Antonio-Pedro Tejera Reyes
“La educación y la formación que se impartan a los
profesionales, contribuirán a un recibimiento hospitalario a los turistas” (Del
Código Ético Mundial para el Turismo, de la OMT)
A todos los gobiernos políticos de la América Hispánica.
COMIENZA LA AVENTURA
El año 1965, marcó una nueva línea futura en el desarrollo
de la profesionalidad turística en las Islas Canarias, con la creación de los
estudios de turismo de lo cual nos consideramos totalmente responsables.
La creación de las escuelas de turismo en Santa Cruz de
Tenerife y Las Palmas, fue el principio de una aventura que hoy no ha
terminado, aunque el desconocimiento, el egoísmo y la envidia hayan intentado
acabar con ella, casi de forma permanente durante todos estos pasados años. El
sol no se puede tapar con un dedo, y la labor y la repercusión del tema alcanza
una dimensión mundial tan importante, que hoy la podemos poner como un buen
ejemplo sin ningún tipo de limitación. Ahí están sus resultados para avalar
cuanto decimos.
Y es que estos estudios profesionales venían a desembarcar
en las islas con el apoyo incondicional necesario de unos profesionales del
turismo que eran los que habían colocado a las islas – ya en esos tiempos –
como un destino turístico de primera categoría a niveles mundiales.
Inauguración de los
estudios de turismo en Canarias. Escuela de Turismo de Tenerife, Año 1965. Escuela de Comercio
de Tenerife. De izquierda a derecha, el director de ese propio centro; Leoncio
Afonso Pérez, director de la Escuela de Turismo; Jesús Hernández Perera, Rector
de la Universidad de La Laguna; Juan Pablos Abril, Gobernador Civil de la
provincia; José Luis Herrero Tejedor, Delegado del Ministerio de Información y
Turismo; Juan Amigó de Lara, Delegado del Ministerio de Obras Públicas; y, por
último, el suscribiente, secretario y propietario del centro.
No había sido estéril el enorme esfuerzo que empresarios,
profesionales y autoridades habían hecho en las islas para atraer y celebrar en
ellas, un congreso internacional de la IATA, el XXV Congreso Mundial de los
Skal Club, o el I Congreso Universal de la FUAAV. Son unas claras referencias del nacimiento
del turismo de masas que comenzó a arrollar la capacidad hotelera de las islas,
provocando un verdadero “boom” en el cual participaron todos sus habitantes de
una u otra forma positiva.
UNAS BASES BIEN DEFINIDAS
De aquel memorable curso de verano en Torremolinos, al cual
asistimos llevados ya por nuestro interés en el desarrollo del turismo en las
islas, y que organizaba el Ministerio de Información y Turismo de España, nació
la idea de crear las escuelas de turismo
en ellas, impulsada por nuestros contactos con los profesores y alumnos de la
Escuela de Turismo de Málaga - que llevaba un año de existencia – así como con
las recordadas amistades que se derivaron de aquellas extraordinarias jornadas,
entre ellas nuestro inolvidable querido amigo técnico del Ministerio de
Información y Turismo, Fernando Segú Martín; el Conde Prémoli, presidente del
ente dirigente del turismo en Italia; Ángel Alcaide Incháusti, director de
Instituto de Estudios Turísticos de España, y toda una larga serie de
personajes con algunos de los cuales
mantuvimos una estrecha relación para desarrollar los estudios de turismo en
las islas.
Estábamos vinculados profesionalmente a las empresas de
turismo de las islas y a todos sus líderes, desde al año 1959 cuando publicamos
nuestra guía turística TENERIFE, MARAVILLA DE MUNDO, y posteriormente toda una
larga serie de publicaciones turísticas que abarcaban todo lo que de turismo se
iba desarrollando en Canarias, cuyo reflejo llevábamos a la prensa semanalmente
durante diez años, en el periódico LA TARDE, de Santa Cruz de Tenerife, con una
página que denominábamos: TURISMO.
Esta estrecha vinculación con las empresas del turismo, nos
llevó a ser partícipes importantes en los congresos mencionados de los Skal
Club, y de la FUAAV, en cuya organización y puesta en escena participamos
activa-mente, reuniéndonos semanalmente, durante un año, en unos comités donde
se estudiaban hasta los más mínimos detalles que se relacionaban con la buena
organización de estos acontecimiento que hoy son señalados como el principio
exitoso del fuerte impacto que Canarias tiene para el turismo internacional.
Portada de la guía
turística, editada en Seix y Barral, Barcelona, España, primer trabajo con el
cual inició su relación con la actividad turística, el autor de este reportaje.
Era el año 1959.
LOS ESTUDIOS DE TURISMO
Estas enormes experiencias, según las podemos calibrar hoy,
nos llevarían a entender cuáles eran las necesidades reales para formar un
técnico de empresas turística, así como los elementos necesarios para abrirle
las puertas de sus conocimientos.
Nuestros principales asesores, el sabio profesor Leoncio
Afonso Pérez, a quien colocamos como director de la Escuela de Turismo de
Tenerife, así como toda una larga lista de profesionales, entre ellos de forma
especial, los hermanos hoteleros Adolfo y Casimiro Mathias Gil, Enrique Talg,
Gerardo Gleixner, José Barbero, Jesús Artal, Juan Fuentes, y todo un muy largo
etcétera, con sus sabias experiencias nacidas en sus muchos años de trabajo,
configuramos unos estudios que eran al asombro y la envidia de todas las
escuelas de turismo de España, las cuales estaban regidas por unas normas y
unos programas académicos en los cuales existían – por nombrar solo unas pocas
de sus barbaridades – siete asignaturas de derecho, una de religión católica,
otra de política española, etc. etc.
Conscientes de nuestro propósito, y con el apoyo de la
empresa canaria, llevamos estos estudios a la profesionalidad, marcándoles y
ofreciéndoles al alumnado unos largos periodos de prácticas empresariales donde
– para asombro y desconocimiento de algunos -
se enseñaba a los alumnos hasta como se tenía que pelar una papa en la
cocina. Íbamos de la práctica a la teoría, como muchas veces repitió Leoncio
Afonso Pérez, en nuestros exitosos cursos americanos en Brasil, Colombia,
Paraguay y Venezuela.
UNA EXIGENCIA FUNDAMENTAL
En ese ilusionante escenario del desarrollo de la
profesionalidad en el turismo, existen dos elementos fundamentales, que, sin
tener injerencia en las técnicas operativas, sí que son determinantes para
conseguir llegar a la cúspide dentro de la profesión: el dominio de los idiomas
extranjeros, y la sociología humana, hoy reforzada con la cultura de paz.
Esto lo entendimos desde el primer día. Ahí está la
historia y quienes la vivieron, de los veranos que enviamos a los alumnos a
Inglaterra a trabajar temporalmente en hoteles y camping con el propósito de
que practicasen el idioma inglés, hoy fundamental en el mundo del turismo,
operación que hacíamos a través del Instituto Español de Emigración, con cuyo
director en Tenerife, mantuvimos una estrecha relación durante algunos años, y
cuyos programas se quebraron – como siempre – por la envidia que despertaban.
La amabilidad,
expresada con una sonrisa es el valor añadido que todo destino turístico, debe cultivar
como un exponente de la mejor cortesía y agrado al atender el visitante.
Los alumnos que iban a Inglaterra – era en los veranos, unos tres meses - venían hablando inglés. Según nuestro querido
y recordado profesor Mr. Gaze, era un inglés de los puertos… pero allí estaba
él para pasarlo por un filtro. Muchas anécdotas tendríamos que contar sobre
este extraordinario programa.
El otro elemento indispensable en la actividad turística es
la sociología y psicología. Sobre este tema son muchos los artículos nuestros
que han dado la vuelta al mundo, algunos relacionados con los principios
rotarios, como es natural. Con nuestro también querido amigo, de recuerdo
imperecedero, José Antonio de la Torre Granado, estuvimos varios años
estudiando y experimentando sobre el programa que nos imponía la administración
para impartir en las escuelas de turismo de España. El tema lo derivamos
gradualmente a las necesidades propias a la atención al cliente, a eso tan
socorrido en la industria hotelera, como es la eterna y cordial sonrisa, el
trato amable, la comprensión y el respeto.
EPÍLOGO
Olvidar que el hotel es el principal contacto del cliente
con el país que visita, es un pecado que no tiene perdón posible. Hay
administraciones públicas que no han entendido esto y tienen al hotelero
siempre a la defensiva. En una serie periodística que publicamos hace unos años
en Venezuela destacábamos esto con mucha claridad.
Todos los países del mundo que quieran ser algo como
destino turístico, tiene que tener muy claro que son imprescindibles en su
población nativa, estos dos elementos que señalamos en nuestros párrafos
anteriores.
Lo tienen muy fácil en cuanto al idioma. Solo tienen que
comenzar a enseñar el inglés desde la educación primaria.
La amabilidad, la sonrisa, y el buen trato, también se
pueden enseñar. Claro que hay unas condiciones innatas en algunos segmentos de
la población mundial, pero, así y todo, la honestidad de principios y el trato
amable, también tienen formas de poder enseñarse.
Servir es mi ocupación, dice Rotary Internacional… y sin
cobrar nada.
(Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del
turismo, de las Naciones Unidas. ONU).
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