Evaristo
Fuentes Melián
La
historia total del CD Tenerife ha sido, cuando menos, azarosa. Para ascender la primera vez a Segunda
Nacional (1953-54) hubo de jugarse, en febrero y marzo del 53, una Liguilla
insular entre los equipos CD Tenerife, UD Tenerife y CD Norte. Estos dos
últimos jugaron respectivamente en La Manzanilla lagunera y en El Peñón
portuense. Los tres, con canchas de tierra. El Real Hespérides y el Real Unión
quedaron fuera de la Liguilla, lo que fue considerado algo injusto por los
afectados. La Liguilla la ganó el CD
Tenerife. Ya es tarde para volver a
cuestionarnos si la ganó con malas o buenas artes. Lo cierto es que, de
inmediato, el 24 de mayo del 53, día de María Auxiliadora, juega el primer
partido de promoción con el Orihuela, en el campo de Los Arcos, de la localidad
alicantina. Resultado: 2-1. Fue un
resultado adverso y un choque lleno de graves incidentes. El delegado del CD
Tenerife envió un telegrama a la sede del club en Santa Cruz después del
partido en Los Arcos. Decía textualmente:
“Salimos
después de accidentado encuentro escoltados por la Guardia Civil, por otra
carretera. Paquillo, agredido por el público al finalizar el encuentro.
Igualmente árbitro. Alcalde Orihuela cortó retransmisión de una patada en
cables. Medidas del campo 95x55 m.
impidió desarrollar buen fútbol. Nuestro equipo hizo el partido que requería,
siendo merecedor nuestra afición aliente cariñosamente próximo domingo.
Arbitraje perfecto”.
Nada
más releer ahora este telegrama, reproducido en la prensa tinerfeña de aquella
época, uno se hace estas preguntas: ¿Qué pasó en realidad en el partido? ¿Acaso
los del Orihuela eran tan mal encarados? ¿O es que ocurrió realmente algo de
que culpar al Tenerife, que no se menciona para nada en el referido telegrama? El partido de vuelta se ganó 3-0, y el CD Tenerife ascendió por
vez primera a Segunda Nacional.
Espectador
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