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sábado, 11 de enero de 2020

LOS ESPACIOS COMERCIALES PORTUENSES EN LOS INICIOS DEL SIGLO XX


Javier Lima Estévez. Historiador

La guía The Vale of Orotava, publicada por Osbert Ward en 1903, representa un interesante testimonio documental para conocer ampliamente la historia de los principales negocios asociados al municipio del Puerto de la Cruz en el tránsito de los siglos XIX y XX y, al mismo tiempo, observar la recomendación de lugares a visitar por diferentes razones. Nos detendremos en un apartado en el cual analiza diversas tiendas que se ubicaban a lo largo del municipio. No duda Osbert Ward en apreciar diferentes locales en los que sería posible adquirir productos para cubrir las necesidades principales y, al mismo tiempo, anotar la existencia de otros espacios en los que obtener algunos lujos. En la primera recomendación apunta el comercio de Peter S. Reid. Un lugar que es descrito como unos grandes almacenes. Llegaría a señalar la posibilidad de adquirir vinos a un precio económico, así como la importancia derivada de la exportación del calado.

Otro espacio representativo sería “Helvetia”, una tienda de provisiones bajo la dirección de Gustave Wildpret. En la misma casa, William, su hermano, se encargaba de atender la venta de plantas y semillas, y, además, proceder a la elaboración de diferentes tipos de aguas minerales.

“Bon Marché”, llevado por Mr. Reimers, era un lugar representativo para la adquisición de ropa y diferentes accesorios para caballeros; además de materiales para trajes, perfumerías, calcetería, calados, etc.

En el local de Isidoro Luis se distribuía material para papelería, calcetería y calados.

Por otra parte, Nicolás Acosta, era el responsable en la venta de excelentes botas nativas y sombreros. Un aspecto, la venta de botas, en el que no podía faltar el negocio de Agustín Marrero.

Para la confección de ropa la persona de referencia era Adolfo Pérez, destacando, además, por su papel como un excelente músico al violín, formando parte del conjunto que actuaba en el English Grand Hotel.

Celestino González se añade por su papel como un buen barbero y, para la obtención de un carruaje, la persona de referencia era Santiago Reyes; aspecto en el que también llegaría ser considerado de importancia la figura de José Morisco, gracias a sus carros y caballos en la entrada del Puerto de la Cruz.  

Son, pues, anuncios que nos aproximan ante el conocimiento de la realidad comercial portuense en el tránsito de los siglos XIX y XX.

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