Una poética al cuerpo masculino
A partir de una
poesía que da fe de la experiencia, con una carga sensual del placer, del gozo
y del sufrimiento, de la fantasía y la conciencia, de lo efímero de la vida, la
escritora esboza los cimientos de la poesía erótica femenina en Canarias.
La geografía del cuerpo masculino ha sido, hasta hace poco,
potestad de los amantes de su mismo género. Y es tan extenso y fértil el
paisaje que ofrece la sensualidad del hombre a los ojos de la mujer que lo
desea, que lo goza, que lo sufre, o lo añora. Ese cuerpo de macho, los deseos
que atiza, han sido prohibidos para las hembras que comparten su lecho, en el
verbo, al menos. En ese aspecto, tienen tanto por decir las mujeres.
El nombre de Rosario Valcárcel es, en Canarias, sinónimo de
poesía erótica femenina. Tal vez no sea
la única, pero es la pionera. Sin duda, no es tan solo una poeta erótica, pero
es lo que la marca. Es una mujer que
reconoce: “Soy discípula de Afrodita”. Y
poco después afirma: “Pocos hombres sobrevivirán.”
Una mujer que proclama que vive “para el placer” y que
apuesta, “si dios devuelve la inocencia a los arrepentidos” y se adentra en “la
inutilidad de la vida.” A una mujer así, es preciso temer: una, que confiesa
que “se entrega al diabólico tránsito” y que al amante le confiesa “tu recuerdo
me da sed”. De una hembra que dice que “el deseo el el árbol más bello” y,
asiente, “me gusta Castilla desolada”, es preciso huir.
En su poema
Al fin estrenamos las sábanas color carmesí, escribe:
Igual que a Diana te sorprendí en el baño,
Te reías, te mirabas, firme y erecto, la carne
Efímera nacía como tridente vencedor…
Cuánto ansío tú virilidad, juntar
Nuestros sentidos.
Como contrapartida, el poeta venezolano Víctor Valera Mora
escribía:
Cómo camina una mujer que recién ha hecho el amor
En qué piensa una mujer que recién ha hecho el amor
Cómo ve el rostro de los demás
Y cómo los demás ven el rostro de ella
De qué color es la piel de una mujer que recién ha hecho el
amor
Pero, ¿qué tienen que replicar las hembras? ¿Cómo camina un
hombre a quien le han hecho el amor? ¿Cómo mueve los pies, dentro del lecho, un
hombre que ha sido gozado? ¿Cómo gira la llave de la ducha? ¿Cómo respira un
hombre que apenas hace poco ha sido trasegado? ¿Qué piensa un hombre que recién
ha hecho el amor? ¿Le acaricia un pecho a la mujer amante? ¿Cierra los ojos y
piensa en el orgasmo, en el trabajo, en los números de los negocios, en la
amante de la alcoba clandestina, en la infinitud de las hembras?
El discurso erótico femenino, que en el caso de Rosario
Valcárcel se llama Las Máscaras de Afrodita, (Ediciones IDEA, 2009, NACE,
2013), está escribiéndose ahora. Después de ser diosas, prostitutas sagradas,
Astartès y Marías, de conquistar la ilusoria igualdad, de reconocerse otras,
distintas, poderosas, las mujeres se esbozan, certeras, como amantes. Atreverse
a caminar entre estos lodazales es empresa de locas, de aventureras, de poetas.
Rosario Valcárcel es una de ellas.
1.- En su poema Después de la lluvia, el verso final
afirma: “la eternidad sí está al alcance de los vivos”. ¿Cómo acceder a la
eternidad? En su opinión, ¿es tarea del poeta, del artista? ¿Qué aportan los
escritores a la sociedad actual?
Sabemos que nuestra vida y nuestro ser es mortal pero
intentamos acceder a la eternidad verbalizando la experiencia del amor, la
música, la belleza…quizás deseamos encontrar algo superior a lo simplemente
humano. De todas formas creo que es tarea de todos, vivir“ el regreso”, aliviar el sufrimiento humano de
la Finitud.
Los escritores debemos aportar pensamiento, reflexión,
deleite, y sobre todo coherencia y compromiso social.
2.- ¿Qué conmueve a Rosario Valcárcel? La infancia, el
erotismo, la inutilidad de la vida, parecen ser algunas de sus constantes
poéticas. ¿Cómo es su proceso creativo, tanto en la poesía como en la
narrativa? ¿En qué se diferencian?
La infancia me conmueve, creo que es un territorio del cual
nunca debemos salir del todo.Por eso mi creación, casi siempre, parte de la
evocación, de la memoria que tan necesarias para ahuyentar el olvido. Me
conmueve también ese cine sentimental de mi juventud en donde todo se
imaginaba, se soñaba. Historias de amor tratadas con gran delicadeza. Abrazos
seductores, besos que derrochan sex appeal. Un cine que emocionaba, que excitó
mi adolescencia.
El proceso creativo surge si estás atento. A veces es una
imagen de una película, una frase que escuchas. No sé, o simplemente estar en
estado gamma o alfa (risas).
En la prosa el proceso es igual, lo que vez y escuchas, la
vida misma, o simplemente un sueño. Creo que para ambas cosas se necesita,
curiosidad, observación y leer, leer.
En definitiva, el proceso creativo se basa en trabajar,
trabajar, borrar, escribir y volver a reescribir. Un día o una semana de
trabajo y todo se puede reducir a unas frases o a una palabra en el caso de la
poesía.
3.- Usted afirma que los artistas necesitan “contar sus
secretos, sus emociones”. ¿Se inscribe dentro de la corriente de la poesía
confesional?
Creo que todos necesitamos, en alguna medida,
“confesarnos”, enfrentarnos a una visión del otro sobre ti, expresar las
angustias que guarda la memoria. Eso nos humaniza.
Mi poesía, más que
confesional, yo la definiría como una poesía de la experiencia con una carga
sensual del placer, del gozo y del sufrimiento, de la fantasía y la conciencia,
de lo efímero de la vida.
4.- La escritora venezolana Victoria De Stefano, en
reciente entrevista, asevera: “Cuando escribo no sé qué sexo tengo. Se me
olvida. Soy mujer, no estoy cada cinco minutos recordando que lo soy, incluso
creo que en aquel momento la interioridad de un escritor está sin género o con
los dos géneros.”¿Usted qué opina? ¿Existe una literatura femenina?
Quizás tenga razón Victoria De Stefano. El hecho de que la
literatura se siga clasificando por sexos, es porque, históricamente, ha
existido una literatura femenina con unas características propias, aunque ese
pensamiento cada día se difumina más.
Ahora bien yo me pregunto ¿Hay una literatura masculina?
Porque yo he escrito sobre el erotismo de hombres y mujeres y lo que cambia es
la reflexión. La mirada.
5.- Usted afirma que un poema erótico "debe despertar
los sentidos, contener pasión y ternura
y, sobre todo, belleza". ¿Qué lecturas o relatos eróticos marcaron su
inicio? ¿Cuáles escritoras y poetas ha leído que cree hayan influido en su
obra? ¿Cómo empezó a escribir poesía erótica?
Mi primer contacto con el erotismo fue, como muchos niños
de mi época, a través del cine, de fotografías de los libros de Arte, de las
cosas que contaban mis amigas…
Ahora bien las
lecturas que marcaron el inicio y el deseo de escribir sobre esos temas surgió
a raíz de leer aquellos libros de color rosa que comenzaron a publicarse a
finales de los setenta, a la muerte de Franco, ellos formaron parte de una
colección erótica llamada “Sonrisa Vertical”. Yo me aficioné a ellos.
En mis comienzos literarios escribí narrativa sensual, lo
de la poesía fue más tarde, de hecho tengo publicado una trilogía de relatos
eróticos: “Del amor y las pasiones”, “El séptimo cielo” y “Sexo, corazón y
vida”. Entre los autores que influyeron en mí: Henry Miller, Anaïs Nïn, entre
otros.
6.- Usted ha dicho que “para escribir erotismo se necesita
mentes sin prejuicios ni temores dispuestas a exponer explícita los deleites
sexuales". ¿Por qué escribe una mujer literatura erótica? ¿En qué se
diferencia de un hombre que lo hace? ¿Ha sido copado y definido el discurso
erótico por los hombres? ¿Qué tiene que aportar la mujer en este sentido?
¿Acaso hay un vacío en cuanto a elaborar una poética del cuerpo masculino?
Sí, en el mundo actual en que todos somos producto de
nuestra cultura. En España la mujer lo ha tenido muy difícil, ha pasado por
siglos de tabúes religiosos y morales, por la oscura etapa del franquismo,
aunque por fin junto con los hombres hemos conseguido un sexo sin culpabilidad.
Un sexo como fuente de placer rica y estimulante, un sexo donde el deseo sea
infinito.
Afortunadamente la mujer de hoy se impone como ser que
reivindica su sexualidad y no como objeto deseado. La mujer de hoy, visible,
explora y descubre su cuerpo, realiza juegos eróticos, se encuentra libre de la
culpa, del pecado por lo que en literatura aporta un registro erótico repleto
intimidad y ternura de una forma sutil que no es tan diferente a la literatura
erótica escrita por hombres.
Y con respecto a la poética del cuerpo masculino, estoy
convencida que mientras haya deseo y sueño no habrá vacío para elaborar una
poética del cuerpo masculino.
7.- ¿A qué se refiere cuando afirma que el poemario Las
máscaras de Afrodita colmó "sus
ansias de levedad”…?
Me refiero a que el poemario “Las máscaras de Afrodita”
colmó un vacío comunicativo, me permitió escapar, subir a las nubes, a ese
lugar sin peso que llamamos levedad.
8.- En su libro La prostituta sagrada, su autora Nancy
Qualls-Corbett transita por la historia
de la sexualidad y el rol de la mujer a partir de culturas antiguas. Allí
analiza el papel divino que se otorgaba al cuerpo femenino y sus poderes de creación y curación. También
Hans Peter Duerr, citado por Mithu M. Sanyal en su libro Vulva: la revelación
del sexo invisible, escribe: “Originalmente la diosa daba a entender mediante
la apertura de sus piernas que estaba dispuesta a regenerar a aquel que entrase
en ella”. Así mismo, Octavio Paz habla
de “una sociedad que ha tenido que domar el sexo”. Y usted, sostiene “Ahora,
afortunadamente, se vive y se siente de otra manera, porque en la sociedad
actual todo es erotismo, empleándose en la publicidad, política, medios de
comunicación, el cine…"
Sí, afortunadamente hoy el sexo se siente y se vive, es
aventura y misterio, pero también es juego, es empatizar, sentir y al mismo tiempo es un acto de complicidad y eso
lo saben bien los medios de comunicación, la política, y sobre todo la
publicidad que lo usa como generador de dinero.
9.- ¿Concibe usted el sexo como una vía mística? ¿No cree
que a fuerza de insistir en el discurso erótico desde múltiples medios
(literatura, publicidad, espectáculo) éste se ha vaciado de sentido? ¿Cómo
abordar actualmente al tema erótico amoroso? ¿A qué se refiere cuando habla de
erotismo sano?
De ninguna manera el discurso erótico actual se ha vaciado
de sentido, todo lo contario, Cada vez más, la literatura se apropia del amor y
del erotismo, tal vez porque los escritores se han despojado de sus prejuicios
y expresan sus sentimientos más profundos, fusionando amor y sexo. La propia poesía
ya es erotismo.
10.- ¿A cuáles escritores y poetas canarios lee? ¿A qué
atribuye el hecho de que la poesía haya sido, si lo es, el género literario que
por excelencia se ha cultivado en el archipiélago? ¿Quiénes, en su
opinión, le han seguido los pasos en la
poesía erótica en Canarias?
A muchos, asisto a presentaciones de libros de autores
canarios, me llevo el libro y no solo los leo, algunas veces incluso los
presento o hago una reseña sobre el mismo.
11.- ¿Qué libros prepara actualmente?
En fase de publicación un libro titulado “Cuentos gozosos”,
compartido con el escritor Luis León Barreto.
Por favor, responda brevemente al siguiente cuestionario:
Un libro imprescindible: Muchos, pero destaco “Fortunata y
Jacinta”, Benito Pérez Galdós
Un paisaje predilecto: La Playa de Las Canteras
Un libro que le gustaría haber escrito: Madame Bovary
de Flaubert
Una canción: Lola, de Los Brincos
Un lugar para morir: La isla de La Palma.
Un libro que no haya querido leer: No me suelen gustar los
libros de Ciencia-Ficción
Una época en la que la hubiese gustado vivir: Creo que nací
en una buena época a todos los niveles. En España se ha conseguido la
liberación de la mujer, su presencia en la Sociedad. Y estamos en vías de la
igualdad de derechos y las mismas posibilidades.
Una frase lapidaria, que haya dicho o escuchado: Vamos a
construir un muro fronterizo entre EE UU y México.
Un aroma: El olor a mi casa de la infancia.
Un recuerdo de la infancia: Mi padre contando cuentos que
él se inventaba.
Un ritual cotidiano: Leer todas las noches.
Un sueño: La paz en todos los rincones de este mundo.
A ras de versos (Inciso)
Poemas de Rosario Valcárcel, Las máscaras de Afrodita
YA SÈ DÒNDE ESTÀ MI PUNTO G:
En el bosque rojo donde me deseas.
Entre san Borondòn y el Edén,
En el fondo del mar, en la cima
Del Teide, en tu falo encendido,
En la puerta del Infierno.
Escondido en el nido de una urraca,
En los Jameos del Agua.
En tus ojos tristes, en tu voz cascada,
En tus manos dulces en tu piel morena.
En ese mágico lugar que compite con
La conciencia: en la mente.
Rosario Valcárcel
Las máscaras de Afrodita
LA PURIFICACIÓN
Grito para que la ablación sea solo un mal sueño
Cómo iba a imaginar que era la fiesta de mi Purificación
si era un ritual de regocijo, de danzas y cantos donde
germinaba el
pasado.
Tatuaron mi cuerpecito de amarga henna,
Invocaron al espíritu, batieron palmas.
El aire me
agarraba de la mano.
Celebraban la llegada de una media hechicera.
No podía entender el color de sus ojos centenarios
o si era
amiga o enemiga.
Cómo iba a imaginar que era la fiesta de mi Purificación
si inundaron el silencio de risas, tambores y timbales.
El destino me trajo chillidos de hiena,
olor a ataúdes.
Me abrió la entrepierna a la sombra de un dátil
y con una vieja hoja de afeitar cortó la raíz de mi deseo.
Águilas y buitres
revoloteaban
Enloquecidas al olor de la sangre, al rumor que evoca
la muerte.
Cerré los ojos eigual que un pájaro en una trampa,
aleteé como
una loca, grité, lloré.
-¡Aguanta, aprieta los dientes o nunca encontrarás marido!
Castró mi sexo como a los burros del desierto,
colocó cerrojos a mis labios vivos.
Convirtió mi sonrisa inocente en una sonrisa macabra.
Desgarró la
carne de mi alma.
Cómo iba a imaginar que era la fiesta de mi ablación,
que a mis ocho años una de las peores cosas de mi vida
había
sucedido,
Del libro “Himno a la vida”
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