Bienvenidos al Diario del Valle

SEARCH

sábado, 19 de mayo de 2018

AL ENCUENTRO DEL COMETA HALLER


Agustín Armas Hernández

Por varios motivos aquel año 1986 resultó ser lúgubre, ya empezó con una gran catástrofe que conmovió al mundo entero. Le siguieron otras malas noticias. Recordémoslo leyendo, de nuevo, aquel escrito que nos publicó el periódico “EL DÌA” el miércoles 12 de febrero del citado año en la página “Sociedad”. Veámoslo:

¿Los astronautas en busca del cometa Halley? Sí, naturalmente; pero en otra, dimensión, en otro plano de existencia tras la catástrofe. Si, queridos lectores: al encuentro del histórico cometa iban científicos y técnicos, en el Challenger, cinco varones y dos personas más del femenino sexo.

El colosal accidente conmovió al mundo entero, estremeciendo singularmente a los televidentes norteamericanos. Trucó de momento los pensamientos y planes de los técnicos de la NASA. Anuncian, sin embargo, que seguirán con sus labores en pro de la conquista del espacio.


Todos los ciudadanos de USA, en especial los colaboradores del centro espacial Kennedy, sienten pesadumbre en su corazón por el más estruendoso fracaso de sus empresas astronáuticas. Las imágenes de la histórica tragedia llegaron a mí, como a los demás televidentes, a través de la pequeña pantalla; siendo al mismo tiempo anunciada al mundo por la voz tenue y triste del poderoso presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Con la agravante, además que el mismo Ronald Reagan había elegido entre muchas féminas aspirantes a la primera civil que viajaría por el espacio, la profesora Chrísta Meauliffe.


Los técnicos concernientes siguen investigando las causas del siniestro con sus sofisticados instrumentos. Por primera vez (que sepamos) en la historia humana se han lanzado alegremente al espacio interplanetario en busca de un corneta, mientras el funesto mensajero se acerca a nosotros con sus garras bien afiladas ¿acaso no sabían quienes nacieron antes que nosotros que los cometas son «aves de mal agüero»?, ¿a quién se le ocurre ir como a darle la bienvenida? Aquí se cumplió, el conocido adagio: «fueron por lana y salieron trasquilados». Fueron, sí, al encuentro del Halley ¡pero en otra dimensión en el cuerpo astral o sutil, no en el vehículo físico! Todo esto, el 28 de enero. Pero antes, el 19 del mismo mes, otro grave acontecimiento vistió de luto a nuestra patria. ¿No es verdad acaso, que los videntes anuncian para este año del Halley, fallecimientos de grandes personalidades? Pues la primera en la frente, según se dice. El «viejo profesor», el muy apreciado y popular alcalde de Madrid «nos ha dejado». Un ministro anunció así la muerte del susodicho Enrique Tierno Galván: «se nos ha ido un hombre bueno». Sin duda: aunque agnóstico, aunque no practicante, no era ateo, sino muy respetuoso con todas las creencias y ceremonias religiosas. No se ha extinguido o aniquilado, sino que se nos ha ido a otra parte. Esperamos que sea buena; y conozca claramente lo que en este mundo oscuramente presintió. Pues que Jesús dijo: «en la casa de mi padre hay muchas moradas», todos podemos aspirar a conseguir alguna, sea de las altas o de las más modestas.


Por fin, como humano y creyente que soy, no quiero dejar en el tintero, o mejor en el bolígrafo la más deprimente noticia para los católicos que habitamos en estos siete pequeños adosados. Nuestro gobierno autonómico ha suprimido, como saben ya todos, la festividad del Corpus Cristi. Yo espero aún de todo corazón que sea renovada esta impopular medida. Para expresar mi dolor citar las palabras de don Andrés Carballo Real, en su artículo «Sanctíssimum Corpus Christi», aparecido hace poco en este diario. «Desgraciadamente entre los católicos va desapareciendo la fe, y aprovechándose de ésto el gobierno marxista autónomo canario, de entonces, siguiendo la pauta que le indica su homónimo, el gobierno central. Va sorbo a sorbo minando los cimientos religiosos que recibimos de nuestros antepasados: divorcio, aborto, desaparición de festividades, y ahora nos suprimen la fiesta por antonomasia, la solemne, la grande». Bien dice que todo esto, porque va desapareciendo la fe, que si apoyásemos con valentía a nuestros jefes espirituales, lucharían con denuedo como en otros tiempos contra los abusos de los poderes terrenos. En definitiva, que hemos entrado en 1986 con estos graves y lúgubres acontecimientos ¿Se queda alguien con ganas de ir al encuentro del Halley?

No hay comentarios:

Publicar un comentario