Lorenzo Soriano
Asisto con inenarrable estupor
al espectáculo grotesco y denigrante para la especie humana, de tener que
presenciar la "celebración" por parte de irredentos individuos el
Centenario de la Carnicería comunista. Algunos patibularios de ellos, incluso
ocupan cargos de responsabilidad y mando en esta destruida sociedad. La peor
tragedia de la humanidad, que ha significado y producido por su causa cientos
de millones de muertos, asesinados, y el sacrificio de generaciones enteras sin
cuento. Y... ¿saben que es lo peor? Que ni la carnicería ha terminado ni el
sacrificio ha cesado.
Aun hoy, quedan y no residualmente vestigios del peor genocidio, rayano
en el exterminio en muchas partes, que ha propiciado lo que se ha dado en
llamar "la idea más bella que jamás ha existido". Insisten en que
siguen buscando a quien la aplique correctamente, ya que hasta ahora se ha
aplicado mal. Sin ejército rojo, sin Robespierres, Trotskys, Yagodas o Berias
será imposible. Sinceramente, me revuelve los intestinos, lo confieso. Hasta
cuando hemos de soportar tanta Falsa Hegemonía Moral de los cómplices y
adoradores de la secta de la Matanza. Solzhenitsin describió el horror en sus
comienzos y desarrollo ruso, pero ni se imaginó el horror de Mao, ni de Pol
Pot, ni de Ho Chi, ni de Castro, al tener más que de sobra con enfrentarse a
Stalin. Digo yo, que a estas alturas haya personas que visto y sabido lo que
han perpetrado esas ideologías es algo de hospital especial y pastillas. Jean
La Couture, pidió perdón, tarde, muy tarde El Directorio de Robespierre, con su
medio millón de muertos del siglo XVIII, deviene en un Imperio con
emperadorcito enano esquizo, loco asesino que mata según fuentes, a cerca de 25
millones de personas, un millón al menos de sus "aliados españoles".
Esto debió de dar una pista para la revolución rusa, el fracaso humano más
grande jamás existido, y que si los enterrados en Siberia se pudieran contar
nos narrarían el horror en estado puro, pulverizando las estimaciones más
moderadas. Y La Europa del Este secuestrada 40 años, con este sí, Muro asesino
de Berlín. Desaparecidos prácticamente de todo el mundo occidental, testimonial
únicamente en Italia, en este país, los amantes de la Carnicería, gozan aun de
salud, aunque incierta, pero no por eso menos tétrica.
Además de contar con un Partido
Socialista, cuyas bases están nutridas de adoradores de las revoluciones
sangrientas.
Se permiten además de meter en
"ceniceros" a judíos, arrojar a la cara de ciudadanos pacíficos
"arderéis como en el 36", presumen de que a ciertas mujeres hay que
"azotarlas hasta sangrar", llevar en sus listas pederastas y
pedófilos, maltratadores y patibularios.
El dirigente más "moderado", de los nuevos totalitarios, opina
que las colas en Venezuela son por "exceso de riqueza", y el Espinar
de trayectoria Black e inmobiliaria oportuna, se dedica a hacer horcas
alusivas. Provocadores sin entrañas y faltos de respeto. Son peores que los
nazis, con quienes pactaron en el famoso acuerdo de Molotov y Ribentropp y aun
dan lecciones y reparten carnets de Monederos, siendo los depositarios de la
religión Chavista y propagandistas del Islamismo Chií. En fin, me sube la
bilirrubina y me pongo del hígado, ya que, en raciocinio sano, gente como los
Bardems y Toledos, deberían hacérselo mirar.
A reflexionar.
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