ARTÍCULO
RECIBIDO DE NUESTRO AMIGO Y COLABORADOR:
Evaristo Fuentes Melián
EL
ARTÍCULO ES DE GONZÁLEZ JEREZ.
Me refiero al accidente de los dos aviones
jumbos en Los Rodeos, el 27 de marzo de 1977. El uranio empobrecido, que
llevaba en sus alas el modelo Jumbo, no ha causado ningún daño patológico ni de
contagio; han pasado cuarenta y un años del accidente y aquí no se ha
detectado, ni en Los Rodeos ni en sus cercanías, ningún caso o aumento de
enfermedades graves relacionadas con el uranio empobrecido.
Vamos a puntualizar algunas de las causas del
accidente:
1.- El
cielo de Los Rodeos estuvo descubierto casi todo el día; vino la consabida
niebla a las cinco de la tarde. Por la mañana y hasta el mediodía estuvieron
entrando y saliendo aviones, incluso vuelos chárter europeos.
2.- Hay
pocas dudas de que la culpa máxima fue
del piloto holandés. La conexión con la torre de control se oyó con
interferencias y nunca se ha aclarado si
lo que dijo el controlador fue “prepárese para el despegue” o “adelante, pista libre”, en un inglés que
resultó incomprensible a causa de esa conexión interferida. Es más, en el momento
de iniciar el avión de KLM la carrera por la pista, un joven de su tripulación
con poca experiencia, le hizo un comentario inquietante al veterano piloto; le
comentó que quizá había entendido una
frase, cuando el de la torre le había dicho otra distinta. (Existe la grabación
correspondiente).
3.-
Tengo un par de cuestiones más, a modo de preguntas:
A.-
¿Cuál era el destino final del viaje programado por el avión de PAN-AM?
B.- Si
no había niebla hasta las cinco de la tarde y el conflicto estaba resuelto
favorablemente a las dos de la tarde, la pregunta del millón es ésta: ¿Por qué
las operaciones en Los Rodeos no se reanudaron a partir de las dos de la tarde
y se esperó a las cinco de la tarde, que
fue cuando se cubrió con la espesa niebla? Tengo información de primera mano para responder a estas
preguntas. Pero ahí lo dejo sin ánimo de polemizar.
Espectador
No hay comentarios:
Publicar un comentario