PASTOR ABREU, Antonio*
Así pues, ¿en qué puedes confiar? ¿Quizás en la tecnología? Es
una apuesta más arriesgada aún. La tecnología puede ayudarte mucho, pero si
acaba ejerciendo un gran poder sobre tu vida, podría convertirte en un rehén de
sus planes. La tecnología no es mala. Si sabes lo que quieres hacer en la vida,
en tu empresa, tal vez te ayude a obtenerlo. Pero si no lo sabes, a la
tecnología le será facilísimo moldear tus objetivos por ti y tomar el control
de tu vida. Sobre todo porque la tecnología es cada vez más sofisticada a la
hora de entender a los humanos, por lo
que puedes verte sirviéndola cada vez más, en lugar de que ella te sirva. (Profesor,
Yuval Noah Harari, Jerusalén).
¿Has visto a esos zombis que vagan por las calles, en los
bares y plazas, incluso en las empresas, con la cara pegada a sus teléfonos
inteligentes?
¿Crees que controlan la tecnología, o que ésta, los controla a
ellos? Entonces ¿tienes que confiar en ti mismo?
La mayoría de la gente apenas se conoce a sí misma, y cuando
intenta “escucharse”, cae fácilmente presa de manipulaciones externas.
La voz que oímos en nuestra cabeza nunca fue digna de
confianza, porque siempre reflejaba la propaganda del partido, del gobierno de
turno, con su lavado ideológico del cerebro y la publicidad comercial, por no
mencionar los virus bioquímicos.
A medida que la biotecnología y el aprendizaje automático
mejoren, será más fácil manipular las emociones y los deseos más íntimos de la
gente, y resultará más peligroso que nunca seguir simplemente nuestro corazón.
Cuando Coca-Cola, Amazon, Baidu, por ejemplo, o el gobierno sanchista sepan
cómo tirar de los hilos de nuestro corazón y pulsar los botones de nuestro
cerebro, ¿podrás seguir apreciando la diferencia entre tu yo, y sus expertos en
marketing?
Para tener éxito en una tarea tan abrumadora deberás
esforzarte mucho en conocer mejor tu sistema operativo. Para saber qué eres y
qué quieres de la vida. Este es, desde luego, el consejo más antiguo del libro:
Conócete a ti mismo.
Y éste consejo, es más urgente en este siglo XXI, porque
tanto las grandes empresas como el gobierno se apresuran a piratearte, a
hakearte. No a hakear tu teléfono inteligente, ni tu ordenador ni tu cuenta
bancaria: están inmerso en una carrera para hackearte a ti y a tu sistema
operativo “orgánico”. No te dejes manipular. ¡Despierta!
Quizás hayas oído que vivimos en la época de hackear
ordenadores, pero eso apenas es una parte de la verdad. En realidad, vivimos en
la época de hakear humanos, como tú.
Sabemos que ahora, los algoritmos te están observando.
Observan a dónde vas, qué compras, con quién te ves. Pronto supervisarán todos
tus pasos, tu respiración, los latidos de tu corazón, ya lo hacen. Para llegar
a conocerte cada vez mejor, basándose en macrodatos y en el aprendizaje
automático. Deja el teléfono en casa y tapa las cámaras.
Y cuando estos algoritmos te conozcan mejor de lo que te
conoces tú, lograrán controlarte y manipularte, y tú poco podrás hacer al respecto.
Vivirás en Matrix, o en el show de Truman. Al final, se trata de una cuestión
empírica sencilla: si los algoritmos entienden de verdad lo que ocurre dentro
de ti, mejor que tú mismo, la autoridad “pasará a ellos”. Ya lo están
intentando.
Si, en realidad quieres conservar cierto control de tu
existencia personal y del futuro de la vida, tendrás que correr más deprisa que
los algoritmos, más que Amazon y el gobierno de la mentira, y conseguir
conocerte a ti mismo antes de que lo hagan ellos.
Para correr deprisa, no lleves contigo mucho equipaje. Deja
atrás todas tus ilusiones. ¡Pesan mucho!
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