José Melchor Hernández Castilla
Según José Antonio Cebrián Latasa (2003), en su
libro “Ensayo para un Diccionario de Conquistadores de Canarias”, en su página
20, afirma que los aborígenes de cada isla tenían su propio nombre: los
naturales o aborígenes de Fuerteventura se llaman mahoreros en el siglo XV, y
en el siglo XVI, también se les aplica a los de las isla de Lanzarote. Canario
es aborigen de Gran Canaria; Gomero es natural de la isla de La Gomera;
Guanche, es aborigen de Tenerife; Palmés, es natural de La Palma. Quizás, por
su pronta desaparición, a principios del siglo XV, con la llegada de Jean de
Bethencourt con sus normados en 1402 a Fuerteventura y Lanzarote, el aborigen
de El Hierro no tiene nombre propio, aunque se le llame Bimbache, nombre
literario del siglo XVIII. En general, en el habla popular y también, a veces
en el lenguaje escrito, se entiende por guanche a los aborígenes de todas las
Islas Canarias; sin embargo, en su origen, cada isla tenía su propia
denominación para sus habitantes prehispánicos.
Siguiendo los trabajos de la Doctora genetista de
La Universidad de La Laguna, Rosa Irene Fregel Lorenzo, concretamente en la Revista Científica Plos One, de marzo
de 2019; la misma, junto a varios científicos, publica un artículo sobre el ADN
mitocondrial de los aborígenes de todas las Islas Canarias (“Mitogenomes
illuminate the origin and migration patterns of the indigenous people of the
Canary Islands”). Dicha
investigación ha sido financiada por la Dirección General de Patrimonio
Cultural del Gobierno de Canarias, El Cabildo de Tenerife, La Fundación Dr.
Manuel Morales, El Gobierno de España e Instituciones Científicas de Estados
Unidos; con la participación de La Universidad de La Laguna, de La Universidad
de Las Palmas de Gran Canaria, Los Museos Canarios, La Universidad de
California Santa Cruz (Estados Unidos) y La Universidad de Durham (Reino
Unido), entre otros.
Se utilizaron técnicas paleogenómicas (estudio
del pasado por medio del análisis del material genético conservado de restos de
organismos antiguos) de última
generación para analizar el ADN mitocondrial (material genético circular que se encuentra en las
mitocondrias celulares. El ADN mitocondrial en los seres humanos se hereda
únicamente por vía materna, desde la madre a los hijos e hijas) completo de un total de 48 muestras arqueológicas de
25 yacimientos diferentes. Además, compararon esas población con 18
canarios modernos residentes en todas las islas, seleccionados entre familias
con una larga vinculación con el archipiélago. El
análisis del ADN mitocondrial de restos aborígenes y de la población actual de
Canarias ha sustentado un origen norteafricano debido a la presencia del haplogrupo
(conjunto de alelos, determinados por las variaciones encontradas en el
ADN, asociados entre sí que comparten un ancestro común) U6, que tiene una clara vinculación con poblaciones bereberes.
Además, dentro de los linajes U6 presentes en la isla, vale la pena mencionar
el haplogrupo U6B1a, un linaje de origen norteafricano que es autóctono de
Canarias.
Se dieron los siguientes resultados:
1.
Se confirma el parentesco con los
bereberes, que, desde el Neolítico, ya se
habían mezclado con gentes provenientes de Europa y Oriente Próximo (europeos y
magrebíes). Según la investigadora Rosa Fregel: “Probablemente, los aborígenes tendrían un aspecto
similar a los de las otras poblaciones del norte de África:
frecuentemente, tenían una piel clara de tono oscuro y cabello y ojos marrones.
Pero también había personas con la piel, los ojos y el pelo más claros”.
2.
No hay conexión entre el genoma de los
aborígenes canarios con el genoma fenicio obtenido en yacimientos del Líbano y
Cerdeña (Italia).
3.
Se aprecia que aparecen nuevos linajes
o nuevo ADN mitocondrial en torno al siglo X, lo que sugiere que la población
de las islas se hizo en al menos dos oleadas, una inicial y otra más avanzada
y, sobre todo, centrada en las islas orientales (Fuerteventura, Lanzarote y Gran
Canaria), lo que podría ayudar a explicar el gran crecimiento de población que
experimentó en torno a ese tiempo Gran Canaria.
4.
Los datos de este
estudio señalan que la población canaria global tiene una ascendencia aborigen
por línea maternal del 55,9%, un 39,8% del componente europeo, y un 4,3% del
africano sub-sahariano.
5.
En tres islas esa parte de la herencia
genética materna de los canarios contemporáneos sigue siendo mayoritariamente
indígena (La Gomera, Lanzarote y Fuerteventura, por ese orden), mientras que
las cuatro restantes hay más presencia de ADN mitocondrial europeo (Gran
Canaria, El Hierro, Tenerife y La Palma, también por ese orden).
6. En los gomeros queda el 55 % de la herencia materna de sus
ancestros indígenas; en los palmeros, el 41%; en los majoreros, el 33%; en los
lanzaroteños, el 25%; en los grancanarios, el 24%; en los tinerfeños, el 22%; y
en los herreños, el 0%, nada.
7.
Hay que hacer la apreciación que, los
herreños actuales, conservan un 36% de ADN
mitocondrial aborigen de la muestra "promedio", un resultado muy
similar al que ofrecen los grancanarios (30%) o los tinerfeños (35%). Tras la finalización de la conquista en las Islas
Canarias, la isla del Hierro, se repobló con poblaciones aborígenes de otras
islas.
Otro
estudio, publicado en la Revista Current
Biology, del año 2017, del investigador Ricardo Rodrigo Varela de La
Universidad Complutense de Madrid y colaboradores (“Genomic analyses of pre-European conquest human remains from the Canary
Islands reveal close affinity to modern North Africans”) va en la misma línea que el anterior presidido por
Rosa Fregel. El trabajo del año 2017
confirma el origen africano de los primeros pobladores de Canarias, conocidos
popularmente como guanches, a partir del análisis del genoma de hombre y
mujeres de Gran Canaria y Tenerife, que vivieron varios siglos antes de la
conquista europea del siglo XV. Esta investigación también ha revelado otros posibles orígenes o
contribuciones a las poblaciones aborígenes canarias, indicando la afinidad de
una pequeña proporción de estos pobladores que estarían emparentados con los
primeros agricultores europeos procedentes de Anatolia (región asiática de la
actual Turquía), componente que no estaría presente en poblaciones bereberes
actuales.
En conclusión, basado
en evidencias históricas, se puede considerar la población actual canaria, a
grosso modo (sin olvidar otras comunidades que han ido llegando a Canarias más
recientemente, como la hindú o la coreana, no representadas en este texto),
como una mezcla de 4 contingentes poblacionales, siendo dos de mayor
proporción, la aborigen (a) y la europea (b): los aborígenes que sobrevivieron
a la conquista (a), los conquistadores y colonizadores europeos (b), los
esclavos africanos que fueron traídos a las islas en los siglos XVI para
trabajar en el cultivo de la caña de azúcar (c), y, además, una pequeña
proporción de amerindios (indígenas de América).
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