Salvador García Llanos
Una denominación pomposa, primera Cumbre sobre el
Transporte y la Movilidad Sostenible de los Territorios Extrapeninsulares,
obligaba a plasmar objetivos claros y terminantes para que los agentes sociales
no acabaran resignados a una reunión más de políticos que parecen entretenerse
en la búsqueda de soluciones viables para los problemas y las demandas de la
ciudadanía. Y en efecto, han quedado plasmados en una declaración institucional
que ha de servir para la observación y el seguimiento de los acuerdos adoptados,
de modo que sea posible contrastar si elevaron mucho el listón, si todo quedó
en una formulación de intenciones o si la realidad estropeó unos positivos
propósitos.
En la cumbre estuvieron presentes los presidentes de las
islas Baleares y Canarias, el de la ciudad autónoma de Melilla y el director
general de Fomento de Ceuta, primer avance conjunto, sin precedentes, unidos
por necesidades comunes, conscientes de que unas fluidas relaciones y una
voluntad de entendimiento serán fundamentales en una entente que ha de resultar
estratégica para los cuatro territorios en materia de transporte y movilidad.
La próxima cita, en Melilla, ya con fecha estimativa: la segunda quincena de
enero del próximo año.
De aquí a allá veremos cuál es el recorrido de un hecho en
el que coinciden las partes: la bonificación del setenta y cinco por ciento en
el importe de los billetes para acceder a la península. Muchos usuarios
canarios -los más escépticos ya vaticinaron que el acuerdo aprobado y suscrito
en su día difícilmente iba a ser digerido por las compañías aéreas y marítimas,
en cuyas cuentas de resultados siempre será complicado insertar una
justificación o una excepción- hablan y no paran, haciendo sus cálculos
personales, de tarifas que, en la práctica, apenas o no se reducen. El
presidente canario, Ángel Víctor Torres, tras la cumbre, elevó a hito el
acuerdo del citado porcentaje pero advierte que “ha de redundar en que el
pasaje sea más barato para el usuario y que tanto la complementación como la
financiación por parte del Gobierno de España no suponga un aumento de los
precios”.
La fijación de éstos es, pues, la madre del cordero. Lo que
va a importar de verdad a los usuarios, que saludarán efusivamente los anuncios
de las bonificaciones pero pondrán cara de póquer y pedirán explicaciones
cuando tengan que hacer uso de la billetera o de la tarjeta de crédito. Los
responsables de los territorios extrapeninsulares han señalado que hay que
mantenerse vigilantes para que la subvención -un desembolso anual del Estado
cuantificado en seiscientos millones de euros- no se vea desvirtuada. Habrá una
mesa permanente para hacer el seguimiento correspondiente del control de la
movilidad que, tal como se recoge en la declaración -una especie de acta de la
cumbre- debe garantizarse bajo unos estándares básicos de calidad t precio.
Máxime si las amenazas que la acechan se robustecen, como por ejemplo los
procesos de concentración empresarial en los diferentes modos de transporte. De
acuerdo en que la movilidad en estos territorios ha de recoger la
excepcionalidad de sus circunstancias y la determinación de un tratamiento
diferenciado, luego que no se vea sujeta a componendas ni piruetas de gestión
de difícil comprensión y de costosa aceptación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario