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lunes, 20 de febrero de 2017

LA CARNICERÍA COMUNISTA

Lorenzo Soriano

Asisto con inenarrable estupor al espectáculo grotesco y denigrante para la especie humana, de tener que presenciar la "celebración" por parte de irredentos individuos el Centenario de la Carnicería comunista. Algunos patibularios de ellos, incluso ocupan cargos de responsabilidad y mando en esta destruida sociedad. La peor tragedia de la humanidad, que ha significado y producido por su causa cientos de millones de muertos, asesinados, y el sacrificio de generaciones enteras sin cuento. Y... ¿saben que es lo peor? Que ni la carnicería ha terminado ni el sacrificio ha cesado.                       

Aun hoy, quedan y no residualmente vestigios del peor genocidio, rayano en el exterminio en muchas partes, que ha propiciado lo que se ha dado en llamar "la idea más bella que jamás ha existido". Insisten en que siguen buscando a quien la aplique correctamente, ya que hasta ahora se ha aplicado mal. Sin ejército rojo, sin Robespierres, Trotskys, Yagodas o Berias será imposible. Sinceramente, me revuelve los intestinos, lo confieso. Hasta cuando hemos de soportar tanta Falsa Hegemonía Moral de los cómplices y adoradores de la secta de la Matanza. Solzhenitsin describió el horror en sus comienzos y desarrollo ruso, pero ni se imaginó el horror de Mao, ni de Pol Pot, ni de Ho Chi, ni de Castro, al tener más que de sobra con enfrentarse a Stalin. Digo yo, que a estas alturas haya personas que visto y sabido lo que han perpetrado esas ideologías es algo de hospital especial y pastillas. Jean La Couture, pidió perdón, tarde, muy tarde El Directorio de Robespierre, con su medio millón de muertos del siglo XVIII, deviene en un Imperio con emperadorcito enano esquizo, loco asesino que mata según fuentes, a cerca de 25 millones de personas, un millón al menos de sus "aliados españoles". Esto debió de dar una pista para la revolución rusa, el fracaso humano más grande jamás existido, y que si los enterrados en Siberia se pudieran contar nos narrarían el horror en estado puro, pulverizando las estimaciones más moderadas. Y La Europa del Este secuestrada 40 años, con este sí, Muro asesino de Berlín. Desaparecidos prácticamente de todo el mundo occidental, testimonial únicamente en Italia, en este país, los amantes de la Carnicería, gozan aun de salud, aunque incierta, pero no por eso menos tétrica.

Además de contar con un Partido Socialista, cuyas bases están nutridas de adoradores de las revoluciones sangrientas.

Se permiten además de meter en "ceniceros" a judíos, arrojar a la cara de ciudadanos pacíficos "arderéis como en el 36", presumen de que a ciertas mujeres hay que "azotarlas hasta sangrar", llevar en sus listas pederastas y pedófilos, maltratadores y patibularios.    El dirigente más "moderado", de los nuevos totalitarios, opina que las colas en Venezuela son por "exceso de riqueza", y el Espinar de trayectoria Black e inmobiliaria oportuna, se dedica a hacer horcas alusivas. Provocadores sin entrañas y faltos de respeto. Son peores que los nazis, con quienes pactaron en el famoso acuerdo de Molotov y Ribentropp y aun dan lecciones y reparten carnets de Monederos, siendo los depositarios de la religión Chavista y propagandistas del Islamismo Chií. En fin, me sube la bilirrubina y me pongo del hígado, ya que, en raciocinio sano, gente como los Bardems y Toledos, deberían hacérselo mirar.

A reflexionar.

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