruinado la visión de un mundo en paz donde la cordialidad, la amistad y la compresión, nos hagan olvidar todo ese espectro que tenemos encima lleno de basura, falta de medicinas, comida, inseguridad física, violencia, y otras calamidades, que hieren nuestros más íntimos sentimientos.


Mesa de trabajo en la sede de la UPAZ, con el rector Dr. Francisco Barahona (el centro) y el profesor Felipe Matos (a la izquierda) en el año 1998, conformando el proyecto Turismo y Paz, que se desarrolla desde la Villa de la Orotava. Islas Canarias, ahora en versión on line.

Aquí, al parecer, pocos se escapan de participar de una u otra forma, en esas acciones cruentas que significan el uso de la maldad como principios de sus vidas, donde la buena educación huelga en muchas señaladas personas, … Es que lo llevan en la sangre… en sus genes…

Estamos viendo y sintiendo como personajes de esta serie son capaces de mentir impunemente, - sabiendo que lo están haciendo - solo con el propósito de lucrarse económicamente, o de desprestigiar a otros cuyas acciones han despertado en ellos la más profunda de las envidias. Y no es solo que estos hechos se estén produciendo todos los días en la órbita política, como estamos observando, es que llegan hasta los más pequeños núcleos de nuestra convivencia humana, donde, dentro de ese contexto, se copia esta actitud con el propósito de desprestigiar a cualquiera con mentiras, acusaciones, y falsedades que algunas veces contienen intereses económicos y otras ese pecado capital que es puramente la envidia.


La Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, es uno de los valores mundiales defensores de la ética y de la lucha contra la corrupción. Sus enseñanzas llegaron a principios de este siglo a ser impartidas en las Islas Canarias, dirigidas desde la Villa de la Orotava En su sede - Ciudad Colón, Costa Rica - se encuentra el Monumento al Trabajo, el Desarme y La Paz, una creación de la escultora cubana Thelvia Marín, de madre canaria, algunas de sus obras están también entronizadas en las Islas Canarias. La falta de la enseñanza de las humanidades en los centros dedicados a estos menesteres, y en las más prestigiosas carreras, suponemos es la causa principal de todo este desajuste que está pervirtiendo al mundo hasta en sus propias entrañas.

Mencionábamos en nuestros anteriores artículos a la Universidad para La Paz, creada en el año 1981, por las Naciones Unidas, y su principal objetivo. No es comprensible en un mundo pensante, que su ejemplo no haya calado profundamente en una sociedad progresista que busque expandir el bien en beneficio de su propia generación y de las generaciones venideras, como dicen los principios del desarrollo sostenible.


Las edificaciones de las instalaciones de la Universidad para La Paz, en Costa Rica, guardan un imponente respeto a un entorno natural de referencias, dentro de un espacio único en toda Centroamérica.

Estamos ante una situación de riesgo que ha descompuesto a la sociedad mundial a todos los niveles, llegando hasta sus más mínimos estratos. Podemos ver esas reacciones hasta en nuestro más cercano entorno. Personas que mienten sin rubor y actúan sin importarle las consecuencias de sus actos y el daño que producen, la mayoría de las veces, irreversible, fragmentando asociaciones, organizaciones, grupos sociales y hasta familiares…
 La maldad parece imperar y expandirse por todas partes como una mancha de aceite, y aquellos que han sido capaces de intentar con sus programas educativos acabar con ella mediante enseñanzas de los valores sobre la cultura de paz, han tenido que soportar como los mismos son desmontados, precisamente valiéndose de la maldad en sus planteamientos, usando la mentira y la manipulación para hacer frente a las acciones que propiciaran un mundo en paz, donde la justicia, el orden, la equidad, la democracia, la libertad y la razón, debieran de acabar con la plaga de la maldad.

El movimiento turístico mundial, la comprensión, la honradez, la honestidad, y la buena educación, tienen que ser un soporte para acabar con esta manipulación de la sociedad que está terminando con todos unos principios que bien recoge Rotary Internacional en sus objetivos, con los cuales nos encontramos totalmente identificados: “La buena fe como norma en los negocios y en las profesiones… la inteligencia, la buena voluntad y la paz…”

En el emblema de la Universidad para La Paz, aparece lo siguiente: “Si vis pacem, para pacem”. Así debería de ser.

*(Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo, de las Naciones Unidas. ONU)
Honorable Embajador de la Organización Latinoamericana del Turismo. OLATUR 

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