Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

sábado, 4 de enero de 2020

D. PEDRO GONZÁLEZ MESA: APUNTES SOBRE UN SACERDOTE REALEJERO


Javier Lima Estévez. Historiador

La vida y obra de D. Pedro González Mesa (Los Realejos, 15/08/1925) es el testimonio de un sacerdote entregado a su vocación por espacio de más de seis décadas. Nos acercamos a su persona a finales del pasado mes de noviembre, en compañía de su primo, José Antonio Mesa Yanes, así como de un fiel colaborador durante su etapa en el núcleo de La Vera, José Peraza Hernández. Ellos tres, y quien redacta el presente artículo, disfrutamos de una agradable tarde en el Centro en el que cual reside actualmente, situado en el municipio de Icod de los Vinos. Observamos a una persona de fortaleza envidiable y, además, con un espíritu optimista y luchador. Un ser que, a sus 94 años, es testigo y reflejo de toda una época y cuyas palabras representaron para nosotros amenas lecciones de aprendizaje.

Tal y como advierte el profesor universitario y cronista oficial de Güímar y Candelaria, Octavio Rodríguez Delgado, en un artículo bajo el título “Relación de párrocos de San Antonio de Padua de Granadilla de Abona (1617-2016)”, tal sacerdote ha desarrollado una intensa labor como cura ecónomo en las parroquias de Valle Gran Rey y Chipude; así como cura ecónomo de Granadilla de Abona y encargado de Vilaflor; párroco de la Dehesa y La Vera, en el Puerto de la Cruz y de Nuestra Señora de Guadalupe, en Los Realejos. 

Son espacios en los que, de una u otra forma, su huella ha seguido y su recuerdo se mantiene de forma más tangible en el núcleo de La Vera, el lugar donde desarrolló su función durante décadas, siendo homenajeado con la rotulación de una de sus vías bajo su nombre.


D. Pedro mantiene innumerables recuerdos asociados a su infancia y juventud en Los Realejos. Poco a poco, a medida que avanzaba la tarde, dialogamos con él sobre una intensa vida que resulta imposible sintetizar en unas pocas líneas. En numerosas ocasiones formuló comentarios sobre su pasión por el viaje al recordar que, durante su etapa como profesor, acudía durante los meses de verano a diferentes lugares del mundo. Todo ello fue conformando una amplia cultura que sobrepasaba cualquier lectura. Sin embargo, reconoce que la lectura ha sido otra de sus grandes pasiones. Tras su marcha de La Vera decidió donar los centenares de libros que formaban parte de su biblioteca personal al Seminario Diocesano; espacio en el que, además, ejerció una importante labor como profesor de Griego y Literatura Española.


Nos mostró impresiones sobre la evolución de la sociedad, su forma de ser y actuar, la opinión ante diferentes temas de actualidad, así como las anécdotas y vivencias que, de forma inevitable, se suceden y acumulan en una persona cuyo legado es digno de consideración. Gracias, D. Pedro, por cedernos parte de su tiempo para conocer más y mejor aspecto de su extensa trayectoria vital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario