Evaristo Fuentes Melián
Muerte de Juan
Marsé.- En las novelas de Juan Marsé son frecuentes los personajes que en el
argot religioso de los colegios regentados por sacerdotes católicos se llamaban
‘ovejas descarriadas’. Son ‘ovejas
negras’ de familias bien, de gente rica
que Marsé denomina ‘pijoapartes’. Ahí tenemos, por poner un ejemplo, “La oscura
historia de la prima Montse”, que llevada al cine español, no tuvo el éxito
deseado, aunque Ana Belén de protagonista llamó la atención con un desnudo
integral en los primeros años del posfranquismo, en los que era como de
obligado cumplimiento desnudarse ante las cámaras.
Recordemos a María José
Cantudo en ‘La trastienda’ (1975), también con un desnudo integral en primer
plano. Y a las ya veteranas de pechos ajados, Lola Flores o Sarita Montiel, que
no pusieron ningún reparo en enseñar sus depauperadas domingas en atrevidas
revistas del corazón (del corazón y la teta, añadiría yo…).
Variaciones sobre
el mismo tema sobre ovejas descarriadas, yo veo un antecedente argumental,
permítaseme el estrambote, ciento veinte años antes, concretamente a finales
del siglo XIX, cuando el Marqués de la Quinta Roja se paseaba entre ritos,
señales y signos materiales matemáticos y geométricos masónicos, por los
espléndidos jardines de su mansión en La
Orotava. Y ahí queda el mausoleo de
mármol como recuerdo vacío de sus andanzas sin control. El marquesito, después
de mucha polémica entre su señora madre, el párroco y el alcalde, fue sepultado
definitivamente en el panteón familiar del cementerio católico de la Muy Noble
y Leal Villa.
Músicas y
cantares.- En mi infancia colegial hubo exagerada cantidad de canciones
religiosas a Nuestro Señor Jesucristo, a
Maria Auxiliadora, San Juan Bosco, Santo Domingo Savio (con uve), y hasta a San
Blas, el santo de los autistas, que
celebrábamos con un ritual el 3
de febrero.
Pero se
‘olvidaron’, sin ir más lejos, de enseñarnos las primeras letras, los
fundamentos iniciales de la música clásica y de la ópera. Quedamos entonces
ignorantes de quiénes fueron Mozart, Beethoven o Verdi…. Y ahora, octogenario,
me atrevo y me quedo absorto en cuanto tengo ocasión de gozar, por poner dos
ejemplos, de óperas como La Traviata de
Verdi, o la Octava Sinfonía de Beethoven; una maravilla de la que no
disfrutamos a su debido tiempo.
Futbol.- Hay que
ponerle un diez de conducta, un sobresaliente excepcional, al Real Madrid, pero no por quedar campeón de Liga.
Sino porque en el último partido se enfrentó al Leganés, del barrio capitalino
del mismo nombre. El partido terminó 2-2, pero eso no fue suficiente para que
el Leganés permaneciera en la máxima categoría. El Leganés se fue a Segunda sin
remisión. El Madrid no le echó una mano, jugó sin trampa ni cartón, como debe
ser.
Y en su categoría,
el CD Tenerife se enfrentó en su último partido con el Numancia de Soria, en su
cancha de Los Pajaritos; el Tenerife no se empleó a fondo y el Numancia de
Soria ganó, pero no pudo evitar su descenso a segunda B. Son cosas que pasan. Y
que demuestran que no todo en futbol está manipulado.
Espectador
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