Agustín Armas Hernández
En el libro de D. Miguel Molían García, dedicado a su amigo
Sebastián Padrón acosta, sacerdote, poeta e historiador de temas isleños, en du
apartado “Coplas” dice lo siguiente:
“Padrón Acosta no solo recopiló y estudió las coplas
canarias, sino que el mismo escribió logradas coplas.
En el año 1952, la Comisión de las Fiestas y Romería de San
Benito Abad, de La Laguna, convocó un concurso
de Coplas y estribillos, creando como premio la “Espiga de Oro” para galardonar la mejor copla.
El Jurado – formado por el escritor Domingo Cabrera Cruz
como Presidente, y el poeta Emeterio Gutiérrez Albelo y el músico y también
escritor Rafael Hardisson Pizarroso como Vocales-, acordó lo siguiente, según
consta en el acta: “El Galardón titulado Espiga de Oro, entendemos debe
adjudicarse a una de las coplas amparadas bajo el lema << Nací en un
arrecife>>,[Sebastián Padrón Acosta], por el emocionado lirismo de la
idea que encierra; por la afortunada fusión que en ella hallamos, del ambiente
distintivo de la clásica copla hispánica con un tema o matiz netamente
tinerfeño; por la sencilla fluidez y suave musicalidad de sus versos,
consideramos justificada la atribución de dicha alta recompensa a la aludida copla,
antes que a cualquiera otra de las demás que se han presentado con opción a
premio. Dice así la copla a que nos queremos referir:
El periodista y escritor lagunero Eliseo Izquierdo, haciendo
historia en 1998 de los “cincuenta años de una Romería varias veces
centenaria”, nos dice que por los organizadores del certamen “al orfebre
lagunero Rafael Trujillo, quien realizó un trabajo esplendido, delicado, como
de filigrana, bellísimo de factura, pero… que no tenía terminado en la fecha
prevista para su entrega al ganador del certamen, el escritor y sacerdote tinerfeño
Sebastián Padrón Acosta. En el estuche que recogió el clérigo que representaba
al autor galardonado (que se hallaba gravemente enfermo) lo que había era…una
espiga natural. El orífice remató en pocos días la obra, que repetiría para
convocatorias posteriores. La primera “Espiga de Oro” llegó a manos del poeta
galardonado, ya en las antesalas de la muerte, quien la ofreció a la Virgen de
Candelaria para que se la prendieran en su manto”.
Incluimos treinta coplas de nuestro autor, agrupadas en cuatro
apartados. En el primero van las presentadas al indicado Concurso de coplas y estribillos. La primera es la que obtuvo la
“Espiga de Oro” y la segunda era acreedora, según el Jurado, a un segundo
premio, junto con otros autores.
En los tres apartados siguientes se incluyen coplas que
publicó con posteridad en el diario La
Tarde los días 6, 21 y 27 de junio de 1952”.
En días sucesivos
veremos algunas de estas insertadas es este mismo medio.
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