Teresa González
Besa mi alma
la caricia de tus labios
que grita con el viento
cabalgando desde el cielo
Llegaste y anidaste
en las cristalinas aguas
mansas puras
de este verano floreciente
que custodias con tu gracia
Escucha las sombras de mis pasos
que gravitan en tu espacio
en la senda del crepúsculo
donde nace la luz
Devuélveme a tus brazos
de montaña selva mía
cuando se me fugue
enamorado el tiempo,
cuando envanezca mi timbre vocal
Quiero regar con mis sueños
tu alfombra en mis senderos
para que jamás nunca
la sombra me reduzca
como antes de ti.
¡Lluvia de pétalos
que no cesan de tus manos,
quiero los escudos intangibles
para cuidar la sonrisa
de la fuente tuya en mi vergel!
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