Antonio Pastor Abreu
(La cualidad - de la
presencia de ánimo - en el empresario)
Podemos decir que la palabra, Resolución, según la Real
Academia de la Lengua Española, significa: ánimo, valor o, arresto. Cuando las
cosas vienen mal, necesitamos ánimo, valor y resolución. Por esta razón, para
poder formar un equipo que triunfe, el empresario o directivo necesita inculcar
ánimo y valor en su personal, de manera que persevere con resolución ante las
dificultades, aprendiendo de ello lo que es la perseverancia.
Estar, siempre, a la altura de las circunstancias – bien podría
ser un lema para todo empresario o directivo - . Ellos saben bien, que el éxito
continuado no se produce ni accidentalmente ni por una casualidad. Abandonar
cuando se ponen mal las cosas, o dejarse llevar, cuando todo parece ser de
color de rosa, son dos invitaciones a un mismo desastre. Como sea que la
semilla de la preocupación germina a menudo en medio de las situaciones, buenas
en apariencia, el empresario o directivo, debe practicar, siempre, la virtud de
la perseverancia, a fin de asegurar un éxito continuado.
Resolver, determinar todo el día y cada día, lo necesario
que produzca un firme avance en el camino hacia el logro del objetivo
propuesto, y llevar esta decisión adelante resueltamente, es gracias a la
perseverancia, pues asegura al directivo, el logro completo de su cometido.
Seguir a una velocidad constante, más que ir avanzando a
trompicones, es lo que a la larga, hace ganar una carrera. Y lo sé por mi
experiencia docente, formativa, laboral y deportiva. La perseverancia en
mantener un ritmo regular y constante en el curso del trabajo, es lo que
distingue al directivo maduro. Porque la perseverancia, vale más, que todos los
estudios. Espíritu invencible, indómito. La perseverancia, que nace de la
fuerza del propósito y de convicción, permite al empresario aunar los esfuerzos
del factor humano para conservar la – presencia de ánimo -, tanto en los
buenos, como en los malos tiempos, a fin de dominar las circunstancias, en vez
de ser víctimas de ellas.
Vigilancia. La relajación o estancamiento, nace de la falta
de perseverancia en la consecución de los objetivos. Pues la eterna vigilancia
es el precio del éxito. La perseverancia en mantener el contacto con todos los
actores turísticos en el cumplimiento de un programa establecido, orientado a
un solo objetivo. Sin perder más turistas y traerlos a casa, asegurándonos el
éxito.
El renunciar a la lucha, el rendirse a las circunstancias
para huir de las complicaciones, sólo conduce a la paralización y al fracaso
final. Muy al contrario de esto, no se debe contemporizar, sino perseverar.
Resistencia. La perseverancia, ante toda clase de
circunstancias crea un baluarte de fortaleza que es una defensa inexpugnable
contra el ataque de cualquier dificultad. ¡Siempre, ganaremos!
Acomodaticia, se llama a la actitud que opta por el camino
más fácil. Lo que crea oportunistas, no empresarios ni directivos. Seguir el
camino adecuado proporciona al empresario una buena armadura que le protegerá,
en los períodos de prueba y frustración. ¡Porque nadie va a claudicar!
No.- Es la respuesta de una actitud negativa, encontrando
la razón para impedir hacer las cosas, siendo ésta actitud, la que abate los
más nobles proyectos y los más sublimes
objetivos. Sin embargo, la perseverancia con la actitud positiva responderá de
forma contundente. ¡Se hará!
Carácter. Un carácter normal y fuerte es el catalizador que
une a personas de distintos criterios, en una causa común, y digna. Sólo con
fortaleza de carácter, podrá el empresario derribar las barreras de toda
resistencia. Mediante la perseverancia,
aglutinará al Equipo, que exigirá con firmeza, el avance constante hacia el
logro del objetivo común. <El Turismo>.
Imagen contagiosa. El empresario es un ejemplo vivo para
toda la sociedad. Si refleja perseverancia frente a la dificultad actual, este
ejemplo se hace contagioso y crea una firmeza de propósito, en todo su personal
y en otros colectivos de nuestra sociedad.
Ante todo hay que crear en su interior, lo que desea ver
reflejado en su personal. Éste le imitará.
La perseverancia, tal como acabamos de describirla, asegura
la presencia de ánimo, el valor y la acción de provecho, de cuya combinación
surgen los resultados que merecen la pena alcanzar.
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