Teresa González
Anoche me visitó el Diablo
en su día y en su hora
Tocó incesantemente mi puerta
y desde adentro platiqué con él
Su presencia
reclamaba mi soledad
Petición para desalojar mis pesadillas
pero…
su voz se la tragó mi indiferencia
Por lo que dio la media vuelta
sin decir lo que buscaba
Justamente…
cuando mi cuerpo
se ahogaba de sed.
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